El Partido Republicano le ofrece a Obama una tregua y se aleja la posibilidad de un default
Estados Unidos pareció el jueves alejarse, al menos temporalmente, del temido default que acarrearía “consecuencias catastróficas”, según el pronóstico compartido por la Casa Blanca, los organismos internacionales como el FMI y el BM, y líderes de varios países del mundo.
En una reunión con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, los republicanos de la Cámara de Representantes presentaron la oferta de elevar el límite de endeudamiento del país temporalmente, por seis semanas, y abrir mientras tanto un canal de negociación para levantar el cierre administrativo del Gobierno federal, que ayer cumplió 10 días.
La primera reunión, calificada como “buena” y “útil” por ambas partes, representa la primera señal concreta de que el estancamiento político que había hasta ahora, y que sacudió los mercados y puso en duda la solvencia del país, puede destrabarse. Las negociaciones continuaban anoche y seguirán hoy.
Dado el hermetismo respecto al contenido de la reunión, hasta la noche del jueves no estaba del todo claro si los republicanos estarían dispuestos a acabar con la paralización parcial del Gobierno por falta de fondos, que comenzó el 1 de octubre, en el caso de que no haya concesiones que limiten la ley de salud que impulsó Obama, una posición que provocó la crisis.
Aún así, la oferta de elevar el límite para el endeudamiento público, cuyo plazo vence el 17 de octubre próximo, es un cambio significativo de los republicanos, quienes habían esperado obtener compromisos sobre el gasto público y en salud.
Al ampliar la capacidad del gobierno para endeudarse hasta posiblemente mediados o fines de noviembre, se elimina la amenaza en el corto plazo de un incumplimiento de pagos que perjudique desde los jubilados hasta los inversores en bonos.
“"Es hora de que estas negociaciones y conversaciones comiencen”", dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, a periodistas tras presentar el plan a sus colegas republicanos.
Obama ya dijo que está dispuesto a considerar un aumento de corto plazo del límite de endeudamiento, en la medida en que no esté atado a otras concesiones.
El presidente estadounidense analizará la propuesta, dijo un funcionario de la Casa Blanca. Sin embargo, el gobierno insiste en que los republicanos deben también llegar a un acuerdo para acabar con la paralización parcial de los servicios públicos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, insistió en este punto, al decir a la prensa que su partido negociará con los republicanos solamente cuando se reabra la Administración federal.
Pese a que el acuerdo no está del todo asegurado, los avances y señales de buena voluntad dieron una auténtica sacudida a Wall Street, que registró su segundo mejor día del año. El Dow Jones ganó un 2,18%, mientras que el índice S&P 500 subió un 2,18%.
Pese a que Obama invitó a todos los congresistas republicanos, el líder John Boehner limitó a 18 altos mandos del partido la comitiva que se reunió con el Presidente, algo que fue visto como un desaire a la Casa Blanca en este tiempo de tensión.