En junio el Merval perdió la ganancia del año y sólo unos papeles siguen con ventaja frente al blue
Una de las grandes atracciones que suelen promocionar los parques de diversiones son las montañas rusas, ya que aseguran el disfrute -bajo una particular forma- del vértigo de sus continuas subidas y bajadas abruptas.
Esta experiencia, aunque de forma mucho menos placentera, es similar a la que deben haber tenido quienes mantuvieron colocaciones en la bolsa porteña.
Es que a lo largo del primer semestre del 2013, luego de un arranque de año positivo, se ingresó en un período con idas y venidas en las cotizaciones, que se prolongó hasta mediados de abril.
A partir de ese momento, se entró en un "rush" ascendente que tuvo su punto de efervescencia el 10 de mayo, cuando el Merval alcanzó uno de sus mayores picos históricos en pesos y superó los 4.000 puntos básicos.
Pero, de allí en más, el mercado de valores local ingresó en una pendiente descendente comparable a la del citado juego.
Desde que tocó su nivel máximo hasta la actualidad, el índice se contrajo nada menos que un 27%, mientras que -en contraposición- entre enero y mayo ganó un 39%.
De esta manera, terminó el semestre con un saldo levemente positivo.
La explicación de lo ocurrido en los últimos seis meses se relaciona con el comportamiento del dólar blue, ya que tanto la expansión como la contracción de los precios tuvieron como origen la interrelación existente entre los principales papeles bursátiles y el tipo de cambio.
Este vínculo se genera a través del denominado "contado con liquidación", mecanismo por el cual quien posee acciones o bonos en el mercado local, que a la vez cotizan en el exterior, los puede transferir a una cuenta en otro país, venderlos y recibir como pago billetes verdes en su cuenta.
Así, el movimiento bursátil se vio alentado por el "dólar fuga" hasta que se llegó a la cotización tope de $10,50 en la plaza paralela.
A partir de ese momento, el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto y, curiosamente, apeló al mismo mecanismo que utilizaron los particulares para sacar dólares del país, pero en sentido inverso.
Es decir, entes oficiales vendieron buena parte de sus carteras para debilitar los valores y hacer bajar al "conta con liqui", lo cual se vio reflejado en el precio de las acciones y bonos.
Como consecuencia de ello, el primer semestre terminó con una fuerte dispersión entre los papeles que componen el Merval.
En tal sentido, surgieron como claros ganadores Telecom y Siderar, con avances del 50% y 27%, mostrando un alza superior a la del blue en lo que va del año (18%).
En tanto, las mayores bajas correspondieron a Petrobras Brasil y su filial Argentina (Pesa), con el 19% y 15%, respectivamente.
Por el lado de los títulos públicos, también se notó una fuerte distorsión, ya que frente a ganancias del orden del 28% en el caso de los cupones atados al PBI en pesos y del 18% en el caso del Bonar VII; algunos papeles resignaron hasta un 11% de su valor, como es el caso del Discount en dólares (Ley Nueva York), o el 7% del Par en pesos.
Mercados del exterior
En tanto, los mercados internacionales, en lo que va del año, muestran una clara tendencia a favor de las bolsas estadounidenses, ya que sus tres principales indicadores crecieron un 14% en promedio, liderados por el Nasdaq, que subió el 16%.
En cuanto a las bolsas europeas, los rendimientos expresados en dólares mermaron notoriamente, e incluso algunos mercados presentaron pérdidas.
Los mejores rendimientos del semestre correspondieron al DAX alemán y al CAC francés, que treparon alrededor de un 3%, cuando hasta mayo acumulaban poco más de 8%. Mientras tanto, la bolsa madrileña perdió un 5 por ciento en el 2013.
Muy distinto fue el panorama en las plazas latinoamericanas ya que mostraron bajas generalizadas en el año, si se las ajusta por el tipo de cambio. Las mayores caídas las debió soportar el Bovespa de San Pablo, que perdió un 27%, seguido por los mercados chileno y mexicano, con bajas del 13% y 11%, respectivamente.
En este contexto, el Merval avanzó en el consolidado anual un 4,3 por ciento.
Por el lado de las materias primas, también existió una enorme dispersión en sus rendimientos en estos seis meses, ya que, por ejemplo, el trigo perdió cerca del 10%, mientras que la soja subió casi en igual proporción. En cuanto al precio del petróleo, avanzó cerca de un 6%, pero la peor parte la tuvieron que afrontar los metales preciosos, pues el oro retrocedió un 27% y la plata casi el 40%.
