¿Sigue siendo el oro el refugio ideal en épocas dí­ficiles, luego de perder u$s300 en sólo 14 dí­as?

¿Sigue siendo el oro el refugio ideal en épocas dí­ficiles, luego de perder u$s300 en sólo 14 dí­as?
FINANZAS - 27 de Septiembre, 2011

En tiempos de crisis, el oro suele ser elegido como "refugio" por los inversores que intentan, de alguna manera, ganarle a la inflación y, al menos, mantener cierta rentabilidad. 

La preocupante situación en Europa y Estados Unidos y los interrogantes sobre el efecto que tendrán los planes y medidas de emergencia, recientemente anunciados, han llevado, incluso, a que el dorado metal resulte más atractivo que el dólar o el euro.

Tal es así que su carrera alcista lo ha llevado a revalorizarse un 166% desde finales de 2008. A tal punto, que el último 6 de septiembre llegó a alcanzar un máximo de u$s1.902 la onza en los mercados neoyorkinos.

Sin embargo, a partir del jueves pasado quedó atrapado por una generalizada aversión al riesgo.

Así, el oro al contado en apenas tres días se desplomó más de 200 dólares debido a que los inversores vendían sus posiciones para cubrir sus pérdidas en otros mercados, generando la caída más pronunciada desde la quiebra de Lehman, en octubre de 2008. 

Tomando en cuenta la cotización del lunes 26 respecto del récord que registraba hace sólo tres semanas atrás, marcó una baja de nada menos que 300 dólares, equivalentes al 16 por ciento de su valor.

De esta forma, el precio de contado cayó por debajo de su promedio móvil de 100 días cotizando en torno a u$s1.600 la onza, por primera vez desde julio de este año.

No obstante, pese a dicha caída, el oro no pasó al terreno de los números rojos dado que, en lo que va del año, aún acumula una ganancia de 15 por ciento.

Claro está que en su punto máximo, llevaba acumulado nada menos que el 37%.

 

Tras la baja, ¿sigue siendo un refugio ideal?

De acuerdo con los expertos, existen varios motivos que explican las recientes caídas de la cotización del oro.

En este sentido, vale mencionar el estancamiento del crecimiento económico que se refeleja en una zona euro que tambalea y en una Reserva Federal (FED) desgastada, además de las marcas que dejó la última semana negra que vivieron todos los mercados.

Es por ello que, tras una racha alcista y luego de un mes de volatilidad sin precedentes, tanto inversores como especialistas hoy se preguntan si todo ello indica que se trata de la explosión de la burbuja del oro.

La respuesta no es obvia. Es que el estallido de las burbujas de activos se ve mejor en retrospectiva.

Si se considera la caída de un 16%, registrada desde el récord que alcanzó hace casi tres semanas, se puede concluir que todavía está lejos de su peor desplome. Vale recordar que el oro sufrió un retroceso similar a fines de 2009 y varias veces en 2008, lo cual denota que este tipo de bajas no son algo nuevo.

No obstante, aún con la FED comprometiéndose a mantener las tasas de interés cerca de cero en los próximos dos años, el dorado metal exhibe un bajo rendimiento. Ha extendido un período de volatilidad sin precedentes, con fluctuaciones diarias en los precios de más de un 2% en 15 de las últimas 37 sesiones -una situación que sólo encuentra un rival en el desempeño del 2008-.

"Cuando puede moverse 3%, 5% o 6% en el transcurso de dos días, eso no es un refugio seguro. Los activos de refugio seguro deberían actuar de forma tranquila y estable, no violenta", sostuvo el inversor de materias primas Dennis Gartman.

A ello se suma que, como cobertura contra la inflación, su apoyo no ha sido evidente por meses, con las economías de Occidente más cerca que nunca de caer en otra recesión.

Entonces, ¿sigue siendo el oro un activo refugio? Pese a todo, las mentes más brillantes del mercado aurífero siguen viéndolo con agrado y hasta predijeron, la semana pasada, que continuaría al alza el próximo año, superando los u$s2.000 la onza.

Optar por mayor liquidezEn los últimos años, el oro ocasionalmente ha caído junto con las acciones y otros activos de "mayor riesgo" simplemente debido a que los inversores, en otros mercados, estaban desesperados por recaudar dinero en efectivo para compensar pérdidas.

Ello tuvo poco que ver con cualquier aspecto de refugio seguro o con correlaciones y sí estuvo relacionado con la necesidad de optar por una liquidez inmediata.

