El "menú" para gastar menos en Brasil: ¿conviene viajar con reales, pesos, dólares o pagar con tarjeta?
Brasil está recibiendo un verdadero aluvión de argentinos. Se espera que, para cuando finalice la temporada de verano, más de 2 millones de turistas hayan visitado sus playas, según proyecciones del gobierno de ese país.
Detrás de esta cifra récord, hay muchos viajeros que, al momento de hacer las valijas, se enfrentan con tres interrogantes:
-Qué moneda conviene llevar
-Cuánto más caro o barato es el costo de vida allí respecto del verano pasado
-Y por último, cómo es la relación cambiaria con la Argentina.
Con respecto al primer punto, la experiencia indica que la mejor opción es viajar con un mix de reales -para hacer frente a los gastos iniciales, como taxis, o alguna comida- y tarjetas de crédito.
Desde el sitio Turismo Brasil informan que "no está muy extendido el uso del dólar para realizar compras, por lo cual siempre se recomienda tener reales en la mano".
A continuación, todas las alternativas disponibles y cuáles son las más convenientes para quienes estén por partir rumbo a ese destino:
1. Adquirir reales en la Argentina
Si se decide realizar la operación de cambio dentro del país, el turista se encontrará con un rango de precios oscilará entre los $6,50 a los $6,55 por cada unidad de moneda brasileña.
Para quienes eligen esta opción, un dato clave y que vale tener en cuenta es que no todos los bancos tienen reales.
En líneas generales, solo los provee el Banco Nación y algunas entidades grandes.
2. Cambiar pesos en Brasil
De todas las alternativas, es la menos recomendada.
Sucede que la moneda argentina no es muy aceptada en ese país, por lo que su mercado es muy reducido y ello se evidencia en las cotizaciones.
Quien termine optando por esta opción, deberá convalidar un tipo de cambio de entre 7,15 y 8,33 pesos por real. Es decir, entre un 11% y un 28% más que si la operatoria se realiza en Buenos Aires.
"En todas las ciudades turísticas se puede cambiar dinero en casas y en bancos. Pero no es fácil hacerlo cuando se tienen pesos argentinos", advierte Turismo Brasil desde su página web.
3. Viajar con dólares para comprar reales en destino
Tomando como referencia un conjunto de casas de cambio con sucursales en Rio de Janeiro y otras ciudades importantes, se arriba a la conclusión de que esta es una de las opciones más convenientes.
Sucede que actualmente se está fijando una paridad que osclia en torno a los $6 por real, casi 8% menos que hacer la operación en Buenos Aires.
La cifra surge de dividir los poco más de $19 a los que cotiza el billete verde en la Argentina por el poder de compra esa misma moneda en el país vecino, del orden de los 3,25.
4. Pagar con tarjeta de débito o crédito
El valor anterior ($6 por real) será el que también rija para el pago con tarjeta de débito, que tiene amplia difusión en los principales centros turísticos.
En tanto, quien utilice una de crédito deberá considerar que el tipo de cambio a aplicar será el del cierre del ciclo de pago, por lo que hasta ese momento no habrá certeza sobre su cotización.
Para tener una noción del precio que prevé la City, se puede analizar el valor en el mercado de futuros Rofex. En tal sentido, se espera una leve baja de 15 centavos para fines de este mes, luego de que la reducción de la tasa anunciada por el BCRA fuese menor a la prevista.
Sin embargo, desde ese nivel, se apuesta a una suba de casi 30 centavos para el cierre de febrero.
Cuando se utiliza el plástico, ya sea de débito o de crédito, el tipo de cambio es el del mercado oficial. Los pagos se realizan en reales pero la tarjeta los transforma a dólares a la cotización del día.
5. Retirar dinero por cajero automático
Aquellos que por cuestiones de seguridad eligen retirar reales a través de los cajeros en Brasil, deben tener en cuenta el elevado costo que ello implica.
A la comisión que cobra el banco o la red que administra estas terminales, que ronda los u$s5, hay que sumarle la que aplican los bancos argentinos, que promedia los u$s7, aunque con máximos que superan los u$s16, según surge de la información que brinda el Banco Central.
