Las dos propuestas argentinas que se analizan ahora en la mesa del mediador Daniel Pollack
En este momento sobre la mesa del mediador Daniel Pollack se analizan dos propuestas para evitar que la Argentina caiga en su segundo default en 12 años. La negociación ya es cara a cara e incluye a todas las partes: la delegación de funcionarios argentinos y abogados del país que encabeza el ministro de Economía Axel Kicillof, los representantes de los fondos buitres y los banqueros que el Gobierno tuvo que ir a buscar para destrabar la negociación.
Una fuente con acceso a estas conversaciones reveló a LPO el contendido de una compleja negociación que desbordó a Kicillof y su equipo, y obligó a Cristina a pedir el auxilio de los banqueros que ahora son los que llevan las riendas de la negociación.
La primera propuesta, como trascendió ayer, consiste en que los bancos aporten una garantía de 250 millones de dólares a los fondos liderados por Paul Singer y se establezca algún sistema para pagar el resto del fallo luego de fin de año cuando vence la cláusula RUFO.
La segunda propuesta es que los bancos directamente le compren toda la deuda a los holdouts que consiguieron el fallo del juez Thomas Griesa. Esa deuda es por un valor nominal de unos 1.300 millones de dólares, pero los banqueros pretenden una quita. Ese es un punto central de la discusión.
El otro es establecer, seguramente mediante alguna cláusula secreta, el valor al que el Estado le recomprará esa deuda a los bancos, el año que viene. Es obvio que el Estado no puede aparecer pactando esto porque se caería toda la ingeniería para sortear la RUFO, que obliga a extender al resto de los bonistas cualquier mejora de pago.
En esta negociación que surgió por un pedido directo de auxilio de la Casa Rosada al titular del Banco Macro y presidente de Adeba, Jorge Brito, también participan bancos internacionales.
De hecho, si se decantara por comprarle toda la deuda a los fondos que lidera Singer, en los bancos de Argentina no hay los más de 1.300 millones de dólares que se necesitan. Es posible que bancos internacionales aporten ese fondeo.
No es un secreto que el gobierno venía hablando con Goldman Sachs y JP Morgan para ver cómo financiaba una operación de rescate de este tipo y que una vez sorteado el problema con Singer, debería hacerse extensiva a los "me too", el otro 6 por ciento de bonistas en default.
Problema de papelesPor ridículo que parezca, la propia impericia de Kicillof y su equipo generó una complicación inesperada. Al haber ido a buscar la ayuda de los bancos tan a último momento, hoy no hay tiempo material para hacer los papeles del acuerdo que se celebre.
Es decir, los gerentes y directivos de bancos que ahora están negociando, una vez cerrado el deal, necesitan que pase por los Comité de Créditos de sus respectivas instituciones, que lo aprueben los directorios y toda una serie de procesos legales que no se podrán salvar de acá a las 17 hora Nueva York, cuando Argentina entrará formalmente en default -ya está en cesación de pagos en Tokyo-.
Si bien parece un aspecto menor, los abogados de Singer una vez que se cierre la discusión de precios quieren tener los papeles firmados. Como es esperable, no es confianza lo que sobra en esta negociación.
De manera que si se llega a un acuerdo es posible que las Argentina esté unas horas o días en default hasta que se termine de procesar toda la documentación, concluye La Política Online.