El lado oscuro del bono dólar linked: la fuerte expectativa devaluatoria quedó al desnudo
"Un éxito" fue la conclusión a la que llegaron tanto el equipo económico oficial como los inversores privados luego de la colocación del Bonad 17, nuevo bono de Axel Kicillof que ajusta por el valor del dólar.
Y por cierto que cualquier licitación en la cual aparece una demanda que prácticamente triplica a la oferta de un Gobierno puede ser interpretada como una señal de confianza por parte del mercado.
Sin embargo, en esta emisión hay algunas condiciones que la hacen especial. Que le otorgan algo así como un "lado oscuro".
En primer lugar, el bono constituye un seguro contra devaluaciones. De manera que la cantidad de interesados en tener este papel deja al desnudo la fuerte expectativa existente sobre una corrección cambiaria para luego del cambio de Gobierno.
Dado que ese es el único beneficio del bono, porque cualquier otra opción del mercado tiene una renta superior, puede llegarse a la conclusión de que ningún inversor se está tomando muy en serio los juramentos de los candidatos en el sentido de que no habrá una devaluación.
Y, en segundo lugar, cuando un Gobierno emite un papel destinado a aquellos que están preocupados por la estabilidad del tipo de cambio, se presume que los pesos que vayan a ese bono saldrán, precisamente, del mercado de dólares. En otras palabras, un bono dólar linked saca del mercado pesos que tendrían "vocación" de convertirse en dólares y entonces eso disminuiría la demanda por el bilete verde.
Pero justo cuando se hizo la colocación, el interés por los dólares no sólo no se atenuó sino que hubo una disparada del blue.
Todo esto termina relativizando la medida del "éxito" que tuvo la colocación del Bonad 17, por el cual Kicillof captó una cifra equivalente a los u$s1.087 millones (alrededor de 10.000 millones de pesos).
Pronóstico pesimistaEl consenso de los inversores es que los $9,27 que marcan las pizarras de bancos y casas de cambio no es el precio real, sino que la referencia "verde" es un valor más cercano al "contado con liquidación" ($13,30) o el blue, que ya superó los 15 pesos.
Estas inconsistencias y falta de referencia uniforme del tipo de cambio, y la consecuente consideración que el dólar oficial se encuentra atrasado, se evidencia en que el Gobierno recibió ofertas por este nuevo bono, que vence el 22 de febrero de 2017, unos u$s1.384 millones, es decir, 2,8 veces más que el monto licitado originalmente de 500 millones de dólares, y que finalmente luego amplió y colocó más del doble.
Así, el precio de corte por cada u$s100 de este papel fue fijado en un monto superior (106 dólares), por lo que el valor teórico de este título fue de $9,79 por cada billete estadounidense.
Una referencia para nada despreciable ante un contexto en que cuesta conseguir billetes a "buen precio" y en el que el Ejecutivo está frenando determinado volumen en las autorizaciones de compra de los muy demandados dólares oficiales para ahorro, a $11,11.
Es que respecto al mismo lapso del mes pasado, está habilitando 13% menos de divisas por operación, ya que mientras en julio otorgaba u$s661 por persona, ahora sólo autoriza alrededor de u$s576.
Opciones en pesos para frenar demanda de dólares
Lo cierto es que la salida de divisas en un contexto de escasez preocupa al Gobierno, donde ya se le han ido más de u$s7.000 millones en el último año y medio por "dólar ahorro", mientras que el blue es el canal directo de acceso a divisas, sobre todo para aquellos que reciben ingresos no del todo justificados ante el fisco.
Ello es demostrado hoy por hoy en las cuevas, donde está cotizando el billete informal a más de 15 pesos.
Por lo que la presión y mayor seducción que impone una brecha superior al 60% hacia el tipo cambio oficial, más las expectativas que tiene el mercado sobre una posible unificación del precio del dólar con la asunción de un nuevo presidente luego de octubre, fueron determinantes para el éxito de la colocación de este bono "dólar linked" al 2017.
Incluso, batió récords de demanda otorgando una tasa más baja, de tan sólo 0,75%, cuando a fin de 2014 otro de los bonos bajo este sistema que colocó el Gobierno (el Bonad 2018) brindaba un interés más atractivo del 2,4 por ciento.