Junio: el mes en el que se cayó todo, o casi...
Como ya se mencionara, el viento de cola que venía impulsando a los mercados locales de renta fija (bonos) y variable (acciones) cambió abruptamente hacia mediados de mayo, y en su lugar comenzaron a soplar fuertes "ráfagas vendedoras" provenientes de organismos oficiales que afectaron notoriamente a las cotizaciones.
En este contexto, en un mes marcado por la existencia de varios feriados cambiarios, el blue terminó con una caída del 7%, por lo que todas las operaciones financieras que perdieron menos que ese porcentaje se vieron revalorizadas en dólares.
El caso paradigmático ha sido el de aquellos depósitos a plazo fijo en pesos que, con tasas mensuales del orden del 1,3%, obtuvieron una "ganancia verde" de alrededor del 6% en apenas treinta días.
De esta manera se reeditó, aunque posiblemente sin buscarlo y por lapso muy acotado, la "bicicleta financiera", aquella que permitía obtener jugosas ganancias en dólares mediante colocaciones en pesos.
En promedio, las acciones líderes representadas por el Merval perdieron el 15% de su valor, siendo los casos más dramáticos el de Petrobras, que cayó un 29%, seguida por Comercial del Plata, con el 25%, y Edenor, con el 20 por ciento.
Por el lado de los bonos, los resultados también fueron decepcionantes, con caídas que llegaron a ser del 16% en el caso del Discount y del 12% en el del Bonar X.
Pero no todo fue malo en el mes, ya que por ejemplo los cupones atados al PBI, que habían perdido todo su pasado esplendor, avanzaron un 18% en el caso de los denominados en pesos y un 11% para los emitidos con ley argentina.
Qué se puede esperar
"En el mercado se mantiene la expectativa y algunas dudas sobre la puesta en marcha de los Cedin. Algunos hablan de que cotizarán con un descuento aproximadamente del 10% los no aplicados, y según afirmó el Merval en un comunicado, se podrán comprar y vender a través de su sistema electrónico de negociación; e incluso se realizará bajo sistemas de concurrencia de ofertas que aseguren prioridad precio-tiempo", afirma Sabrina Corujo de Portfolio Personal.
"No obstante, insistimos que el éxito o no de este mercado dependerá de su liquidez y la confiabilidad en el instrumento, y sólo se verá en los próximos meses. Mientras, y aunque no es gratuito, el Gobierno parece estar determinado a paralizar la plaza informal y a presionar el contado con liquidación para así al menos asegurar una plataforma de largada más baja para el billete, y crear un mercado de referencia", agrega.
"En junio hubo muy poca liquidez en el mercado porque las tesorerías requirieron pesos para pagar los aguinaldos. Encima, el Banco Central subió la tasa de interés y le quitó liquidez al mercado. Por eso fue un mes complicado y generó incertidumbre", resume a iProfesional Ignacio Boccardo, portfolio manager de Cohen Sociedad de Bolsa.
A su vez, el mes pasado hubo muchas colocaciones en mercados primarios, y las compañías de seguros tuvieron que destinar capital a mercados a largo plazo. A ello se suma el riesgo del inminente fallo negativo por la disputa con los fondos buitre y el mayor control sobre el blue.
En resumen, "todo le dio más inestabilidad al mercado y afectó a la bolsa", afirma Boccardo.
Como alternativas para inversión, el experto recomienda los bonos con ley local en dólares, como el Bonar 17, ya que "están baratos por la paridad con la divisa, y por su cotización en pesos tienen muy buenas perspectivas para los próximos meses".
En definitiva, "por más que haya un fallo negativo proveniente de Nueva York, que es lo que el mercado espera, el rendimiento es atractivo", dice Boccardo.
Para los operadores de Puente, las alternativas de inversión entre los bonos soberanos son "aquellos en dólares regidos por legislación local de corto y mediano plazo, y aquellos en euros bajo legislación de Inglaterra".
Respecto a los bonos provinciales, "preferimos los garantizados por regalías hidrocarburíferas, y aquellos con mayor rendimiento ajustado por volatilidad".
Y en cuanto a los bonos corporativos, "vemos valor en el sector petrolero y aquellas compañías con mayor exposición internacional", finalizaron.
En definitiva, para lo que viene en julio, en caso que no haya alguna noticia inesperada, "el mercado va a tener un rebote positivo, se va a recuperar y va a captar la liquidez", resume el analista de Cohen Sociedad de Bolsa.