A partir de estos valores se llega a un tipo de cambio que, en el mejor de los casos, se ubica levemente por encima del que se pagaría en una casa de cambio de Buenos Aires ($6,55), pero con la posibilidad de que se eleve hasta los casi 7 pesos por real.
Además, deben tenerse en cuenta otros tres factores que pueden generar algún dolor de cabeza:
-El límite de extracción de efectivo, que suele rondar los u$s300.
-La posibilidad de que los cajeros no estén habilitados para operar con la red de la tarjeta.
-La escases de terminales en el lugar de veraneo.
Qué recomiendan los expertos
Damián Di Pace, director de la consultora FocusMarket, resaltó que "conviene siempre comprar directamente la moneda del país de destino para evitar el doble pase del tipo de cambio. Así, en la transacción, en vez de hacer dos pases, para comprar primero dólares para después adquirir reales, se hace uno".
La otra recomendación del experto es no llevar más del 30% de lo que se tiene previsto gastar en efectivo y no abusar de las extracciones por cajero automático.
Sobre este punto, Diego Martínez Burzaco, economista jefe de MB Inversiones, afirmó que "siempre que se pueda, hay que utilizar la tarjeta directamente en comercios, porque la tasa de cambio que utilizan los bancos para convertir el pago a pesos es más competitiva que la que podemos encontrar en las casas de cambio a nivel local".
"Mi recomendación es cambiar algo de dinero en Argentina para tener dinero disponible para gastos menores apenas uno llega al destino. Luego, lo mejor es usar plásticos", agregó Burzaco.
En un contexto de volatilidad cambiaria, para Di Pace, la opción más tentadora es la de débito, debido a que se toma el tipo de cambio del día en el que se realiza la operación, mientras que para la de crédito se considera la cotización de la última jornada hábil del mes. ¿Más caro o barato que en 2017?En relación con la variación del costo de vida en Brasil respecto del verano pasado, deben tenerse en cuenta dos factores:
-La variación del precio del dólar y cómo evolucionó con respecto a la inflación el último año en ese país.
-La evolución del poder de compra del salario en términos de dólares para los turistas argentinos.
En primer lugar, en Brasil la moneda estadounidense pasó de los 3,26 reales a principios de 2017 a los 3,35 reales actuales, lo cual implica una devaluación del orden del 2%. Por su parte, los precios al consumidor en dicho período subieron apenas por encima del 3%.
¿Qué significa esto? Del cruce de ambas variables surge que desde el verano anterior el costo de vida en dólares se incrementó muy levemente, apenas por encima del 1%.
Respecto del poder de compra de los argentinos, si se toma en cuenta que a lo largo del último año los ingresos crecieron, en promedio, alrededor del 25% y que el dólar subió un 19% desde el arranque de enero de 2017 hasta lo que va de enero, se concluye que hoy un turista podrá comprar un 6% más de dólares que el año pasado.
A esta cifra habrá que restarle ese punto de inflación en moneda estadounidense que experimentó el país vecino.
En otras palabras, hoy los bolsillos de los argentinos son levemente más fuertes, pese a la devaluación acumulada.
Cuánto cuesta hoy BrasilPara tener una referencia de los precios de algunos bienes y servicios, tanto en reales como en pesos, es interesante tener en cuenta el relevamiento que efectúa el sitio PreciosMundi en ambos países.
Según se desprende del cuadro, hay grandes brechas en los valores que se manejan en la Argentina y en el país vecino.
Para un turista, en general, tomar un café, una cerveza o una gaseosa, resultará entre un 5% y un 28% más barato en una playa brasileña que en suelo porteño.
En el caso de quienes opten por salir a comer, se encontrarán con que las cadenas de fast food ofrecen menúes casi 7% más caros en la nación vecina que en Buenos Aires.
Sin embargo, el ticket en un restaurante será entre un 3% y un 31% más económico, dependiendo de la categoría del mismo.
Para quienes opten por ir de shopping, verán que los calzados o la ropa en general pueden llegar a costar hasta un 40% menos en comercios brasileños que en la Argentina.
Las cosas cambian cuando se considera la movilidad: el taxi cuesta un 7% más, mientras que el transporte público sale más del triple. Solamente la nafta es más barata en la nación vecina.