Mariano Otálora: "El partido más difí­cil que enfrenta el inversor es ganarle a la inflación"

Métodos para invertir hay muchos, pero debemos aceptar que ninguno es mágico, inmediato e infalible. Como cualquier actividad requerirá de tiempo, dedicación y conocimiento.

El gran desafío de estos tiempos es seguir ahorrando e invirtiendo (en pesos) a pesar de un contexto que lo desalienta en su totalidad.

El crecimiento patrimonial de cualquier familia es fundamental y no debe dejarse de lado en ningún contexto o escenario económico, aún el más desfavorable. El dinero genera libertad y autonomía para no depender de ningún tipo de reparto solidario. Mientras menor capacidad de acumulación tengamos, menos libres seremos en nuestras decisiones.

El partido más difícil: Enfrentar a la inflación.

En términos deportivos, nuestros ahorros comienzan el partido perdiendo por goleada (20 o 25 a cero). Un buen técnico tratará de revertir la tendencia, en lugar de asumir perder por esta diferencia, realizará algunos cambios, por ejemplo: entra plazo fijo y sale LCD. El partido terminará en una derrota inevitable, pero ahora será por 20 a 10, o 10 goles/% de diferencia.

Con la mejora del resultado, el técnico tomará otros riesgos cambiando algún que otro jugador o el esquema táctico; ya sabe que lo peor que le puede pasar es perder nuevamente por 20 goles.

El partido que debemos jugar es acumular dinero a pesar de la inflación, asumiendo que será difícil ganarle el partido, pero debemos intentarlo dando batalla de alguna manera. 5 reglas antes de comenzar a invertir:

• No invertir pensando en escenarios de riqueza (la inversión no reemplaza el trabajo), el objetivo es crecer patrimonialmente.
• Es muy difícil obtener rendimientos por encima de la inflación real. El objetivo debe ser combatirla, defendiendo el poder adquisitivo del dinero en el tiempo.
• Pensar las inversiones con una visión de mediano y largo plazo, realizando un monitoreo periódico. Las inversiones especulativas y de corto plazo requieren de un mayor conocimiento asumiendo mayores riesgos.
• Conocer mínimamente cómo funciona la inversión que vamos a realizar y cómo se comporta frente a diferentes escenarios para poder actuar en consecuencia. Si conocemos los riesgos, enfrentaremos mejor cualquier situación al margen del resultado positivo o negativo.
• Invertir en varios instrumentos, buscando un equilibrio anticíclico, con riesgo en diferentes sectores y economías del mundo (diversificar es sin duda la clave).

Siguiendo estas reglas como referencia, podemos aplicar el siguiente modelo para invertir. Ejemplo: una familia que tiene una capacidad de ahorro de $3.000 mensuales.1er paso:

Seleccionar inversiones que nos puedan interesar, por ejemplo: Metales como el oro, Plazo fijo, acciones, fondos comunes de inversión, títulos públicos, compra y venta de productos por Internet, un comercio o emprendimientos productivos o el que más te guste.

2do paso:

Todos los meses, invertir diferentes porcentajes en los instrumentos seleccionados.

De las misma manera que comprábamos dólares a diferentes precios, ahora vamos a canalizar nuestros ahorros en diferentes activos.

El primer mes podemos invertir por ejemplo $1.000 en Oro, $1.000 en plazo fijo y $1.000 en acciones, el segundo mes podemos invertir $2.000 en oro y $1.000 en plazo fijo, el tercer mes podemos destinar los $3.000 en una determinada acción.

Según la situación del momento, cambiaremos los porcentajes de inversión, vendiendo o asumiendo nuevas posiciones.

Este tipo de método de inversión es lo que se denomina: inversiones escalonadas, ya que estaremos comprando diferentes activos según el precio del momento (a veces caro, otras más barato).

Por ejemplo, si en enero el gramo de oro costara $200, con $1.000 se podrá comprar 5 gramos, si en febrero el gramo de oro costara $500, se comprará 2 gramos. Si quisiéramos vender el oro vamos a tener 7 gramos que ahora cotizan a $500, es decir $3.500. También puede suceder lo contario, que al querer vender obtengamos menos dinero por la caída del precio.

Pero este riesgo aparece en cualquier tipo de inversión, por ejemplo compramos un mt2 de departamento a USD 2.000 y mañana puede valer más o menos, lo más importante es la acumulación de activos, luego tomaremos la decisión de salir o vender de a poco para ingresar en otra inversión con mejores perspectivas o simplemente guardar parte del dinero esperando nuevas oportunidades.

Es muy difícil predecir cómo se comportarán los instrumentos de inversión en el tiempo. Un ejemplo reciente son los inmuebles en la Argentina, nadie esperaba una pesificación de este tipo (los que compraron en dólares hace 6 meses probablemente no estarán muy felices, hoy con la misma plata podrán comprar una propiedad mejor o más grande), pero así funciona el mundo de las inversiones.

Tomar la decisión de hacer algo con nuestro dinero implica automáticamente enfrentar un resultado y un riesgo. Por este motivo es importante diversificar nuestro dinero en inversiones con diferentes monedas, sectores y riesgos atados a coyunturas de otros países. Debemos ser conservadores o asumir riesgo

Generalmente tenemos dos tipos de inversiones, las conservadoras y las que implican un mayor riesgo. No me gusta mucho está definición, el riesgo no depende en qué se invierta, la clave es cómo invertir. Veamos el siguiente ejemplo conceptual:

Un inversor conservador con $10.000, acostumbrado al plazo fijo puede invertir en acciones sin poner en riesgo su capital: Diversificando $9.000 en plazo fijo y $1.000 en acciones (90% en plazo fijo y el 10% en acciones).

Si el plazo fijo rinde un 10% anual, obtendrá $9.900. Asumiendo una caída de las acciones en un 50% obtendrá $500. Resultado de la cartera de inversión $10.400.

Esto demuestra -considerando un escenario muy pesimista con una caída del 50% de las acciones- que un inversor conservador puede invertir en opciones de riesgo de forma conservadora.

En base al conocimiento y riesgo que estemos dispuestos a asumir, modificaremos los instrumentos y los porcentajes.

Si tus fondos son mayores podés invertir en otro tipo de activos, algunos metros de tierra o ingresar en algún emprendimiento productivo, abrir un local, adquirir una franquicia o el negocio que más te guste.

Definitivamente no existen fórmulas mágicas, cada uno tendrá su propio método de acumulación. Muchas veces los resultados nos acompañarán y otras veces no tanto, pero la satisfacción de estar haciendo algo por nosotros mismos no tiene precio. No existe negocio más redituable que la inversión en uno mismo.