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La "bicicleta del blue", deporte cada vez más practicado por particulares y empresas

El volumen de negocios en el mercado paralelo se multiplicó por tres en poco más de un año. Muchas personas son atraídas por hacerse de una "renta" de 50%  
28/01/2013 - 10:03hs
 La "bicicleta del blue", deporte cada vez más practicado por particulares y empresas

De tanto en tanto, cuando surgen desequilibrios en el mercado, ahorristas e inversores argentinos se lanzan a la práctica de un deporte muy particular: pedalear en la "bicicleta financiera".

En realidad, siempre está latente la tentación de hacerlo, habida cuenta de que suele implicar un esfuerzo relativamente menor y una ganancia importante, aprovechando solamente los desajustes que éstos encuentran.

Hay versiones simples y otras más sofisticadas.

La "rudimentaria" consiste en deshacerse de dólares, pasarse a pesos, armar un plazo fijo y, con lo obtenido, recomprar una mayor cantidad de divisas. Esta práctica suele realizarse cuando hay libertad cambiaria y las tasas de interés de las colocaciones superan a la suba proyectada para el billete verde.

Hay otras versiones más complejas. Se practica lo anterior pero se le agrega un condimento: para cubrirse de un eventual salto brusco de la divisa en ese lapso se compra "dólar futuro".

Es decir, se paga un "fee" -para asegurarse obtener una cantidad de divisas estadounidenses (a tres meses, seis, o un año) a una cotización que queda prefijada al momento de pactarse el acuerdo.

Bicicleta blue

Como suele suceder, cuando se aplican restricciones a la compra de un bien surgen circuitos alternativos, en los cuales los interesados aceptan pagar un sobreprecio para hacerse del mismo.

Esto es precisamente lo que ocurre con el dólar paralelo. La necesidad de hacerse de billetes hace que la demanda comience a crecer y, junto a ella, la brecha entre el valor oficial y el marginal.

Desde que se impusiera el cepo, esto es lo que ha venido ocurriendo. Así, el valor del "blue" y el del llamado "conta con liqui" comenzaron a despegarse del valor fijado por el Banco Central.

En el país, la búsqueda de esta divisa reviste una característica muy particular, ya que es uno de los pocos activos que cuanto más sube más atrae.

"El dólar en Argentina tiene la particularidad de que desafía la ley de oferta y demanda: es el único precio que cuando sube genera una mayor búsqueda por parte del público", grafica Fernando Marengo, economista jefe del Estudio Arriazu.

En igual sentido opina el ex economista jefe del Banco Central, Eduardo Levy Yeyati: "Se genera una suerte de circulo vicioso: si el dólar marginal sube, los particulares lo que hacen es ajustar sus expectativas día a día".

Y agrega: "Por eso, es fundamental que el Gobierno diga qué quiere hacer o a dónde quiere ir. De lo contrario, esas expectativas se van acomodando a las noticias de ayer".

Pero la mayor demanda es una de las caras de la moneda. También está la otra, la de la oferta, ya que si muchos compran es porque también hay otros dispuestos a vender.

¿Y por qué deshacerse de dólares en momentos en que está cerrada la canilla oficial? Básicamente, por el formidable negocio que representa el pedalear lo que varios analistas han dado en llamar la "bicicleta blue".

Esto es lo que ha permitido que el mercado paralelo se haya ido alimentando de aquellas divisas que necesita para cubrir esa demanda en aumento.

Tal es así que en poco más de un año, el volumen de negocios se multiplicó por tres: antes movía unos u$s10 millones diarios, ahora se estima que moviliza unos u$s30 millones. Incluso, algunas voces hacen referencia a u$s40 millones. 

Nuevamente, si alguien compra es porque otro vende.

¿Cómo se conforma dicha oferta? Básicamente por personas que ya cuentan con billetes verdes y saben que ahora, vendiéndolos, en cuestión de horas, logran hacerse de una diferencia de entre el 40% y el 50 por ciento.

Con esos pesos de más, van en busca de activos "dolarizados".

Por ejemplo, para quienes tienen pensado adquirir un bien -como puede ser un auto importado- o incluso mejorar su vivienda (para así incrementar su patrimonio en dólares) el hecho de hacerse de más moneda local equivale a lograr un "descuento" de hasta el 50% en comparación con el valor final del producto.

Por ejemplo, para hacerse de un vehículo que vale unos u$s40.000 (unos $198.000), solamente deberá "quemar" unos u$s26.700 si recurre al mercado informal.

Esto mismo ocurre a la hora de refaccionar un inmueble o avanzar en otro activo que siga al billete verde.

"No es poca cosa para muchos particulares ganar con la actual brecha cambiaria y aprovecharla para adquirir otro bien", afirma un analista de la city porteña, al tiempo que agrega que "las distorsiones y regulaciones son las que dan lugar a negocios de este tipo".

Los argentinos que deciden venden sus dólares conforman una parte de la oferta. En este caso el dinero proviene del colchón, cajas de seguridad y -según confían fuentes del mercado- de cuentas del exterior no declaradas.

