Chávez puso en el "paredón" el crédito accesible para las empresas argentinas
Con el pago de la tasa de interés del 15,5% que el Gobierno convalidó en la nueva emisión de títulos de deuda pública "Boden 2015", colocados en Venezuela, el Estado estableció un nuevo piso a la financiación de las empresas.
Ya el financiamiento era caro, pero con esta nueva colocación el Estado reconoció una tasa de riesgo país del 11,6% (la diferencia con la de un bono del Tesoro de los Estados Unidos a diez años de 3,94% el 7 de junio). Es decir, el mismo interés que pagaba en los momentos previos al fin de la convertibilidad.
Sucede que el accionar del mandatario venezolano de comprar bonos argentinos y venderlos al banco de Caracas en bolívares -al tipo de cambio oficial-, para que luego sean revendidos al tipo de cambio paralelo, permite que las entidades de ese país se hagan de una ganancia cercana al 50%. Pero más allá del legítimo negocio de comprar, el problema radica en el posterior accionar de revenderlos (o reventarlos) con las consecuencias que trae sobre el vapuleado mercado local.
En primer lugar, se destruye el mercado de deuda argentino. En segundo, queda convalidada una nueva tasa de referencia (más alta) para el endeudamiento corporativo.
La consecuencia es que crece el desinterés por financiar nuevos proyectos de inversión, porque se hace muy difícil que una compañía pueda alcanzar una rentabilidad adecuada para estos niveles de costo de financiamiento.Nuevo escenario
"Las tasas que paga el Estado argentino normalmente son el piso con el que se calculan luego las de las empresas. Que el Gobierno haya aceptado pagar 15% es un problema en el mercado de capitales, el bancario y en todos aquellos en los que se financie capital de trabajo", dijo el economista Pablo Rojo.
En tanto, el economista Orlando Ferreres coincidió en que el Gobierno marcó una tendencia respecto de la tasa de interés que deberán seguir las provincias y municipalidades al solicitar un crédito "porque a la hora de pedir prestado se considera el riesgo de estar dentro del territorio y verse afectado por los problemas que ocurren". Y explicó que "les hace más difícil la vida a las empresas" porque pagarán un 14% sobre la tasa de los bonos de EE.UU.: el riesgo país del 11% sumado al propio de la compañía (2-3 puntos adicionales).
En este sentido, el costo de financiamiento para una empresa está directamente relacionado con el país en el que opera, el tipo de sector en el que se desenvuelve y los riesgos propios de la firma.
Marta Castelli, la tasa pagada a Venezuela "tampoco ayuda porque marca un piso, introduce mayor ruido en el financiamiento a las compañías y aumenta al incertidumbre", aunque aclaró que el impacto puede no medirse de modo directo.Rentabilidad"Si las tasas se van a las nubes, directamente baja el nivel de inversiones, como lo hace el Gobierno. Hoy es imposible justificar una inversión con una tasa de endeudamiento del 15% en una obligación negociable a 10 años, porque es difícil un retorno del capital del 20 por ciento. Para una tasa de rentabilidad del 15%, se pide un 8-9% de costo de endeudamiento, por lo que el nivel de inversiones a este nuevo nivel de interés se verá reducido y será limitado a las que inevitablemente se tengan que hacer por estar comprometidas de antes", explicó el ex director económico financiero de Repsol YPF y profesor de la Universidad Austral, Carlos Olivieri.Para el economista jefe de la consultora Abeceb.com, Mariano Lamothe, además, "las empresas no invierten y no se financian por la falta de horizonte, de normas, de reglas de juego y una suma de factores. Por eso se invierten bajos montos y autofinanciados".Otras limitacionesMás allá del nuevo piso en la tasa de interés, existen otros factores que los analistas señalan como críticos a la hora de facilitar el crédito a empresas que requieren de montos importantes para avanzar en nuevos proyectos de inversión:-Compromisos incumplidos por el país: la deuda con el Club de París impone otra traba al crédito empresario, ya que impide a los proveedores europeos financiar las compras argentinas.-Mercado local acotado: en este sentido, Ferreres recordó que "el mercado local no tiene capacidad para prestar varios millones de dólares, y las empresas deben dirigirse al internacional". Pero emitir deuda en el exterior es corroborar que los mercados están cerrados para los argentinos. "No te dejan emitir afuera. No te lo compra nadie", dijo el economista.-Crisis internacional: Castelli explicó que no hay tanta disponibilidad de crédito a nivel internacional por la crisis financiera que golpea al mundo, incluso para empresas con calificaciones de riesgo relativamente bajas, porque los mercados internacionales están convulsionados: "No es que estén cerrados o prohibidos, sino que no es viable" obtener financiamiento en ellos, dijo.-Montos disímiles: además, la profesora de la Escuela de Negocios de la UCEMA Diana Mondino explicó que "por menos de u$s100 millones no te miran, cuando en la Argentina se puede emitir por $500 mil, y, a veces, la empresa no cumple con las restricciones mínimas, como traducir los balances al inglés". Finalmente, "no son tantas las empresas que emiten en mercados externos, de 250 empresas en la década del ´90 hoy no llegan a diez, porque no generamos rentabilidad para realizar proyectos nuevos", dijo Mondino.Círculo viciosoSin acceso al financiamiento en los mercados internacionales y a un costo superior, a las empresas se les dificulta obtener crédito a través del mercado local y se da un círculo vicioso, por el que cada vez solicitan menos.
