Tiempos se aceleran: con el dólar a más de $6,45 ya se "esfumó" toda la devaluación del 2014
Corría el mes de enero y el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, afirmaba que "no era descabellado" suponer que el dólar oficial alcanzara los $6 a finales de 2013.
Con estas declaraciones, no hacía otra cosa que dejar de manifiesto que la cotización incluida en el Presupuesto para este año estaba cuanto menos "dibujada", habida cuenta de que consideraba que no iba a superar, en promedio, los $5,10.
Con el paso del tiempo -atraso cambiario mediante- esa proyección fue quedando sepultada, al igual que otras tantas otras estimaciones a las que hizo referencia.
En efecto, el billete verde oficial cerrará en torno de los $6,50 para finales de diciembre (y al valor medio se ubicará en los $5,50).
Estas diferencias, tan marcadas por cierto, no sólo se corresponden con lo sucedido en 2013, sino que también se repetirán en el 2014 y con mayor ímpetu.
Es que en el Presupuesto para el año que arranca -aprobado por el Congreso- el Gobierno estableció que el valor oficial será de $6,33 "promedio" (es decir, con un nivel más bajo en el arranque y uno más alto en el cierre).
Pero la vorágine que imprime la actual realidad -signada por una preocupante caída de reservas, un blue que no da tregua, una alta emisión, un gasto público difícil de bajar y una inflación que se resiste a salir del pedestal del 26% anual- han dejado esas proyecciones desactualizadas incluso antes de que el nuevo año comience a rodar.
En efecto, aún no se llegó al 2014 y el dólar ya se ubica en los $6,45, una cifra superior a los $6,33 del promedio oficial previsto en el Presupuesto.
En buen romance, el Gobierno "se devoró" toda la devaluación del año próximo. Señales que llegan de los inversores
En este contexto, conviene repasar los pronósticos para el billete verde efectuados por bancos locales y grandes consultoras internacionales.
También, resulta útil indagar los precios que están arrojando otros indicadores, como el del mercado de futuros Rofex.
En él confluyen inversores para realizar contratos, pagan una prima a cambio de asegurarse la entrega de una determinada cantidad de dólares a futuro.
Y la realidad de hoy día muestra que se está pactando un precio de $8,93 para octubre 2014.
¿Qué refleja esta cotización? Nada menos que una devaluación del 39% para los primeros diez meses del año que, anualizada, supera el 48%.Otras de las "pistas", en este caso indagando sobre cómo ven el dólar para Argentina desde los mercados internacionales, se encuentra en los llamados NDF (Non-deliverable fowards).
Estos, a diferencia del anterior, son inmunes a la ingerencia del Banco Central, que suele intervenir comprando y vendiendo divisas para influir sobre el precio.
¿Qué dicen estos contratos? Tomando los futuros a un año -dólar contra peso- se desprende que en el plano externo ya se está previendo una devaluación superior al 50%.
A partir de ese ritmo, los inversores del exterior ven al billete verde en los $9,64 para fines de 2014. Lupa de analistas locales e internacionales
En líneas generales, los departamentos de análisis económico de los grandes bancos internacionales coinciden en pronosticar un dólar que se ubicará entre los $8,50 y los $9,00 para el ahora cercano 2014.
Estas cifras llevan implícitas una tasa devaluatoria de entre el 35% y el 45% (ver cuadro).
Cabe destacar que el último informe se hizo a mediados de noviembre y cada entidad partió de un tipo de cambio proyectado distinto para finales de diciembre.
Lo llamativo es que existe bastante consenso -tanto en los precios como en las variaciones anuales- pese a que los pronósticos provengan de entidades establecidas en diferentes países: en Brasil (Itaú BBA), Estados Unidos (Bank of America y Citigroup) o en Alemania (Deutsche Bank).
Pero el prónostico más alcista lo efectuó el banco JP Morgan, ya que sus analistas estiman que la devaluación del tipo de cambio oficial se ubicará en $9,20 para fines de 2014.
