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Caos en la Venezuela de Maduro: entra en hiperinflación y anuncia que reestructura deuda externa

Lo anunció el presidente Nicolás Maduro. El monto que adeuda suma unos u$s150.000 millones. Designó una comisión para estudiar el tema
03/11/2017 - 14:16hs
Caos en la Venezuela de Maduro: entra en hiperinflación y anuncia que reestructura deuda externa

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este jueves que su gobierno iniciará una refinanciación y reestructuración de la deuda externa estimada en unos 150.000 millones de dólares.

"Nicolás Maduro realizó un anuncio muy confuso, del cual no se deben ni pueden desprender grandes conclusiones", dijo a BBC Mundo el economista venezolano Alejandro Grisanti, experto en deuda.

"Un refinanciamiento es una oferta de canje de bonos que se le ofrece a los inversionistas, y que ellos aceptan o rechazan voluntariamente", explicó.

"En una reestructuración se elimina el carácter voluntario y se le obliga a los inversionistas a aceptar los nuevos bonos. En cualquiera de los casos, el anuncio de Maduro fue más aspiracional dado que las sanciones prohíben la emisión de nuevos bonos", dijo en relación a las medidas financieras de Estados Unidos.

Lo que sí está claro, afirma el experto, es "que la voluntad de pago del gobierno ha disminuido sustancialmente y que muy posiblemente han sacado cuentas y ven la dificultad que tienen para honrar sus compromisos en 2018"

El mandatario nacional designó a una comisión, que estará presidida por el vicepresidente Tareck El Aissami, para estudiar el tema.

"Mañana tenemos que pagar u$s1.120 millones del bono Pdvsa 2017. He ordenado que a primera hora de mañana viernes se inicie el pago y a partir de ese día decreto un refinanciamiento de la deuda externa de Venezuela", expresó el mandatario en una alocución desde el paseo Los Próceres.

Maduro ordenó convocar a todos los bancos y tenedores de bonos que estén involucrados con los pagos internacionales.

"Vamos a hacer un reformateo completo de los pagos externos para hacer un equilibrio y cubrir las necesidades del país", aseguró.

El jefe de estado afirmó que Venezuela es víctima de una persecución financiera internacional; sin embargo, afirmó, que eso no ha sido impedimento para cumplir con los pagos.

"El viernes pasado pagamos u$s841 millones, duele por las circunstancias actuales, pero Venezuela siempre ha cumplido con sus obligaciones internacionales, hemos pagado nuestra deuda externa a tiempo con la intención de que cese la persecución financiera".

Agregó que de manera expresa las "repudiables" sanciones impulsadas por la oposición vetaron el re financiamiento necesario que Venezuela había emitido al mercado internacional a través de los bonos de Pdvsa. "Quieren ahogar a Venezuela, pero ni nos van a asfixiar ni nos vamos a rendir jamás", dijo.

En este sentido, El Aissami añadió que Euroclear, uno de los mayores sistemas de compensación y liquidación de valores mundiales, bloqueó al Gobierno el pago de "una orden de u$s1.200 millones en bonos", sin ofrecer más detalles.

El anuncio de reestructuración de deuda del presidente Nicolás Maduro, que no dio detalles y presenta aún múltiples incógnitas, confirmó los temores que muchos analistas venían presagiando: las dificultades de Venezuela para cumplir sus compromisos de deuda.

Y son muchas. Venezuela ha duplicado su deuda en bonos en los últimos diez años, tanto a través del Estado como de la petrolera estatal PDVSA.

El Gobierno socialista ha aplicado fuertes recortes a las importaciones de bienes como medicinas, como consecuencia de la merma de sus ingresos petroleros, para poder cumplir con la concentración de pagos por servicio de deuda externa.

En enero, el presidente Maduro admitió en 2016 una caída de importaciones del más de 50% respecto a 2015.

Según estimaciones de consultoras privadas, Venezuela tiene una deuda externa pública de unos u$s150.000 millones, que incluyen u$s45.000 millones de deuda pública, u$s45.000 millones en deuda de Pdvsa, u$s23.000 millones en deuda con China y u$s8.000 millones con Rusia, entre otras obligaciones.

El gobierno critica que pese a sus pagos puntuales, su prima de riesgo, que mide la posibilidad de impago, sea elevada. El indicador responde a percepciones en las que tiene que ver la grave crisis económica que atraviesa el país con la mayor inflación del mundo.

El riesgo concede a los bonos una alta rentabilidad, lo que los hace apetecibles para los acreedores y eso a la vez mina las arcas del Estado venezolano.

"Somos el país per cápita que más ha pagado deuda externa", dijo recientemente Maduro al cifrar en u$s65.000 millones los pagos en los dos últimos años. "Hemos cumplido hasta con el último centavo de dólar", agregó.

Hiperinflación

Más allá de estos anuncios, que ponen al país en una difícil situación frente a los acreedores internacionales, el presidente Maduro, anunció este miércoles la incorporación del billete de 100.000 bolívares -unos 28 dólares a la tasa de cambio oficial más alta, 2,40 dólares en el mercado negro- a la nueva familia de billetes del país.

El papel entrará en circulación a partir del viernes y tiene como imagen a Simón Bolívar y a pájaros de la fauna local -cardenalitos-.

Con él se busca "fortalecer la política de protección, seguridad social de los trabajadores y la familia venezolana", dijo el mandatario en cadena obligatoria de radio y televisión.

Venezuela afronta una escasez de dinero efectivo, entre otras razones y según el Gobierno, por el supuesto contrabando de las piezas monetarias hacia la vecina Colombia.

Otro factor es la galopante inflación, una cifra que no ofrece el Banco Central desde 2015 pero que según el Parlamento acumula un 536,2% en lo que va de año.

 Según el FMI llegará al 2.300% en 2018. Según los expertos y economistas, Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, y atraviesa una grave escasez de alimentos, medicamentos y otros productos básicos.

La escasez de efectivo ha llevado a que los ciudadanos hagan largas colas a diario en los bancos.

Maduro ha sugerido este miércoles a sus ministros que "la solución definitiva" a la escasez de efectivo es que el 95% de las transacciones comerciales del país sean electrónicas, desde el pasaje en autobús hasta el servicio de metro.

"Que la utilización de moneda física vaya siendo ya sustituida como está pasando en el mundo entero en general (...) creo que es la solución de fondo porque esta gente nos va a seguir haciendo la guerra del billete", agregó.

Todo ello en un escenario en el que por primera vez en la historia el país ingresó técnicamente en hiperinflación, pues el indicador marcó una suba del 50,6% en octubre frente a septiembre.

Así lo anunció la consultora Econométrica, que junto al Parlamento y otras entidades privadas ofrecen un cálculo de la inflación, en ausencia de datos públicos por parte del Banco Central.

La consultora habla de un máximo histórico de inflación, en un país que atraviesa una grave crisis humanitaria marcada por la escasez y la carestía de productos básicos como alimentos o medicamentos.

Entre los factores que la llevaron a la hiperinflación se pueden mencionar la emisión descontrolada de dinero por parte del Banco Central y el derrumbe de la producción.

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