Según el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), esta herramienta dólar linked brinda "la posibilidad de cubrirse contra fluctuaciones cambiarias sin necesidad de recurrir a contratos de futuros o derivados, reduciendo así los costos de transacción".
Efecto sin impacto
El Gobierno utilizó esta emisión atada al tipo de cambio oficial para intentar calmar un poco a los ahorristas con una alternativa atractiva, al mismo tiempo que le posibilitó financiar el elevado gasto público y, a la vez, no sacarle billetes al Banco Central.
Y, lo más importante, también el objetivo de lanzar este título fue absorber una gran cantidad de pesos sueltos (unos $10.000 millones).
Es decir, el objetivo del oficialismo fue que los minoristas desvíen sus billetes nacionales hacia los Bonad 2017 y presione menos volumen hacia el "dólar ahorro" y el blue.
Y, al mismo tiempo, restarle capital a mayoristas y empresas, para que desaceleren operaciones de "contado con liquidación".
Por lo visto en la práctica, en la rueda del miércoles, posterior a la colocación del bono, ninguna de las dos cosas fue efectiva para tranquilizar a los ahorristas, pese al éxito de la emisión en su recaudación.
Es que las otras referencias para adquirir dólares no frenaron su escalada y siguieron al alza: el blue escaló diez centavos hasta los $15,15, por lo que marcó su precio récord en el año.
Mientras el contado con liquidación trepó nueve centavos hasta pisar los 13,40 pesos.
Cazadores de oportunidades
La gran pregunta que surge es quiénes son efectivamente los mayores inversores en estos papeles de dólar linked.
"Todos los ahorristas pueden ingresar, el tema es que los pequeños no son sofisticados en Argentina, por lo que no se vuelcan por lo general a la compra de estos títulos", resume Amilcar Collante, economista de CESUR.
Para Francisco Gismondi, analista económico de la consultora Empiria, esta alternativa está dirigida a aquellos inversores que sólo pueden invertir en herramientas oficiales, como las empresas y bancos, "como cobertura ante una eventual apertura del cepo cambiario y una devaluación".
Y concluye: "Los que apuestan ahora por el dólar linked son los mismos que van al dólar Bolsa a $13,40, y que diversifican los riesgos porque si se abre el cepo se podría llegar a validar un valor de 12 pesos por dólar, lo que los haría perder plata si se concentraran sólo en una alternativa".
En tanto, Rafael Di Giorno, director de la sociedad de bolsa Proficio Investment, dice que esta alternativa está destinada a aquél que "maneja plata en blanco, como el sector retail, corporativos, fondos de inversión y bancos".
Y acota: "Una brecha cambiaria del 60% es atractiva porque indica que van a converger el blue y el oficial. Para colmo hay presiones cambiarias de otros países, de los principales socios comerciales, como China y Brasil, para devaluar, y un tipo de cambio real bastante atrasado".
Entre los otros instrumentos financieros que se presentan en estos momentos, Gismondi considera que la compra de dólar a futuro es una "buena opción" para cubrirse de una posible devaluación.
Más allá de la buena alternativa del dólar linked, se deben tener algunos puntos en cuenta.
Por ejemplo, puede tener un riesgo de que pese a que haya un desdoblamiento cambiario y un salto cambiario, el mismo no se aplique al bono.
"Igualmente, teniendo en cuenta el atraso cambiario y el panorama externo, el dólar oficial debería estar en $13", tranquiliza Collante.
Para Gismondi, también está la posibilidad que no se abra el cepo y que el Banco Central deje estable, como ahora, el tipo de cambio, mientras el billete paralelo siga por las nubes, "lo que generaría que se pierda dinero con el dólar linked y los futuros".
Aunque este escenario es poco probable, teniendo en cuenta el notorio desfasaje de la moneda, donde para los importadores resulta muy barato el dólar actual para traer productos, mientras que para los exportadores es inviable realizar envíos al exterior porque no les cierran los números para ser competitivos.
El Gobierno no le encuentra la vuelta. Mientras tanto, los ahorristas protegen sus ingresos entre todas las alternativas disponibles en el mercado, incluso la del dólar linked.