Así ocurrió en junio, con varios días de pérdidas. Pero el impacto tiende a disminuir rápidamente y pocos analistas lo consideran, por el momento, como un factor persuasivo, sugiriendo que un rebote no se produciría tan rápido.

"El cash es el rey. Ya no hay mercados seguros. El oro todavía es un valor refugio, pero no es un mercado seguro en este momento. La gente se está retirando de todo para conseguir cash y esperar a que pase la tormenta", remarcó Nick Trevethan, analista jefe de ANZ Bank.

No sólo sufre el oro en el mundo de las materias primas

Los mercados afrontan un foco adicional de incertidumbre: la corrección de los precios de las commodities.

Así, la oleada de desinversiones golpeó de lleno al mercado de materias primas, uno de los que ha ofrecido mayor resistencia durante la crisis.

El resurgir del dólar y los temores de recesión desinflaron entre el jueves y el lunes cerca de un 26% el precio de la plata. En esta verdadera caída libre, el viernes marcó su mayor pérdida diaria desde noviembre de 1984.

El último valor negociado (u$s30 la onza) se queda muy lejos, casi un 40% por debajo, de los máximos alcanzados en abril.

En los cuatro primeros meses del año la plata se había disparado un 57%, hasta rozar los 50 dólares la onza por primera vez desde el año 1980. Pero ahora, ya se ubica levemente por debajo del cierre del año anterior.

Junto a la plata, el cobre registró una de las mayores bajas.

En apenas dos días perdió otro 10%, y un 31% desde febrero.

Los últimos datos macro que inciden en una desaceleración del crecimiento económico de China desinflan otro 6% su precio. En lo que va de año su precio supera ya el 20% de retroceso.

La revisión a la baja de las previsiones de demanda, en un contexto económico más adverso, es extensible también al petróleo.

El precio del barril de Brent se repliega hasta los 103 dólares, aproximándose al nivel de los 100 dólares. El barril tipo West Texas cotiza ya a poco más de 80 dólares.

¿Cómo sigue la historia?Especialistas del mercado, consideraron que los precios deberían caer por debajo de los valores actuales para que se presente otra escalada.

Con el complejo panorama económico que prevalece, el Jefe Ejecutivo de AngloGold Ashanti, con sede en Johannesburgo, comentó que espera que los precios del oro alcancen los 2.200 dólares por onza antes del próximo año.

"Dado que ya hemos visto al oro en 1.900 dólares, no creo que sea poco razonable esperar que el precio suba hasta los 2.000 dólares, incluso los 2.200 dólares", declaró el ejecutivo a Reuters.

"El pronóstico se basa en lo que está ocurriendo en los mercados, los problemas en Estados Unidos y Europa", agregó.

Pero no es el único experto que opina que la escalada del oro, pese al presente traspié, se extenderá más allá de los 2.000 dólares la onza el próximo año.

El economista jefe de HSBC para Australia y Nueva Zelanda, Paul Blaxham, afirma que en principio su "previsión para el oro el año que viene es de 2.025 dólares la onza", porque va a seguir siendo atractivo como un valor refugio para muchos inversores.

Blaxham agrega que "es difícil saber hasta dónde va a caer ahora, porque muchas de las tendencias que se están viendo son respuestas a decisiones políticas".

Claro está que no repetirá la suba del 50% que ha tenido en los últimos 12 meses.

Esta información surgió de un sondeo anual entre inversionistas de oro y analistas en un importante evento de la industria.

Sin que amaine la incertidumbre en los mercados financieros, que detonaron las compras de refugio, el oro subiría a 2.019 dólares la onza hacia noviembre del 2012, según una encuesta anónima entre delegados de la conferencia anual London Bullion Market Association's (LBMA).

Hace un año, los delegados predijeron que el oro treparía a 1.450 dólares en 12 meses. El martes el metal precioso operó en 1.800 dólares.

La mayoría se mostró optimista sobre el panorama a futuro, pese a la fuerte volatilidad del último mes, que ha provocado que algunos operadores cuestionen las credenciales del oro como refugio de estabilidad.

Sin embargo, pocos esperan una repetición de la escalada del año pasado.

"Hemos oído hablar mucho de la tormenta perfecta que ha impulsado al oro a donde está ahora, esa probabilidad de que el alza sea en un monto similar tendrá que ser mucho menor", dijo a Reuters Robin Bhar, analista de Credit Agricole. 

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