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¿Lebac o Letes?: inversores celebran altas tasas de interés en pesos, mientras el Gobierno emite deuda

¿Lebac o Letes?: inversores celebran altas tasas de interés en pesos, mientras el Gobierno emite más deuda y mueve al dólar en la City
20/12/2017 - 02:52hs
¿Lebac o Letes?: inversores celebran altas tasas de interés en pesos, mientras el Gobierno emite deuda

En el último mes del año el Banco Central no pudo colocar todas las Letras que debí­a renovar para cubrir los vencimientos y debió expandir la mayor cifra desde junio pasado.

Este martes, en la licitación mensual de Lebac, adjudicó $304.278 millones, por lo que no pudo pagar los $422.450 millones que tení­a que desembolsar esta semana y debió poner "de su bolsillo" unos $118.171 millones.

Si bien desde marzo pasado que en las licitaciones primarias no lograba superar los vencimientos, en esta ocasión tuvo que expandir la mayor cantidad de pesos desde septiembre pasado.

Y entre los justificativos que explican el menor volumen colocado de Lebac se explica que esta semana también se licitan Letes del Tesoro en pesos por $40.000 millones. 

Así­ es como esta semana se dio un evento poco frecuente en el mundillo de las finanzas: el Banco Central y el Ministerio de Finanzas, saliendo en forma simultánea, a emitir papeles de deuda.

Federico Sturzenegger, hizo lo propio con las Lebac, y Luis Toto Caputo, con las Letes.

Es cierto que esta competencia entre instituciones del mismo Estado por captar dinero de inversores ya viene ocurriendo en los hechos, pero también es verdad que nunca se habí­a dado con tanta vehemencia.

Además, es una muestra indisimulable de la alta dependencia a la toma de deuda que tiene el Gobierno y que tantas dudas genera entre empresarios y analistas.

El calendario financiero se cumple en medio de las turbulencias en el ámbito polí­tico y tras los lamentables incidentes ocurridos en las calles mientras los legisladores trataban la polémica reforma previsional.

Tal escenario no pasó inadvertido en la City y, como era de prever, provocó una inesperada agitación en el mercado cambiario. Al punto que volvió a asomar un viejo conocido por todos: el blue, que escaló a su mayor valor en tres meses para cerrar en $18,25.

Esta singular situación de competencia entre Sturzenegger y Caputo por tomar deuda, que se suma a otro tema caliente como el atraso cambiario (al menos así­ lo perciben varios directivos de empresas), se convirtió en el centro del debate del llamado "cí­rculo rojo".

De hecho, dí­as atrás, también se suscitaron varias discusiones sobre estas dos cuestiones en el marco del evento de la OMC (Organización Mundial de Comercio), al igual que en un encuentro en la Bolsa de Comercio que reunió a los principales referentes de la City.

Hubo un común denominador en esas tertulias. O, mejor dicho, dos, que dan lugar a un tercero: dólar quieto y altas tasas en pesos, que se combinan para la darle vida a la "bicicleta financiera".

Esto es, desarmar posiciones en dólares, comprar activos en moneda local para aprovechar los altos intereses (Lebac) y, con lo obtenido, recomprar más billetes verdes.

Algunos funcionarios del Banco Central prefieren no hablar de bicicleta sino de "carry trade", pero lo cierto es que, más allá de las terminologí­as, esta triangulación de monedas le permite a los inversores incrementar sus patrimonios en dólares y de manera sencilla.

A los tí­tulos que emite el Banco Central ahora le salió un competidor desde el Ministerio de Finanzas: las Letes.

Así­ las cosas, se intensifica la pelea por ganar la preferencia del público inversor, al tiempo que crecen las dudas por la velocidad con la que está creciendo la deuda pública.

Pero esto no es todo, hay otro tema que también suma preocupación: cada peso que el Estado consigue es un peso menos que podrí­a haber ido a emisiones del sector privado.

En la jerga financiera se lo conoce como "crowding out", efecto que refiere al desplazamiento en la toma de créditos de empresas producto de la "voracidad" del sector estatal.

Este corrimiento -o directamente expulsión- también produce cambios en la liquidez disponible. Y los números que hubo en juego de este martes -la última emisión de deuda del año- dieron una idea de lo que está en juego.

La agitación polí­tica mientras se debatí­a la reforma jubilatoria, con caja de resonancia en el Congreso y en las calles del centro de Buenos Aires, le han conferido una mayor tensión a la singular operatoria financiera de este martes, en un contexto en el que no se pudieron cubrir $118.171 millones.

El mercado cambiario, como suele suceder, fue el primero en reaccionar frente al agitado escenario polí­tico y social: el lunes, el billete verde cerró con un alza adicional de 6 centavos para la cotización minorista oficial ($17,87).

Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, compartió un punteo de las variables que ejercieron influencia: 

1.- Habrá menos demanda por la medida tomada con las aseguradoras, que esta vez no podrán sumarse a "la fiesta" de tasas. Vení­an capturando entre 8% y 10% del total de cada licitación de Lebac. Hablando en plata, $30.000 millones la última vez que participaron. Luego de estar impedidas de intervenir en las licitaciones, el ministro Caputo "quiere invitarlas" a su propio negocio, el de las Letes

2.- A este cambio se suma otro no menor: el nuevo cómputo para los encajes bancarios que, en la práctica, redundará en el nivel de liquidez

3.- También tendrá incidencia el flamante gravamen a la renta financiera sobre los inversores extranjeros quienes, en la propuesta original, habí­an quedado exceptuados

4.- Difí­cil será obviar el contexto polí­tico del paí­s. Concretamente, el ruido derivado de la discusión por la reforma jubilatoria

La conclusión de Furiase es que todos estos condimentos darán lugar a una mayor presión cambiaria, que sólo podrí­a ser mitigada por la reaparición en simultáneo de Finanzas, que lograrí­a absorber una porción adicional de los pesos que queden dando vueltas.

En la licitación de Letes de Caputo -que se da paralelamente a la de Lebac de Sturzenegger-, algunos en la City ven un trabajo conjunto para desarmar la fastuosa cantidad de tí­tulos del BCRA.

Otros, en cambio, un intento del propio Caputo para que Sturzenegger baje la tasa de interés, reclamo compartido por el "ala polí­tica" de Casa Rosada que ya teme por el impacto sobre el crecimiento 2018 de la economí­a.

En contraposición, analiza Furiase, la mayor demanda estacional de moneda local (por parte del sector privado y público) limitará el impacto sobre el dólar. Esto, "ante una eventual expansión monetaria en una licitación de Lebac que se presenta muy apretada", advierte Furiase.  

En el grupo financiero Balanz Capital también creen que a Sturzenegger se le podrí­a dificultar la licitación de este martes.

Joaquí­n Olivera, el director de esa firma lo sintetiza así­: "La demanda de pesos del sector privado para el pago de aguinaldos y bonos de fin de año, es otra de las variables que le hará más difí­cil al Banco Central la tarea de renovar parte del stock de Lebac".

Dí­as atrás, Caputo ofreció por sus Letes tasas de interés de entre el 25,6% y el 26,5% anual para los distintos plazos (91, 119, 182 y 273 dí­as).

Estos rendimientos son 3% más bajos que los que convalidó Sturzenegger tanto en la licitación anterior de Lebac como en el circuito secundario (desde 29,25% hasta 29,60% para plazos similares).

Es por eso que lo que vaya a acontecer en la tarde de este martes será clave para el actual contexto económico. Como quedó expresado más arriba, el gremio de los economistas -aún los más cercanos a la administración Macri- vienen golpeando fuerte con sus crí­ticas a la gestión oficial.

De estas objeciones no se salvan ni Dujovne ni Sturzenegger. Tanto la estrategia fiscal como la antiinflacionaria se encuentran bajo la tormenta.

Una -la fiscal- viene siendo objetada por los integrantes del ala ortodoxa, por ser demasiado gradualista.

Tanto, que no logra convencer a quienes sostienen que una baja del rojo en las cuentas públicas es la mejor ví­a para mejorar el perfil de la economí­a. Tampoco, a aquellos que creen que el ajuste es el peor remedio ya que complica el crecimiento.

También es sabido que a Sturzenegger le llueven crí­ticas por su plan de tasas altas. No solamente por el perjuicio que trae sobre la actividad económica sino también por provocar un mayor atraso cambiario.

¿Por qué? Básicamente porque da lugar a un incesante ingreso de divisas provenientes del extranjero, que llegan al paí­s porque ningún financista quiere perderse la "fiesta" de las altas tasas en pesos y dólar planchado.

"Para mejorar el tipo de cambio real, debe bajar el déficit fiscal y el BCRA tiene que moderar su ansiedad por reducir la inflación apelando a pagar exorbitantes intereses", suscribe Furiase.

Balanz Capital hace una recomendación clara ante lo que pueda pasar en el Congreso con la reforma jubilatoria: "La aprobación de la Ley de Reforma Previsional podrí­a disparar una nueva apreciación de corto plazo".

Entonces, "serí­a propicio aprovechar los puntos de entrada en mercado de futuros del dólar (Rofex) y NDF, de cumplirse esta hipótesis", añade.

"Si, por el contrario, la ley no logra aprobarse en la Cámara de Diputados, esperamos que el tipo de cambio continúe depreciándose en lo que resta del año", completa.

En un marco polí­tico con tanta efervescencia, la colocación de este martes mantiene en vilo a la mayorí­a de los financistas, incluso la de aquellos que no participan directamente de la operatoria.

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