Economistas de varios países piden nuevas reglas para reestructurar deuda
Un grupo de economistas heterodoxos de diversas nacionalidades expresó ayer su apoyo a la creación de un nuevo marco regulatorio para los canjes de deuda soberana a nivel multilateral y pidió a los países europeos que voten a favor del proyecto en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que tratará la iniciativa mañana.
"Esta resolución de interés público debe ser apoyada por todos los Estados europeos y debe ser puesta en el debate público", enfatizaron los economistas en una carta enviada ayer a los máximos representantes de todos los países miembros de la ONU.
Lo firmaron Yanis Varoufakis Thomas Piketty, James Galbraith (Universidad de Texas en Austin); Heiner Flassbeck (ex economista jefe de la Unctad); Martín Guzmán (Universidad de Columbia); Jacques Généreux (Institut d'études politiques de Paris); Steve Keen (Universidad de Kingston); Gabriel Colletis (Universidad Toulouse); Michel Husson (Institute de Recherches Economiques et Sociales); Benjamin Lemoine (Universidad París-Dauphine); Mariana Mazzucato (Universidad de Sussex); Robert Salais (IDHES, Francia); Marc Bloch; Bruno Théret (Universidad Paris-Dauphine); Xavier Timbeau (Sciences Po) Gennaro Zezza (Levy Economics Institute); Giovanni Dosi (Scuola Superiore Sant'Anna), y Engelbert Stockhammer (Universidad de Kingston).
"Ayer la Argentina, hoy Grecia, y mañana quizás también Francia, cualquier país en deuda puede ser impedido de reestructurar su deuda a pesar de todo sentido común", agregaron. "El drama griego que se desarrolló durante el verano deja en claro que no queda tiempo para vacilaciones", destaca el texto.
El grupo de académicos llamó la atención sobre el surgimiento de "un mercado de deuda al que los Estados están obligados a someterse", y citó el caso argentino al mencionar que los fondos buitre "lograron congelar los activos de la Argentina en los Estados Unidos a través de la intervención de los tribunales estadounidenses". Además, destacaron al país por haberse "defendido de los 'fondos buitre' desde que reestructuró su deuda" y situarse "en la vanguardia de estos esfuerzos".
Según La Nación, también remarcaron que el establecimiento de un marco jurídico para la reestructuración de deudas "es una cuestión de gran urgencia en la promoción de la estabilidad financiera" que permitirá "que cada Estado pueda resolver sus problemas de deuda sin riesgo de colapso financiero o la pérdida de su soberanía".
Cabe recordar que el gobierno argentino fue el que se opuso a contar con un marco de reestructuración general de deuda soberana para poder negociar en mejores condiciones con los bonistas privados en los canjes del 2005 y 2010. Luego cambió de opinión, una vez que se quedó con un 7% de holdouts y sufrió una sentencia firme en los tribunales de los Estados Unidos.