Peso versus dólar: quién ganará la pulseada, mientras no se levante el cepo
El precio del dólar sigue siendo el centro de atención en el panorama económico argentino. Tras el anuncio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre la posibilidad de intervenir en el mercado de Contado con Liquidación (CCL) para contener su precio, los mercados vivieron una semana de alta volatilidad que culminó con una caída generalizada en los diferentes tipos de cambio respecto a la semana anterior.
Al cierre del viernes, el dólar MEP se situó en $1.331,70, el CCL en $1.344,15 y el dólar blue en $1.445, registrando bajas del 5.9%, 5.8% y 3.7%, respectivamente. La semana se dividió en dos fases: durante el lunes y martes, los precios cayeron bruscamente debido al rumor de que el BCRA podría vender hasta USD 1.200 millones, aunque esto no se concretó. A partir del miércoles, los valores volvieron a repuntar.
Sin embargo, el mercado comprende que esta baja transitoria no se debe a una renovada confianza en el peso argentino. Los ahorristas e inversores no han encontrado un instrumento con mejor rendimiento y menor riesgo que los motive a mantener sus inversiones en pesos. En realidad, estas ventas se realizaron con la expectativa de que la intervención del BCRA reduciría el precio del dólar, permitiendo comprar nuevamente a valores más bajos.
La intervención del BCRA tuvo otros efectos significativos. Los bonos denominados en dólares operaron a la baja, lo que elevó el riesgo país a 1.590 puntos, un incremento de 90 puntos. Además, el BCRA vendió USD 105 millones. El gobierno mantuvo la discusión del precio del dólar sobre la mesa, con declaraciones controvertidas como la del ministro de Economía, Luis Caputo, quien afirmó que "la gente tendrá que vender sus dólares para pagar impuestos", en un intento de demostrar la fortaleza del peso en un contexto de emisión cero.
Liberación del cepo: los pesos que pueden migrar hacia el dólar ya fueron emitidos
Sin entrar en el debate sobre si la transferencia de pasivos remunerados al Tesoro realmente implica dejar de emitir, la realidad es que los pesos que pueden migrar hacia el dólar ya han sido emitidos. Los depósitos a plazo fijo privados ascienden actualmente a $20 billones, y hay otros $100 billones en bonos que vencen en los próximos 18 meses. El problema no es solo el flujo de pesos, sino también el stock acumulado.
Cerrar las canillas de emisión de dinero es, sin duda, el camino correcto, ya que cualquier emisión por encima de la demanda genera inflación. Hasta ahora, todos los dólares comprados han sido adquiridos con emisión de dinero, y es significativo que el anuncio de cerrar esta canilla ocurra cuando, por motivos estacionales, el BCRA pasa de ser comprador a vendedor neto de dólares.
La intervención también genera incertidumbre sobre la acumulación de reservas, lo que incrementa el riesgo país y complica el acceso al mercado voluntario de deuda para afrontar los pagos del próximo año. Esto llevó a otro anuncio el pasado domingo: la compra y giro por parte del Tesoro de los dólares necesarios para el pago de intereses. Sin embargo, el impacto en el mercado fue limitado, resultando en el aumento del riesgo país mencionado. Ante esto, el gobierno ha realizado un nuevo anuncio, esta vez sobre un probable repo para la cancelación del capital.
Más allá de la intervención para que se tenga éxito en la estabilización del tipo de cambio, es necesario contar con una política monetaria consistente, con tasas reales positivas, un tipo de cambio libre y una economía en recuperación que impulse la demanda de dinero. Además, es crucial mantener los avances logrados en materia fiscal, cumpliendo con la no emisión de dinero. Sin embargo, nunca se eliminarán por completo los riesgos al intentar salir del cepo.
La pregunta que se hace el mercado: ¿hasta cuándo seguirá la tendencia alcista del dólar?
Mientras se mantenga el cepo, la tendencia alcista del dólar en términos reales persistirá, así como la brecha cambiaria. En el mejor de los casos, la intervención podría disminuir la velocidad del aumento del dólar, pero no revertir su tendencia. En el peor de los casos, si el gobierno pierde credibilidad, podríamos no solo ver una aceleración del alza del dólar, sino también una nueva caída en los bonos soberanos.
En este contexto, aquellos que deseen dolarizarse podrán hacerlo a mejores precios, aprovechando las fluctuaciones del mercado. La intervención del BCRA, por lo tanto, parece ser una solución temporal y de efectividad limitada, en un escenario donde las medidas estructurales aún son necesarias para lograr una estabilidad duradera.