Abren el cepo cambiario: el Gobierno vuelve a autorizar la compra de dólares para atesoramiento
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, informó este viernes que el Gobierno decidió autorizar la compra de dólares para ahorro a partir del próximo lunes.
De ese modo, decretó la flexibilización del denominado cepo cambiario.
Si bien no dio demasiados detalles sobre la medida, el jefe de Ministros aclaró que la posibilidad estará atada a las declaraciones juradas de ingresos que realizaron los contribuyentes.
"El Gobierno considera que el dólar llegó a un nivel de convergencia aceptable para los objetivos de política económica", declaró Capitanich antes de retirarse de la sala de conferencias sin aceptar preguntas.
{noticias-relacionadas}El funcionario estuvo acompañado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien en una primera etapa no había hecho declaraciones pero volvió sobre sus pasos para decir: "Los mismos que durante diez años nos decían que el dólar valía $1, ahora nos quieren hacer creer que está a 13".Un cepo al crecimiento
En la argumentación oficial, el cepo fue necesario en 2011 porque se estaba sufriendo el embate especulativo contra la moneda nacional.
Con las restricciones a la compra, se decía que se iban a lograr varios objetivos, entre los cuales el más importante iba a ser el de canalizar los dólares hacia las compras de maquinarias y apuntalar la reindustrialización.
Esa fue, al menos, la fundamentación de Kicillof, que luego fue desmentida por la realidad, cuando se constató que la tasa a la cual aumentaba la importación de automóviles cuadruplicaba a la de bienes de capital.
Además, pese al deseo oficial, el cepo fue responsable directo de la suspensión de proyectos de inversión, ya que las empresas se han negado a vender sus dólares a un precio por debajo del de mercado y después no poder recomprarlos para girar utilidades.
Para peor, tampoco ha sido eficiente en detener la acelerada caída de reservas y encima ha sido uno de los grandes culpables del revés electoral del oficialismo.
Estos hechos convencieron al Gobierno de que era hora de buscar una salida.
Por ahora ésta es parcial, el cepo no se libera pero al menos se da un paso en la flexibilización.
Pistas que se venían dando
Por lo pronto, hacer subir aceleradamente al dólar oficial al tiempo de haber querido moderar (sin éxito) el alza del blue (y del conta con liqui), vendiendo bonos de ANSES, ya era visto por muchos analistas como un anticipo de la estrategia oficial de flexibilizar gradualmente el cepo.
Todo apunta a que las cotizaciones a futuro converjan a un valor intermedio o que, al menos, estén más cerca unas de otras.
Sin embargo, pese a la continua venta de bonos para reducir el valor del conta con liqui y así contener al blue, lo cierto es que la divisa informal no dio muestras de querer bajar.
No obstante, la administración K confía en que si se pasa el momento del año de mayor demanda estacional de dólares, ahora en verano, entonces no estará perdida la batalla por achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.
Por otro lado, hoy el Gobierno intenta un módico avance en cuanto a la posibilidad de que ingresen dólares frescos, luego de las señales "market-friendly", como las que ha venido mostrando. En este contexto debe entenderse:
• Por qué se llegó a un acuerdo con Repsol por YPF.
• Por qué se le pagará a empresas que ganaron juicios en el CIADI
• Por qué se negocia con el Club de París.
• Por qué se presentará un nuevo Indec de precios.
• Por qué se trata de cerrar el litigio con "fondos buitres".
La estrategia oficial pasará no tanto por reprimir la demanda sino por aumentar la oferta de dólares.
Había también debate respecto a cómo es la relación causal: ¿la llegada de inversiones permitirá levantar el cepo o, más bien, debe primero liberarse el mercado cambiario para que lleguen los dólares del exterior?
Para los analistas de la consultora Economía&Regiones, no hay dudas al respecto: "Más inversión externa directa exige sí o sí relajar el cepo cambiario y las trabas a las importaciones, ya que ningún inversor internacional vendría sin la certeza de que podrá girar dividendos y acceder a los insumos necesarios para la producción".
Está claro que el objetivo buscado no es fácil. Y mientras tanto, los funcionarios cruzan los dedos para que el verano pase rápido y lleguen los dólares de las exportaciones agrícolas, más los que aporte el mercado financiero luego de los gestos amistosos del Gobierno.
Todo, con el fin de desarmar una bomba que, ahora admiten, nunca se debió haber armado.
Una situación extraña, que el analista Jorge Asís define como la "vuelta a la identidad peronista" y la adopción de una política liderada por Kicillof que implica "el fin del relato que colapsa".
Y concluye: "Una vez más se demuestra que los Kirchner-cristinistas son muy duros en el difícil arte de arrugar; pero a la larga arrugan".