Los mercados le dicen sí a Milei y ahora arranca la "Fase dos" del plan dólares frescos
Desde el comienzo de su mandato, el Gobierno argentino ha hecho de la recuperación del acceso a los mercados internacionales de deuda un objetivo central de su gestión. La intención es clara: recurrir a financiamiento externo para afrontar compromisos financieros apremiantes, una estrategia clave para estabilizar la economía y reforzar su posición en el ámbito global.
Recientemente, el riesgo país de Argentina cayó por debajo de los 1.000 puntos básicos, un umbral psicológico importante, cerrando en 967 puntos básicos. Este descenso ha sido interpretado por la administración como una señal de respaldo hacia su estrategia económica, especialmente considerando que el riesgo país rondaba los 2.000 puntos al inicio de su mandato.
Sin embargo, la confianza de los inversores aún enfrenta desafíos; si bien el gobierno ha demostrado disposición de pago, su capacidad para mantener esta posición sigue en tela de juicio.
Reacción del mercado y esfuerzos gubernamentales
La semana pasada, una toma de ganancias desencadenó una leve corrección en los bonos argentinos, llevando al riesgo país a superar los 1.100 puntos básicos temporalmente. No obstante, el optimismo se reavivó tras el anuncio de nuevas medidas y acuerdos financieros alcanzados durante la visita del equipo económico argentino a Washington, en el marco de la Cumbre del FMI y el Banco Mundial.
La posibilidad de lograr un financiamiento adicional y las reuniones con inversores privados fueron fundamentales para reactivar el interés en los bonos argentinos, lo que permitió la ruptura del umbral de los 1.000 puntos básicos, alcanzando valores no registrados desde 2019.
En Washington, el equipo económico encabezado por el ministro de Economía y el presidente del Banco Central, reveló varios avances importantes:
- Aseguró créditos de aproximadamente 8,800 millones de dólares con organismos multilaterales, una medida que debería cubrir compromisos críticos en los próximos meses.
- Avanzó en negociaciones de un acuerdo de repo para los vencimientos de enero de 2025.
- Inició conversaciones con el FMI para explorar un nuevo programa de financiamiento que potencialmente incluiría desembolsos adicionales.
El Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo confirmaron compromisos de financiamiento específicos, aunque otros acuerdos permanecen en negociación. Pese a que estos fondos están destinados a proyectos específicos, el mercado percibe estas garantías como un recurso para afrontar los próximos vencimientos, lo que ha contribuido a fortalecer el interés en los bonos soberanos.
Planes para regresar al mercado de crédito voluntario
Además, en las reuniones con inversores, los funcionarios argentinos delinearon una estrategia ambiciosa. Su plan contempla el uso de un repo para cubrir los vencimientos de deuda en enero, mientras que la posibilidad del retorno al mercado voluntario se destinaría a cubrir los pagos de mitad de año.
Sin embargo, para materializar esta intención, el riesgo país debe situarse en torno a los 500-600 puntos básicos, un objetivo que todavía parece lejano, pero hacia el cual el gobierno está trabajando de manera sistemática.
Este no es un esfuerzo nuevo. Ya en enero, los representantes económicos se reunieron con fondos extranjeros con posiciones importantes en bonos argentinos, transmitiendo la intención de cumplir con los compromisos de deuda del año a toda costa.
La estrategia inicial era que esta postura estimularía una caída del riesgo país y que, en conjunto con una reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, permitiría el acceso a los mercados de crédito hacia fin del presente año. Sin embargo, la FED ha adoptado una política monetaria más prudente, lo que retrasó el esperado alivio financiero. En el segundo trimestre, el riesgo país se estabilizó en niveles elevados y persistió así por varios meses.
Cambios recientes y perspectivas fiscales
Lo que marca la diferencia en la actualidad es un contexto de mayor estabilidad económica y señales favorables en el frente internacional. La Reserva Federal ha comenzado a reducir gradualmente las tasas, y los indicadores sugieren que esta tendencia continuará.
A nivel doméstico, el gobierno acumula diez meses de superávit fiscal primario, ha cesado la emisión de dinero, incluido el financiamiento de la compra de divisas, y presentó un presupuesto para el próximo año que mantiene un enfoque en el equilibrio fiscal.
Además, un reciente programa de regularización de activos tuvo una acogida sólida, con la mayoría de los fondos exteriorizados permaneciendo dentro del sistema financiero argentino.
Estas mejoras han alentado al gobierno a renovar su apuesta para acceder al crédito internacional. Sin embargo, persisten desafíos significativos, dado que Argentina sigue lidiando con una economía frágil y un historial de crisis financieras recurrentes.
Reflexión final
La posibilidad de reinsertarse en el mercado voluntario de crédito es una señal positiva para el país, pero dependerá de la capacidad del gobierno para reducir aún más el riesgo país y consolidar una trayectoria de disciplina fiscal.
Mientras tanto, los ojos de los inversores seguirán atentos a los próximos pasos de la administración, especialmente en lo que respecta a las reformas estructurales y la estabilidad a largo plazo. Con una estrategia sólida y disciplina, Argentina podría finalmente encontrar un camino hacia la estabilidad financiera y recuperar la confianza de los mercados globales.