Si se comparan las estimaciones de los economistas locales con las de compañías internacionales, es evidente que estas últimas tienen un diagnóstico de mayor repunte, ya que los primeros fijan un techo para la devaluación del orden del 40% (ver cuadro).
Como se desprende del gráfico, los precios para fin de 2014 se establecen en un rango que va desde los $8 a los 8,70.
En el caso del estudio que dirige Orlando Ferreres, su director, Fausto Spotorno, hace referencia a un tipo de cambio de $8,57 y a una tasa devaluatoria cercana al 40% anual.
"Preveíamos que se iba a comenzar a depreciar con más fuerza a partir de enero o febrero, cuando muchos argentinos están de vacaciones. Pero se adelantaron los tiempos con el cambio de mando en el Banco Central", afirma el analista.
En cuanto a los factores que inciden en esta aceleración, Spotorno los adjudica a la necesidad del Gobierno de achicar la brecha cambiaria.
Una de las razones de esta estrategia es que los millones de argentinos que cruzan la frontera no sientan que es negocio "reventar la tarjeta" a un tipo de cambio que consideren "conveniente", lo que se traduciría en un mayor sacrificio de reservas por parte del Banco Central.
"El Gobierno está intentando achicar distancias entre el oficial, dólar turista y blue", afirma Gastón Rossi, director de LCG y socio de la consultora de Martín Lousteau.
En tanto, la analista Milagros Gismondi, de Empiria, pronostica una cotización de $8,70 para los próximos doce meses y una tasa devaluatoria cercana al 35%.
"El Gobierno buscará que el repunte del dólar se ubique por encima del índice inflacionario para ganar algo de competitividad cambiaria", remarca.
En general, los analistas consultados por iProfesional señalan que esta estrategia tiene como finalidad recuperar algunos puntos del atraso cambiario acumulado, que hoy sería del 30 por ciento.
Camilo Tiscornia, director de la consultora C&T, es uno de los más moderados en las estimaciones alcistas, al ubicar al dólar en $8, lo que implica una devaluación del 23% para 2014.
Inflación, reservas y crecimiento
El gran interrogante a partir de ahora es hasta qué punto se podrá sostener la aceleración de la tasa devaluatoria sin que ello genere un efecto contagio en la inflación y, finalmente, termine por neutralizar la competitividad que se busque recuperar.
"Anticipábamos que el Gobierno, pasadas las elecciones, iba a acelerar el ritmo. Pero también creemos que de no moderar la tasa en los próximos meses, el alza del dólar oficial tendrá impacto en la inflación", remarca Tiscornia.
Existe consenso entre los economistas consultados por iProfesional de que el próximo año la suba de precios pegará un nuevo envión y que, lejos de bajar del 25%, incluso trepará unos puntos más.
"Estimamos que estará más cerca del 30% porque se estará devaluando más rápido y por el impacto de algún ajuste tarifario, que quizás se produzca a partir de enero, que es un mes tradicional para ello" afirma Rossi.
Desde el estudio de Orlando Ferreres coinciden: "Si todo sigue así, la inflación puede ´raspar´ el 30% en 2014 con crecimiento bajo de la actividad económica".
En cuanto a las reservas, Spotorno pronostica que "seguirán cayendo hasta un nivel cercano a los u$s20.000 millones".
En tanto, Tiscornia, estima que se ubicarán entre los u$s25.000 millones y los u$S27.000 millones para fines del próximo período.
Al respecto, considera que "es muy importante que a corto plazo se den señales de que se puede conseguir financiamiento en el exterior para tranquilizar al mercado. Luego, con la cosecha de soja, entraría una buena cantidad de dólares que podría ayudar a encauzar la situación".
Pero hace una salvedad: "Si no se controla el déficit, si no se modera el gasto y si se sigue devaluando en cuotas, las expectativas negativas irán complicando el escenario".