La Bolsa española se dispara ante la posibilidad de que se supere la crisis de Cataluña
Al compás de las noticias provenientes de Madrid y de Barcelona, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, reaccionó con virulencia al alza con subas del más del 2%.
El motivo que alentó a los inversores es el posible giro de la Generalitat de convocar elecciones y disolver el Parlament. De esta manera, el Ibex se pone a la cabeza de los mercados de Europa, mientras que el resto de las plazas espera con calma la reunión del BCE.
El sector financiero era el más beneficiado ante las novedades de la situación en Cataluña. La compañía química Ercros lideraba las alza con subas de casi el 9% y le siguen Mapfre y el Banco Sabadell con casi el 6%. El bono español a diez años descendía por debajo de los 1,6% y la prima de riesgo baja a 111puntos.
Todo ello mientras el presidente del BCE, Mario Draghi podría anunciar hoy una reducción de las compras mensuales de bonos que realiza a partir del mes de enero. La munición del banco, en forma de compras de deuda (QE), empieza a terminarse y el programa, que arrancó en marzo del año 2015, se va a reformular según indique el mandatario italiano.
Por eso se dice que el presidente del BCE tiene la llave para que la bolsa se vaya a máximos (el EuroStoxx a un 1,9% de sus máximos anuales) o para dar la señal al inversor de que es mejor recoger las ganancias acumuladas hasta ahora a lo largo del ejercicio y dar por terminado el año.
Todas las miradas puestas en Barcelona
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, podría anunciar de forma inminente la convocatoria de elecciones en Cataluña para frenar la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El miércoles 20 de diciembre parece la fecha más factible para la celebración de estos comicios.
Puigdemont ha mantenido una reunión en el Palau de la Generalitat a la que han asisitido los consellers del Govern, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y diputados de JxSí, han informado fuentes conocedoras. A su término, está previsto que el presidente catalán dé una rueda de prensa.
El diputado de JxSí Eduardo Reyes, en declaraciones a los medios al salir de la reunión en la Generalitat, ha revelado que el presidente les ha transmitido su voluntad de convocar elecciones y que dicha propuesta de presidente es una decepción, ya que la mayoría de diputados de JxSí apuesta por declarar la independencia, según él.
Ya en el transcurso de la mañana de este jueves trascendía que la convocatoria de unas elecciones seguía sobre la mesa del president como vía para evitar los efectos de una acción unilateral, un escenario que se valoró como posible, según elEconomista.
Este encuentro de hoy se ha producido después de que Puigdemont mantuviera una larga reunión el miércoles por la noche con consellers, partidos y entidades soberanistas y a pocas horas del pleno del Parlament en el que se iba abordar la respuesta al 155 y que tras la comparecencia del presidente podría suspenderse.
Puigdemont cambia así de planes al abrir la posibildiad de convocar elecciones al Parlament si el Gobierno renuncia a aplicar el 155, lo que aleja la posibilidad de una declaración de independencia antes de que esta tarde arranque el pleno específico del Parlament. Es un giro de 180 grados con respecto a la apuesta de JxSí para que el pleno aprobase esta semana la DUI desestimando otros escenarios.
Según el diputado de esta formación Eduardo Reyes, la propuesta de Puigdemont "es una decepción", ya que la mayoría de diputados de JxSí apuesta por declarar la independencia.
Los escenarios que evalúan los analistas
La crisis secesionista de España oscila entre hervir a fuego lento y la ebullición. Las fuerzas independentistas catalanas y las autoridades del Gobierno central marchan rumbo a otro clímax el viernes, día en el que el Senado de Madrid le quitará la autonomía al Gobierno regional con sede en Barcelona.
Estas son las estrategias y escenarios más probables, según los analistas de Bloomberg para ambas partes:
Escenario 1: El plan de Rajoy funciona, vuelve la normalidad de a poco. Aunque el presidente Mariano Rajoy gobierna en minoría, su Partido Popular tiene la mayoría en el Senado. Aprueba facultades nunca utilizadas antes conforme al artículo 155 de la Constitución española para impedir que la economía de 212,000 millones de euros se separe ilegalmente del país.
En la práctica, la aplicación del artículo 155 comienza a debilitar una rebelión que ha usado las instituciones y los fondos públicos catalanes para buscar la soberanía. La represión en marcha parece poco democrática, en tanto se destituye o incluso se encarcela a líderes catalanes electos o designados por la sospecha de delitos que podrían abarcar hasta la sedición.
Las medidas del artículo 155 se transforman en leyes que pueden ser aplicadas en forma individual. Tras muchos meses de transición, marcados por la oposición en las calles y entre los funcionarios civiles necesarios para mantener abiertas las escuelas y los hospitales de Cataluña, se restablece gradualmente la autoridad de Madrid. La política vuelve a la normalidad con elecciones regionales en el nuevo año.
Escenario 2: Sigue el juego del gato y el ratón. El presidente catalán, Carles Puigdemont, declara inequívocamente la independencia. O llama a elecciones anticipadas para la región. O las dos cosas. Presenta esas opciones en el Parlament de Barcelona en sesiones organizadas el jueves o el viernes.
El Gobierno central pospone la implementación de todas las medidas de su artículo 155 después de su aprobación por el Senado el viernes, para anticiparse a la nueva constitución política de Cataluña, pese a que encuestas recientes señalan que los partidos independentistas podrían volver a obtener una mayoría.
La decisión de Madrid de posponer la aplicación de las medidas se basa en el respeto por la legitimidad de que Cataluña llame a elecciones y en una apuesta a que el nuevo Gobierno que llegue al poder no resulte tan desafiante, lo que permitiría que ambas partes se comprometieran más con lograr una resolución.
Escenario 3: El plan de Rajoy se topa con problemas, se desata el caos. Destituir a una clase política catalana electa democráticamente, apoyada por cientos de miles de funcionarios públicos que quieren independizarse de España, resulta ser una tarea pesada y cada vez más opresiva, que aumenta la impopularidad de los políticos que la llevan a cabo desde Madrid.
Este escenario conduce a disturbios constantes en las calles, a que inversores y turistas eviten Cataluña y que la economía española se encamine a una recesión. Los costos políticos de la estrategia de Rajoy comienzan a pesar sobre el Gobierno en minoría, en tanto se irradia la inestabilidad a otras zonas de España.