AHORRISTAS ATENTOS

La bicicleta financiera, en versión post devaluación: ahora, sólo para inversores amantes del alto riesgo

El billete estadounidense escaló 35% desde agosto. Para los próximos meses la renta en pesos puede recuperar posiciones, pero en un contexto muy volátil
FINANZAS - 12 de Septiembre, 2018

Es inevitable: cada vez que el dólar da señales de que puede llegar a estabilizarse durante algunas semanas sin dar saltos en su cotización, vuelve la tentación de los inversores más adeptos al riesgo por la "bicicleta financiera", en un intento de aprovechar las altas tasas de interés en pesos.

Esta operación financiera consiste en pasarse de divisas a pesos en momentos de estabilidad cambiaria para aprovechar las elevadas tasas de interés que otorgan los instrumentos en moneda nacional, para luego de un tiempo volver a comprar billetes estadounidenses y obtener una mayor renta en esta moneda.

Claro que hoy el negocio cambió respecto de lo que fue en los primeros dos años de la gestión Macri: se tornó mucho más cortoplacista y, sobre todo, con una exposición al riesgo mucho mayor, porque la posibilidad de perder capital ante una corrección imprevista del tipo de cambio está más latente que nunca.

El panorama actual muestra que después que el precio del billete estadounidense ya trepó más de 100% a lo largo del 2018, de ahora en más no volvería a pegar un salto tan grande como ocurrió en los primeros ocho meses del año.

Es decir, si bien su valor no se mantendría estático, para los analistas en los próximos meses avanzaría más en sintonía a la inflación y al comportamiento de las otras monedas regionales, para evitar quedar nuevamente retrasado. De hecho, estiman que en los actuales $38,7 promedio en las pizarras al público ya se encuentra por encima del valor de equilibrio.

Queda claro que el objetivo del Gobierno es que no vuelva a ocurrir lo mismo que años anteriores, donde el dólar fue utilizado como ancla antiinflacionaria.

Por eso, se considera en la City que es más factible que el tipo de cambio se mantenga a partir de ahora en un rumbo alcista pero más moderado hasta fin de año.

Más allá que la volatilidad cambiaria sigue latente, la previa de las elecciones presidenciales en Brasil y una inflación que no logra moderarse en el plano doméstico generan dificultades y un gran riesgo para los inversores interesados en hacer la “bicicleta financiera”.

A ello se suma el plan oficial por desarmar la “bola de nieve” de Lebac hasta diciembre, algo que le reduce el juego a aquellos arriesgados.

En resumen, la estabilidad del precio del dólar puede darse en lapsos muy breves, por lo que los ahorristas arriesgados que realicen esta operación de pasarse de dólares a las atractivas tasas en pesos, deberán ser “cautelosos”.

Hoy la tasa de interés de los instrumentos en moneda local ronda el 5% mensual (60% anual), en cambio en septiembre el dólar avanza menos del 3%, por lo que el peso puede ganarle alguna “carrera mensual” al billete estadounidense.

De hecho, esto ya ocurrió en julio pasado, cuando el valor del dólar cayó 5% mientras las herramientas en pesos otorgaron una ganancia neta de 9% en la divisa norteamericana durante ese mismo lapso.

Por lo tanto, desde la City se estima que la tasa de interés seguirá alta, ya que antes de comenzar el Gobierno a “desinflarla” primero deberá calmar al dólar y a la inflación.

Al respecto, el economista Carlos Melconian fue tajante días atrás: “La tasa no va a bajar, porque primero se tiene que acomodar y bajar la dolarización y el riesgo país”.

Algo que también se ve reforzado por las distintas medidas oficiales de las últimas semanas, cuya finalidad es desalentar la compra de divisas, como la suba de la tasa de interés de referencia al 60% y las licitaciones de Letes en pesos.

Cálculos

Si se deja de lado la volatilidad cambiaria y política, tanto local como externa, que imponen bastante riesgo a obtener una buena ganancia con la “bicicleta financiera”, en números, la rentabilidad mensual actual en pesos es del 5%.

Una cifra que puede llegar a “ganarle” al dólar en algunos cuerpos en los próximos meses, más allá del salto del 36% en agosto.

Esta conclusión se obtiene al analizar el mercado de futuros del dólar del Rofex, donde para fin de año se está negociando un tipo de cambio de $43,18.

Este valor representa que en los últimos cuatro meses ascendería 13,8% el billete verde para alcanzar ese nivel negociado a diciembre (a partir de los actuales $37,94 que cotiza en el segmento mayorista). En resumen, este ascenso es equivalente a 3,4% por mes. Por debajo de la renta que hoy se ofrece con los instrumentos en pesos.

Claro, nada asegura que esa escalada ocurra gradualmente cada mes y de forma distribuida. Ese aspecto impredecible también lleva a la cautela a los inversores.

Aunque si se considera que la tasa en pesos será el último “eslabón” en bajar, puede seducir en pensar que volverá a ofrecer una ganancia.

Es cierto que la situación actual es diferente a la “bicicleta” que se realizaba antes de abril, cuando el tipo de cambio estaba prácticamente planchado o se movía por debajo de la inflación.

En cambio, en la actualidad hay “ruidos” por todos lados: dólar escalando, desaceleración de la economía, temblores políticos preelectorales, las causas judiciales por sobornos y, como si fuera poco, los rebotes surgidos por las crisis en los países emergentes.

