Analistas remarcan que los bonos argentinos están baratos y es un "buen momento" para invertir
El rally ascendente de los bonos argentinos iniciado a principios de febrero es noticia incluso más allá de las fronteras.
Por ejemplo, el periódico económico ruso RBC Daily mencionó que los títulos locales se ubicaron a la cabeza de un listado conformado por 76 países emergentes monitoreados por Barclays.
Sucede que, en apenas un mes y medio, han rendido casi un 13% en dólares. Dato que contrasta con una canasta de papeles estadounidenses, que acercaron una utilidad de apenas 0,4% en ese mismo período.
"Eso no quiere decir que Argentina no tenga problemas, pero su Gobierno ha tomado una serie de medidas esperanzadoras", comenta Yákov Arnopolin, gerente de cartera de Goldman Sachs Asset Management.
Son muchos los inversores que se plantean comprar deuda argentina como una apuesta de corto plazo.
"En este momento, es rentable invertir en este tipo de bonos porque pagan mucho", argumenta Greg Saichin, de Allianz Global Investors.
Parte de esta mejora se debe a lo que en el mercado se denomina "arbitraje", que consiste en vender una determinada porción de papeles para luego comprar otra que presente mejores perspectivas o esté asociada a un menor riesgo.
Para los analistas, no es casual que la suba de los bonos argentinos coincidiera con las ventas masivas de títulos de Ucrania y Venezuela, que generaron para sus inversores pérdidas de hasta un 6%.
Estos cambios en las tenencias contribuyeron -junto con otros factores- a que el riesgo país se redujera unos 150 puntos básicos y pasara de 1.000 a 850 unidades.
Cabe mencionar que la mayor demanda prácticamente obvió la rebaja en la calificación que aplicara Moody's a la deuda y títulos locales días atrás.
La consultora basó tal reducción en la caída de reservas del Banco Central y en el consecuente mayor riesgo de que el país se quede sin fondos para pagar a los tenedores de bonos extranjeros.
La estrategia: buscar la ganancia de corto plazo
La demanda creciente de papeles argentinos que se observa por parte de inversores se fundamenta en la gigantesca brecha que separa los rendimientos que ofrecen respecto a sus pares de la región.
Así -por ejemplo- los títulos predilectos como son el Boden 2015 y el Bonar X ofrecen rentabilidades del 11% y 14% en dólares respectivamente (el primero vence en octubre de 2015 y el segundo en el 2017).
En tanto la del Global 2017 es de casi un 13% (ver cuadro).
Estos porcentajes son nada menos que entre nueve y doce veces superiores a los vigentes para títulos con vencimientos similares emitidos por Brasil, Perú o Colombia (ver cuadro).
Más aun. Los rendimientos de los citados papeles locales son, en promedio, unas 2,5 veces más elevados que los correspondientes a los bonos "Global" de los países vecinos con vencimientos a veinte años.
Tal como señalan los operadores de la city porteña, en el plano local se está ofreciendo un premio muy alto, más que nada si se tiene en cuenta el poco tiempo que resta para que algunos de estos papeles paguen la totalidad del capital.
"Hay un buen margen de oportunidad para invertir en Argentina", señala Pierre-Yves Bareau, director global de deuda de mercados emergentes de J.P. Morgan.
La entidad este año decidió aumentar sus tenencias de bonos argentinos en dólares, aunque define su estrategia como la de un movimiento de corto plazo. "No observamos un cambio fundamental para volvernos estructuralmente optimistas", aclara Bareau.
En tanto, Jorge Mariscal, director de inversión en mercados emergentes de Wealth Management, visualiza "un período de calma para los bonos argentinos ya que la liquidación de la cosecha de soja aportará una interesante cantidad de dólares y proporcionará un colchón temporal a las reservas del país".
Greg Saichin, de Allianz Global Investors, sostiene que apostar a papeles locales viene a ser "una inversión oportunista para aprovechar lo mucho que está pagando la Argentina".
En el orden local, Dionisio Corneille de la sociedad de Bolsa que lleva su nombre, considera que "los inversores siguen posicionándose en bonos con cobertura dólar, por más que ya se devaluó fuerte el peso".
