Avanza la convocatoria de empresarios nacionales para comprar parte de la deuda a los fondos buitre
Casi en simultáneo a los intentos oficiales para que los bancos argentinos nucleados en la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) negociaran la compra de la deuda en default en manos de los fondos buitre, el Gobierno inició un camino paralelo con el sector empresario de capitales nacionales, que se mostró rápidamente interesado en realizar su aporte.
La pérdida del valor de sus activos que se dispararía con un escenario de cesación de pagos sin proyección de solución impulsó a varios de los grupos más poderosos del establishment local a analizar la posibilidad de sumarse al plan de recompra de los bonos impagos y contribuir así a que se destrabe el escollo judicial y que la Argentina pueda pagarle a los bonistas reestructurados para salir del default.
Si bien estas negociaciones comenzaron semanas atrás, fue uno de los temas de charla de los pasillos del hotel Sheraton de esta ciudad, donde hasta hoy se desarrolla el 7º Coloquio de la Unión Industrial de Córdoba (UIC) bajo la consigna: “Qué sociedad queremos como argentinos”. También se escuchó a los industriales referirse a las expectativas a partir de este escenario, que la mayoría imaginaba resuelto pero que volvió a nublar las perspectivas para el corto y mediano plazo en materia de financiamiento y mejora de la actividad económica.
Diversas fuentes empresarias confirmaron que el CEO de Corporación América, Eduardo Eurnekian, es quien está liderando la convocatoria de este club de empresarios nacionales que estarían interesados en realizar su aporte. También se acercó el petrolero Carlos Bulgheroni, de Panamerican Energy (PAE) y hombres del sector de laboratorios.
Por otra parte, recibió un llamado del vicepresidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) el titular de la UIA, Héctor Méndez, para pedirle que busque empresas que estén interesadas en sumarse. “No son muchas las compañías que tienen excedentes financieros y pueden aportar, pero hay algunas que mos traron interés”, señaló un industrial.
Al respecto, el titular de la UIC, Ercole Felippa, destacó que prefiere que “las empresas que tienen excedentes financieros reinviertan ese dinero”, aunque sí valoró la posibilidad de que surja un acuerdo con los bancos extranjeros para la solución del problema de la deuda. Trascendió que continúa la negociación entre las cuatro entidades del exterior –HSBC, Deutsche Bank, JP Morgan y Citibank– y los holdouts para comprar parte de la deuda, pero todavía no hay definiciones.
Las empresas que mostraron interés persiguen dos objetivos: por un lado, evitar que el default afecte el precio de los bonos, que muchas tienen como inversión. Y por otro, ofrecer un gesto al Gobierno, que aunque insista en mantenerse al margen para evitar que se dispare la cláusula RUFO, desearía que una solución de estas características se concrete.
Las empresas petroleras interpretan que si ayudan al Gobierno en esta materia, podrían correr menos riesgos en la nueva ley petrolera que está delineando el Ejecutivo (las firmas temen perder concesiones). PAE, por ejemplo, opera Cerro Dragón, uno de los principales yacimientos de la Argentina.
La situación de default en la que ingresó el país desde hace una semana no modificó el día a día de las empresas, que ya sufren desde hace varios meses una fuerte caída de la actividad. Lo que sí generó es un cambio de ánimo y una sensación de que la economía caerá más de lo previsto este año y que no habrá rebote en 2015. “
Se prorroga la posibilidad de torcer el rumbo. Con una restricción de dólares, posiblemente aumente la brecha, será más difícil bajar la tasa de interés y aumentarán las restricciones a las importaciones”, afirmó el diputado por el Frente Renovador y secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren.
A su vez, según El Cronista, el titular de FIAT, Cristiano Rattazzi, aseguró: "“Agregamos otro pedazo de default. Teníamos la esperanza de que con la solución del tema de la deuda entrarían inversiones, y ahora no hacemos más que salir un poco más de los radares del mundo”".
Sobre el impacto del default, el presidente de la UIC sostuvo que “se agrega un condimento más que termina impactando sobre las variables de la economía”.