Cabe recordar un dato: el stock acumulado de divisas que está fuera del sistema financiero asciende a la friolera de u$s161.000 millones, según el propio Indec (un tercio del PBI).

También la oferta es conformada por empresas que no computan algunas de sus operaciones. En particular, pequeñas y medianas compañías que realizan una parte de su operatoria en negro.

"La bicicleta del blue les permite hacerse de más fondos en pesos. En caso de requerir de un bien la brecha le funciona como el obtener un importante descuento", señala una fuente empresarial.

Algunas casas de cambio también practican "este deporte" y el campo también "aporta" lo suyo. En particular, algunos productores de soja que "triangulan" la mercadería exportando desde Paraguay.

Con ustedes, el "conta con liqui inverso"

Además de los que ya tienen dólares en el colchón, están aquellos que tienen fondos (legales) fuera del país y efectúan el llamado "conta con liqui inverso".

Es decir, ingresan dinero a través del mercado de capitales y logran hacerse de una cotización cercana a los $7,50. O sea, un 50% superior a la del valor fijado por el BCRA.

Se apela a este mecanismo para realizar la operación opuesta a la que surge de comprar un bono o acción en la plaza interna y revenderla en el exterior. En este caso, el título que está afuera se liquida en la plaza local.

En una época en la que todo indica que son muchos más los dólares que emigran que los que entran, surge naturalmente una pregunta casi inevitable: ¿para qué y quién desea ingresar fondos?

"Son particulares y empresas que necesitan realizar una operación en la Argentina, básicamente en pesos, utilizando fondos depositados en el exterior", señaló una fuente de la city porteña que pidió no ser mencionada.

El economista Federico Muñoz, titular Federico Muñoz & asociados, aportó más precisiones: "Grandes empresas y también multinacionales efectúan este mecanismo para enviarle recursos a sus filiales de Argentina y es una manera de hacer rendir más sus dólares, al convertirlos a $7,50".

Para este profesional, "es una de las pocas oportunidades interesantes que les brinda el actual contexto".

Y agrega: "Esta operación inversa suele efectuarse para hacer pequeñas inversiones o reforzar capital de trabajo", en referencia a la ventaja que brinda el poder lograr un tipo de cambio más alto para luego volcar esos pesos a la compra de un bien.

Según fuentes de la city porteña, que apelan al off the record, este "circuito inverso" ha venido intensificándose, para evitar las transferencias bancarias, ya que éstas se liquidan a valor oficial.

En ambos casos (envío o repatriación), la operatoria es completamente legal, ya que no pasa por alto las normas emanadas del Banco Central.

"El dólar blue y el de conta liqui siempre funcionan en sintonía porque son dos formas de fuga", afirma un cambista.

Desde que se implantara el cepo cambiario, el ´conta con liqui´ se ubicó en un rango que iba del 5% al 15% por encima del blue.

Sin embargo, desde mediados de diciembre esto cambió y ahora el primero cotiza por debajo o muy cerca del valor del segundo.

¿Qué significa? Los analistas señalan que esto se debe a un mayor flujo de divisas que entra al país para así sacar ventaja de la diferencia entre cotizaciones.

Para realizar el "conta con liqui inverso", quien posee fondos en el exterior compra un bono o un certificado de acciones (ADR) para liquidarlo luego en el mercado local.

Ese ADR (American Depositary Receipt) representan papeles de empresas extranjeras que están autorizadas a cotizar en Wall Street y otros mercados.

De esta manera, ingresa fondos "en blanco" a un tipo de cambio muy por encima del establecido en el mercado oficial, ya que al no tratarse de una exportación, su liquidación y transformación a pesos no pasa por el mercado libre y único de cambios.

Un simple ejemplo permite ilustrar cómo se obtiene el precio:

  • En Wall Street, el ADR de Tenaris, que es uno de los más negociados para este tipo de operación, vale unos u$s42,50.
  • Dicho certificado representa la tenencia de dos acciones de la firma, por lo que el precio unitario es de u$s21.250
  • Quien, por ejemplo, desee ingresar al país u$s21.250, puede comprar 500 ADR (1.000 acciones).
  • Una vez transferidas a su agente local, éste las vende a $159,80 cada una, por lo que se le acreditan $159.800.

Comparando el precio local con el de Nueva York, surge un tipo de cambio de $7,52 ($159.800 vs. u$s21.250).

Es decir, algo por debajo del blue, pero un 50% por encima del oficial.

Para el caso de empresas que apuntan a la compra de un activo determinado esta operatoria les permite ingresar dinero (que salió lícitamente del país), a un precio que es muy superior al que se obtendría mediante una transferencia bancaria.

Y, adicionalmente, al ser un argentino el ingresante de los capitales no está alcanzado por el encaje del 30% que sí se aplica a la inversión directa de no residentes.

Así funciona el "conta con liqui inverso" y la "bicicleta del blue", un "deporte" que cada vez más particulares y empresas practican para ganar con la brecha que trae el desdoblamiento cambiario.