Para este analista, los favoritos también siguen siendo el Bonar X y el Boden 2015.
En tanto, desde una casa de bolsa líder, su jefe de research afirma que el Boden 2015 "en situaciones más normales debería ofrecer una mayor renta, pero esto se ve desdibujado por la incertidumbre sobre cómo evolucionará la economía".
"Las reservas siguen en baja y no se sabe en cuánto estarán al final del mandato presidencial. Tampoco si se logrará financiamiento en el exterior para afrontar los nuevos compromisos, lo que suma incertidumbre al mercado", agrega.
Jackie Maubré, directora de Cohen sociedad de Bolsa, considera que "el atractivo de los bonos argentinos tiene que ver con las buenas expectativas de los inversores".
Y completa: "Si se toma como referencia los precios de dólar futuro del Rofex -que reflejan la expectativa de devaluación- el Boden 2015 alcanzaría un rendimiento anualizado en pesos de 50%".
"Consideramos que resulta conveniente comprar y atesorar este título hasta que se hagan realidad estas proyecciones", dice la experta de Cohen.
Según Maubré , "las expectativas de devaluación que se ven en el Rofex dan cuenta de que los inversores perciben que habrá nuevos ajustes macroeconómicos. Esto explica su gran rendimiento respecto a otros bonos de la región".
Rubén José Pasquali, analista de mercados de Mayoral, afirma en diálogo con iProfesional, que es recomendable "invertir en Boden 2015 porque su tasa de retorno es alta".
"Yo creo que el Gobierno va a respetar las tres cancelaciones de renta que le faltan al bono y la devolución del 100% del capital en dólares, ya que será el último pago que debería hacer Cristina antes de que finalice su gestión", analiza Pasquali.
"Si no lo pagan, no tendrían sentido las actuales gestiones para arreglar con el Club de París, con los holdouts o el acercamiento con el FMI. Sería un contrasentido muy grande que no se lo cancele. Todo el mundo tiene presente el default del 2001 y el pasado nos condena como país", concluye el experto de Mayoral.
Los motivos del mayor interés inversor
Los analistas consultados por iProfesional, sostienen que uno de los motivos que impulsó el rally ascendente de las cotizaciones de los bonos radica en el cambio de estrategia del Banco Central, en su afán por estabilizar el mercado cambiario y recuperar reservas internacionales.
Adicionalmente, para los expertos fue positivo el giro experimentado por el Gobierno en cuanto a su intención de acercarse a los mercados financieros, lo que abre una hendija en las expectativas de los operadores sobre la economía argentina y su evaluación respecto de la deuda soberana.
En tal sentido, fueron varios los bancos de primera línea que en las últimas semanas recomendaron aumentar la exposición a activos argentinos.
Uno de ellos es el Bank of America, cuyos analistas reconocen que se están tomando diversas medidas pro-mercado.
En su análisis, consideran que "los bonos nominados en dólares estarán sostenidos por una buena cosecha, que ayudará a mantener las reservas, así como por las negociaciones de deuda con el Club de París y el recorte de subsidios".
"El Gobierno sigue tomando medidas favorables a ojos de inversores que lo ponen un paso más cerca de la comunidad internacional", señala en su último informe Marcos Buscaglia, economista jefe de Bank of America para la región.
A la recomendación de esta entidad se suma a la que realizó a fines del año pasado Barclays Capital, subrayan desde Inversor Global.
Precisamente, desde el banco inglés sostienen que "las valoraciones siguen siendo atractivas y se recomienda mantener títulos locales y los de la provincia de Buenos Aires nominados en dólares con vencimiento en 2015 y 2021".
En tanto, otro gigante de las finanzas mundiales, JP Morgan, si bien mantiene una postura moderada para el mediano y largo plazo, es optimista en cuanto a los rendimientos de corto.
Pese a tener en claro el efecto nocivo que produce el mercado paralelo de cambios y la presión de la política fiscal, sostiene que la prima de riesgo podría reducirse en caso de aliviarse la preocupación sobre la caída de las reservas y el resultado de las paritarias en curso.