JP Morgan, Wall Street y agencias de riesgo, "durísimos" con Macri: qué riesgos ven para Argentina
El costo de la reciente turbulencia financiera se sentirá, ya no sólo en el mercado cambiario sino también en la economía.
Más allá de que el Gobierno logre estabilizar el barco, lo sucedido empieza a pasarle factura: bancos de inversión de Wall Street y calificadoras de riesgo dieron un giro en sus perspectivas optimistas sobre la Argentina y ahora encienden una batería de luces amarillas.
Para Cambiemos-cuya lógica política es seducir al capital- el hecho de que los grandes popes del mercado internacional acrecienten sus dudas sobre el rumbo económico no es un dato menor.
Incluso, entre los que dieron el puntapié inicial en este cambio de visión figura uno de los bancos más ligados al equipo económico: el JP Morgan.
La entidad, semillero de varios de los actuales funcionarios, recortó su pronóstico de crecimiento y elevó la inflación proyectada para 2018.
"La reacción política fue la correcta. Ayudó a que la divisa recupere su equilibrio luego de una caída del 12% en menos de una semana. Pero la agresiva reacción política tiene costos", afirman desde el JP Morgan.
Bajo su óptica, la decisión de subir las tasas a un nivel del 40%, recortar el gasto y elevar el tipo de cambio hacen prever un empeoramiento de las variables clave para el país.
Al punto que el influyente banco:
- Elevó su previsión de inflación a 22,2% (desde el 20,4% anterior) por un mayor traspaso de la suba del dólar a los precios de los bienes y servicios
- Aumentó el pronóstico para el tipo de cambio hacia fin de año: ahora ve un dólar más cerca de $24 (antes, en $21,75)
- Recortó el crecimiento del PBI: ahora estima un 2,4% (antes un 2,8%) a raíz del "efecto combinado de una mayor inflación -que afecta el consumo y el crédito-, el impacto de la sequía y el menor crecimiento de Brasil".
- Advierte que hay riesgos de que la economía crezca aún menos, a raíz de que la tasa real (por encima del índice inflacionario) se mantendrá durante el año en torno al 10%
El JP Morgan hace referencia al impacto negativo sobre la economía de un costo del dinero tan alto. "Sin embargo, la baja penetración crediticia limita la sensibilidad del crecimiento a tasas reales que se mueven más", especifica.
Pronostica que el crédito relacionado con el consumo se desacelerará aún más: "Si el Banco Central logra estabilizar las expectativas de inflación, vemos el crecimiento general del crédito desacelerándose desde la tasa real del 25% actual".
Bajo la óptica del JP Morgan, el consumo no solo sufrirá las condiciones crediticias más estrictas, sino también el menor ingreso disponible debido a una mayor inflación.
Para un escenario base, prevé una inflación que si bien se desacelerará levemente en mayo, no podrá descender del "2% mensual ya que las presiones del traslado del dólar a precios continuarán golpeando".
Nota bajo la lupa
Otro exponente del mercado financiero, en este caso del campo de las calificadoras de riesgo, también se muestra crítico de la actual coyuntura local.
Se trata de Moody's, cuyos analistas detallaron los inconvenientes que afronta la Argentina: "La persistencia de la debilidad de la moneda y el mayor riesgo percibido para los activos argentinos, si se mantienen, suponen una amenaza creciente".
También alerta sobre la dependenciadel país a los flujos de capitales extranjeros que son los que financian casi dos tercios del déficit en cuenta corriente (4,8% del PBI en 2017).
"Los flujos netos de inversión extranjera directa (IED) se han mantenido estables -en 1,5% del PBI promedio desde 2010- pero son insuficientes para cubrir los crecientes déficit por cuenta corriente desde 2013", recuerdan desde Moody's.
Desde la agencia señalan también que las carteras de los inversores "dependen de la confianza". Son susceptibles a un entorno de mayor riesgo percibido, que hace que los activos argentinos sean menos atractivos.
Según sus economistas, un retiro sostenido de las fuentes externas de financiamiento obligará al Gobierno a reducir significativamente el gasto y la demanda agregada para bajar las importaciones, lo que afectará negativamente el crecimiento.
Remarcan que la Argentina es significativamente más vulnerable a una pérdida de confianza de los inversores que sus pares latinoamericanos.
Esta visión es compartida por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, con sus siglas en inglés), que cuenta con unos 500 miembros de 70 países.
"La suba del dólar en el mundo, tasas en alza y las tensiones comerciales crecientes perjudican notablemente a Ucrania, China, Argentina, Sudáfrica y Turquía. Estos países son más vulnerables a los cambios en el apetito de riesgo", consigna.
Además, la Argentina figura en otra lista: la de naciones más riesgosas por su abultada necesidad al financiamiento externo.
Sin embargo, desde Moody's dan cuenta de una a favor: el Gobierno logró estabilizar las reservas.
En los próximos días se verá si se recuperan los activos domésticos ante las preocupaciones sostenidas de los inversores, concluye.
La sensación es que el nerviosismo seguirá. Por eso, no será menor la tarea de los funcionarios para llevar calma a los inversores.
Será clave el mensaje que transmitido a inversores por los funcionarios, que suelen quedarse luego del evento a intercambiar opiniones acerca de cómo seguirá la película para los activos domésticos.
Por ahora, la visión de los operadores es de extremada cautela. Habrá que ver cuál termina siendo el costo de las turbulencias internacionales. Por ahora, el mercado sigue recalculando.