Los bonos largos pierden fuerza ante menores chances de un acuerdo con holdouts
Existe coincidencia en que el canje del Boden 15 y suscripción del Bonar 24 que ofreció el Gobierno son una buena señal para el nivel de reservas el año que viene.
Pero también se asume que ello implica una caída en las chances de que llegue a un acuerdo con los holdouts, ya sea porque no necesitará hacerlo al contar con la espalda de divisas suficiente para terminar el mandato sin contratiempos o porque ofrecerá un arreglo por debajo de lo que los fondos buitre aceptarían.
El Global 17 perdió 1% tras conocerse la oferta, por ser el bono cuyo pago estará más comprometido por no cerrar el conflicto con estos acreedores. Y los Discount perdieron 0,51% (DICA) y 1,5% (DICY), por ser los bonos que los inversores tienen la esperanza de que su precio suba bastante con una solución.
"El mercado está menos optimista porque se incrementa la chance de postergar la solución con los holdouts y de que la causa nacional se haga más grande, por hacer la emisión de los bonos ahora y no después de enero, a una tasa mejor", dijo el jefe de research de una casa de bolsa.
Sucede que el gobierno podría haber realizado este canje tras llegar a un acuerdo con los buitres y, entonces, endeudarse a 2024 a una tasa menor.
"Una hipótesis de por qué lo hace pasa por reducir la urgencia de una negociación exitosa con los holdouts a partir de enero próximo. Se podría pensar entonces, que a sabiendas que no habrá acuerdo con los holdouts, el gobierno busca descomprimir la incertidumbre que podría haberse generado, a medida que avanzara el año, respecto de un eventual default de la deuda bajo legislación local", dijo el economista Luis Secco en su último informe.
Según El Cronista, si el Gobierno se saca la soga del cuello de la restricción externa el año que viene, tendrá más espalda para llegar a las elecciones presidenciales sin haber pagado la sentencia del juez Thomas Griesa.
"El Gobierno va a mover algunas piezas en este juego de tratar de presionar por una solución global que incluya a los holdouts no litigantes (me too’s) en cualquier arreglo más cercano a los términos originales (el canje de deuda), en lugar de ejecutar la sentencia en los términos determinados en la última decisión de la Corte. A los precios actuales del mercado, la brecha sigue siendo muy grande y, por lo tanto, no prevemos una pronta resolución del caso poco después de la cláusula RUFO expire a finales de este mes", dijo el último informe de la consultora ACM.
Y si este canje no sale tan bien, el Gobierno también dio la señal de que podría lanzar otra serie de Bonar 24, aunque sea a mayor tasa de interés.
Según el último informe de la consultora Economía y Regiones, el resultado de esta operación "habilitaría la posibilidad de realizar una operatoria similar en 2015, aumentando las expectativas de refinanciamiento de los vencimientos de deuda en dólares del próximo año", lo que implicaría una menor caída de reservas, menores expectativas de devaluación e inflación y, por ende, "más chances de seguir comprando estabilidad financiera".
Y coincidió en que un resultado positivo y la expectativa de una mayor estabilidad financiera "reducen la necesidad (y probabilidad) por acordar con los holdouts y aumentan las chances de que nuestra economía termine viviendo ’con lo nuestro’ hasta fin de 2015".
Así el próximo Gobierno heredará una economía con el atraso cambiario, inflación y déficit fiscal previstos, pero también con la deuda con los holdouts.