Argentina en 2024: logros del Gobierno de Javier Milei y desafíos para 2025
El final de un año siempre invita a la reflexión, y en este 2024, marcado por un cambio drástico en la conducción política y económica de Argentina, el balance es imprescindible. La administración de Javier Milei asumió en un contexto crítico, enfrentando un legado económico que podría describirse como una tormenta perfecta: desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios, inflación de tres dígitos en aceleración, una brecha cambiaria insostenible, un Banco Central sin reservas y una economía que había entrado en recesión desde marzo de 2023.
El nuevo gobierno implementó un cambio de modelo económico profundo, sustentado en tres anclas —la política cambiaria, fiscal y monetaria— a los que podría añadirse una cuarta: la política salarial. Con una estrategia que incluyó la contención de ingresos del sector público y la negativa a homologar paritarias con ajustes superiores a la inflación, el Ejecutivo logró resultados significativos, aunque no exentos de costos.
La Argentina de Javier Milei: los logros del 2024
1 Superávit Fiscal
Contra todo pronóstico, Argentina alcanzó once meses consecutivos de superávit primario. Esto fue posible gracias a un ajuste riguroso del gasto público, compensando una menor recaudación en el primer semestre producto de la caída en la actividad económica. Este superávit permitió reducir significativamente la necesidad de emisión monetaria y marcó un punto de partida para estabilizar la economía.
2 Ordenamiento monetario
Al cierre de la canilla de emisión para financiar al Tesoro se le sumó la eliminación del déficit cuasifiscal que generaba el BCRA con los intereses de los pasivos remunerados y más tarde la de la compra de dólares estableciendo una regla monetaria que fijó la cantidad de la base monetaria amplia en $47.7 billones, teniendo así que absorber por el mercado financiero cada peso emitido por la compra de dólares.
3 Desaceleración Inflacionaria:
La inflación, que cerró diciembre de 2023 con un alarmante 25% mensual, experimentó una notable desaceleración, alcanzando un 2.4% mensual en noviembre de 2024. Aunque la desinflación fue más lenta de lo esperado, este logro resultó clave para mejorar las expectativas económicas. Sin embargo, el ajuste cambiario implementado inicialmente perdió tracción frente al fortalecimiento del dólar a nivel global y la devaluación de monedas de socios comerciales como Brasil.
4 Recuperación del PIB:
El Producto Interno Bruto mostró señales de recuperación en el tercer trimestre, con un crecimiento del 3.9% impulsado por un aumento del 4.6% en el consumo privado. Este rebote económico podría consolidarse en 2025 si se mantienen las condiciones actuales y se logra una mayor estabilidad en las variables macroeconómicas.
5 Saneamiento del Banco Central:
La transferencia de los pasivos remunerados del Banco Central al Tesoro Nacional marcó un avance significativo. Si bien el pasivo persiste, esta reestructuración permitió que los intereses derivados fueran gestionados y afrontados directamente por el Tesoro, alineándose con las prácticas de sostenibilidad fiscal.
6 Reducción del Riesgo País:
La determinación del gobierno de honrar sus compromisos externos y buscar alternativas de financiamiento, como un posible acuerdo de repo respaldado en reservas de oro, contribuyó a reducir el riesgo país de 2,000 puntos básicos a poco más de 600. Este avance mejoró la percepción internacional sobre la capacidad crediticia del país.
Los Desafíos para 2025
Pese a los logros alcanzados, el camino hacia la consolidación económica está lejos de completarse. El próximo año presentará desafíos complejos, comenzando por la política cambiaria.
1 Atraso Cambiario y Salida del Cepo:
El crawling peg actual, que ajusta el tipo de cambio un 2% mensual, ha resultado insuficiente frente a una inflación que desaceleró más lento de lo necesario para el programa económico y un dólar fortalecido globalmente. Esto no solo afecta la competitividad del sector exportador, sino que también incentiva la importación, con impacto negativo en la producción local y el empleo. La anunciada eliminación del cepo cambiario será un paso clave, pero su implementación requiere condiciones previas, como un crédito puente de entre 15,000 y 20,000 millones de dólares, cuya obtención sigue siendo incierta.
2 Relaciones con el FMI:
La posibilidad de renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional será crucial para asegurar financiamiento externo. No obstante, considerando que Argentina es el principal deudor del organismo desde 2018, un desembolso significativo adicional que no esté destinado exclusivamente a refinanciar la deuda con el organismo parece improbable.
3 Consolidación Fiscal y Sostenibilidad de la Deuda:
Mantener el superávit fiscal será fundamental, pero esto debe lograrse sin comprometer el repunte económico. Además, la renovación de la deuda en pesos y moneda extranjera exigirá una gestión minuciosa, especialmente en un contexto de libre disponibilidad de divisas una vez eliminado el cepo.
4 Impacto del Escenario Internacional:
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su posible implementación de políticas proteccionistas podría desencadenar devaluaciones competitivas en varios países. Este factor externo añadirá presión sobre la política cambiaria argentina.
5 Inflación y Precios Relativos:
A pesar de los avances en la desaceleración inflacionaria, el riesgo de un salto cambiario podría revertir el progreso logrado. Además, será esencial evitar nuevos desequilibrios en los precios relativos de la economía.
Conclusión
Argentina cierra el 2024 en una posición relativamente más sólida que a comienzos de año. La administración Milei ha logrado estabilizar variables clave y sentar las bases para un crecimiento sostenido. Sin embargo, los desafíos para 2025 serán enormes y requerirán decisiones estratégicas para consolidar lo alcanzado y evitar retrocesos.
El éxito del próximo año dependerá de la capacidad del gobierno para abordar estas problemáticas con pragmatismo y flexibilidad, en un contexto global y local que seguirá siendo complejo. Mientras tanto, los inversores y los mercados observan con cautela, conscientes de que la vulnerabilidad de la economía argentina aún no ha sido completamente superada.