El Banco Central analiza ponerle un máximo a las tasas de los préstamos personales
La baja de tasas al 30% que impuso Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) por financiar saldos con tarjeta de crédito y las tres cuotas sin interés más el 10% de descuento que propusieron los bancos extranjeros nucleados en ABA, fueron recibidos como una buena señal en el directorio del Banco Central, aunque no fue suficiente.
Por eso, analizaban poner un tope a los créditos personales, cuyo costo financiero total podría ser del 30%, contra el 45 o 50% que hoy cobran varios bancos.
Además, es una forma de bajar también la tasa que cobran las tarjetas por financiar saldos, que no puede ser más de un 25% que la tasa de los personales.
En la City lo ven como una clara medida electoralista, de modo de incentivar en la población el consumo previo a las elecciones del próximo 27 de octubre.
Principalmente, en momentos en que se está desacalerando, tal como lo viven las cadenas de electrodomésticos, cuyos locales suelen verse vacíos desde que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, les prohibió hacer publicidad en los diarios.
"“El tema pasa porque no hay demanda de crédito: pueden bajar la tasa, pero la gente está asustada y no toma préstamo alguno, salvo la financiación de la tarjeta de crédito y la línea productiva"”, confiesan en uno de los grandes bancos que mueven el perímetro de los créditos en la Argentina.
Ante este dilema, según El Cronista, el temor es que se exija a los bancos que presten una cantidad determinada de sus depósitos, que podría ser el 5%, de modo de asegurarse que la población reciba estos préstamos subsidiados antes de las elecciones. Fuentes oficiales niegan que vayan a hacer esto, ya que casi la mitad de los préstamos que otorgan los bancos son para el consumo.
Andrés Méndez, director de AMF Economía, detalla que, sobre un muestreo de 53 bancos, sólo el 30% presta a una tasa nominal del 30% anual, mientras el 70% lo hace a una tasa superior al 30%. Además, advierte que hay entidades que cargan por el costo financiero total hasta 20 puntos más que la tasa nominal, aunque varios bancos públicos suelen cargar sólo 5 puntos extra.
"“A los bancos le van a terminar tocando la estructura de rentabilidad, aunque siempre tienen forma de escaparse: si le apretás por un lado, aplican por el otro"”, comenta Méndez.
Se refiere, por ejemplo, a los precios del alquiler de las cajas de seguridad, cuyos valores no están regulados por el Banco Central, y la demanda es creciente, al punto que en el microcentro hay lista de espera apara poder conseguir un cofre.