“El dólar tiene vida propia, es muy volátil con sus subas y bajas permanentes, y también depende del mercado internacional, como Brasil, que repercute directamente en nuestro país. Por eso es difícil pensar es la bicicleta financiera, ya que todo es imprevisto y no se está exento de riesgo”, afirma a iProfesional Rubén Pasquali, analista de Fernández Laya Sociedad de Bolsa.

“El dólar tiene vida propia, es muy volátil con sus subas y bajas permanentes (...) Por eso es difícil pensar es la bicicleta financiera, ya que todo es imprevisto y no se está exento de riesgo”, afirma Rubén Pasquali, analista de Fernández Laya Sociedad de Bolsa

“Hacer la bicicleta en pesos en medio de esta presión alcista del dólar y con mercados internacionales aún volátiles, complica este juego. Con tasas por encima del 46%, sí es más posible”, resume a este medio Alejandro Bianchi, gerente de Inversiones de InvertirOnline.

Y alerta que con rentabilidades menores en moneda local “se pone complicado”, ya que en ese caso los inversores no encuentran el premio de “los siete u ocho puntos que da de plus" del riesgo de estar en pesos.

Igualmente, el experto considera que en los próximos meses se estima un tipo de cambio que va a “seguir escalando un poco”.

En este sentido, el analista Nery Persichini de GMA Capital también considera que “no es un buen momento para hacer carry trade, tanto por el nivel como por la volatilidad del tipo de cambio”.

De hecho, un informe del Banco BNP Paribás de Brasil recomendó semanas atrás a sus inversores no correr riesgo argentino, o de hacerlo, apostar a una nueva devaluación en el corto plazo, ya que da por hecho que el Banco Central no podrá defender el valor actual del peso.

Nuevo contexto

A este nuevo contexto de “cautela” se le suma otro factor que es clave. En los últimos días a los inversores les llegó un mensaje claro, y no tan alentador, desde el Gobierno: las Lebac van a desaparecer a fin de año y los instrumentos rentables en pesos serán a un plazo mucho más elevado que el actual.

Es decir, se terminó la posibilidad de obtener cada 30 días una ganancia líquida muy atractiva, como es la que ofrecen las Letras del Banco Central.

“En la Casa Rosada están dejando en claro que los inversores podrán optar por renta o por liquidez, no por las dos cosas juntas como sucedía hasta ahora”, dijo un ejecutivo de un banco de primera línea a iProfesional.

“Hoy hay un mercado de Lebac que quedó solamente para instituciones no bancarias. Esto le mete presión al mercado secundario y con menos volumen de operatoria”, resume Bianchi.

Alternativas de inversión

En conclusión, a partir de ahora los ahorristas podrán elegir otros instrumentos como las Letras del Tesoro, que les brindarán una ganancia similar a las Lebac, pero deberán inmovilizar su dinero y cobrar las utilidades durante un plazo superior a los tres meses de plazo.

En cambio, para aquellos que necesiten liquidez y deban realizar colocaciones a 30 días, deberán recurrir a instrumentos como los plazos fijos, que ofrecen una tasa de interés bastante menor: alrededor de 38% al año.

Hoy un bono de tramo corto de la curva propone una ganancia de casi lo mismo que la de un tramo de mediano o de largo plazo. Ahora están las Letes, que son a menos de 98 días y 217 días en dólares que te rinden lo que antes te ofrecía un bono del tramo corto, por encima del año. El nivel de riesgo es muy bajo. Es una letra que se tiene que cancelar dentro del acuerdo de los u$s50.000 millones con el FMI que tiene con la Argentina”, recomienda Bianchi.

“Hoy un bono de tramo corto de la curva propone una ganancia de casi lo mismo que la de un tramo de mediano o de largo plazo. Ahora están las Letes, que son a menos de 98 días y 217 días en dólares que te rinden lo que antes te ofrecía un bono del tramo corto, por encima del año...", dice Alejandro Bianchi de InvertirOnline

Gustavo Neffa de Research For Traders recomienda tener 50% de la cartera en Letes, que son estos bonos en dólares a menos de un año, a los que suma otros papeles en moneda estadounidense, como el Bonar 2020 (8% rendimiento) y Bonar 2024 (8,75%).

"Para los inversores más conservadores que rinda una Lete el 5% en dólares es una gran oportunidad. En ningún lugar del mundo se consigue esto con plazos tan cortos”, agrega Bianchi.

Para el analista, esta tasa sigue mostrando un riesgo elevado para el país en el corto plazo, en un escenario muy difícil para “convencer al mercado de que la bicicleta financiera es nuevamente posible”.

Por lo tanto, sugiere esperar a que el tipo de cambio esté cercano al tipo de cambio objetivo, ya que “ahí será otro panorama”.

Desde la perspectiva de Pasquali, además de las mencionadas Letes, sugiere también mantenerse en dólares en el 50% de la cartera, y en la otra parte propone sumar algunos instrumentos en pesos, como el PR15 que ajusta por Badlar, “ofrece un interesante 50% de TIR (tasa de retorno) y paga utilidades cada tres meses”.

También suma los bonos que ajustan por inflación (CER) Buenos Aires 2021 (BP21), con una renta de 8% por arriba del CER.

En resumen, en medio del ascenso vertiginoso del dólar la “bicicleta financiera” puso un freno, sobre todo porque el contexto nacional y mundial siguen agitando las aguas de los mercados.-

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