"Este año, hubo pocas emisiones corporativas, aunque muchos fideicomisos con tasas más altas. Un poco porque, por su situación, decidieron esperar para no convalidar costos tan elevados", afirmó Castelli. Y agregó: "Hoy se prorrogan las inversiones y los proyectos no se lanzan porque es incierto el ambiente de negocios y las condiciones en que se pagarán las deudas en el futuro".
Durante el primer semestre de 2008, la financiación en el mercado de capitales ya había sufrido una reducción del 50%, respecto del mismo período del año pasado (u$s2.078 millones), antes de recibir los coletazos venezolanos, según datos del IAMC.
El momento en que se decide colocar una nueva serie de instrumentos resulta así fundamental y desde que estalló la crisis financiera internacional junto con los ruidos políticos locales, muchas empresas suspendieron o cancelaron las colocaciones porque saben que los inversores pedirán mayor rendimiento y no están dispuestas a asumir ese costo. Es el caso de, por ejemplo, Compañía Integral de Alimentos, Cubecorp Argentina y Telefónica Móviles Argentina. Esta última prorrogó la emisión de obligaciones negociables (ON) por hasta $400 millones hasta septiembre próximo.En bajaEl resultado es que cada vez se colocan menos obligaciones negociables (ON). Según un informe de la consultora Deloitte, durante julio, la operatoria de estos instrumentos en el mercado abierto electrónico fue de sólo $116 millones, lo que resultó significativamente inferior al total negociado en junio ($274 millones) como así también al promedio de los últimos seis meses, de $139 millones.
En tanto, las tasas que se pagaron por la colocación de dos series de ON también fueron superiores al 15% en pesos al haber pagado:
- Rombo Cía, una renta variable a Badlar más el spread licitado de 425 puntos básicos (hoy, 15,87%).
- Gas Natural Ban, un spread de 420 pb (15,82%).
Además, las tasas que se convalidan en las emisiones de fideicomisos financieros que, en general, sirven para financiar el consumo, son cada vez más altas y superaron el 17% en pesos a dos años.
La suba del riesgo país perjudica mayormente a las Pymes porque tienen menos acceso al crédito y pagan un mayor costo. Una típica fuente de financiamiento para este segmento son los cheques que se descuentan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA). Las tasas de interés promedio de los cheques avalados fue del 17,6%, en tanto, la de los patrocinados fue del 23,8%. Ferreres recordó que el 20% de las empresas chicas quiebra todos los años. El problema se extiende a los bancos y al crédito
El aumento del riesgo país sube el costo de fondeo de los bancos y sus posibilidades de financiamiento. La tasa prime, que es la que pagan las empresas de primera línea para préstamos en pesos a corto plazo ya está en 18,75%, según publica el Banco Central de la República Argentina (BCRA). En el futuro puede subir después del efecto Chávez.
Al financiamiento en dólares, sólo acceden las exportadoras a una tasa menor porque el préstamo está garantizado por las exportaciones. Al respecto, Olivieri explicó que el "la prefinanciación de importaciones y exportaciones cuesta entre 5 y 6% a seis meses en dólares y hay fondos para prestar". En tanto, los fideicomisos están más altos, cotizan a tasas en dólares de entre 8-9% nominal anual a dos años, según datos del IAMC.Otros países
La alternativa más drástica la explicó Ferreres, quien alertó que el alza en el costo de endeudamiento "ha hecho que algunas empresas grandes muevan su casa matriz de la Argentina a otro país porque el Gobierno las expone a un riesgo país que las saca de competencia internacional a las que quieren ser globales". Como Bunge & Born, que era una empresa nacional y ahora es americana, o Techint, cuya casa matriz figura en Luxemburgo.La decisión se entiende cuando se observan los índices de riesgo país del resto de los vecinos de la región, que implican mejores condiciones de financiamiento para sus empresarios. Según explicó Mondino, la Argentina y Venezuela son los dos países que el mercado observa como de mayor riesgo relativo. En tanto, los de menor riesgo son: Chile, Brasil, México, Colombia y Perú. Los valores al viernes eran los siguientes:
- Argentina, 729
- Brasil, 230
- Venezuela, 677
- Colombia, 217
- México, 167
- Perú, 190
- Ecuador, 674
- El promedio de Latinoamérica, 322
¿Parecido al 2001?
Ferreres recordó que en el momento en que el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, selló el Megacanje de deuda por un período mayor, el riesgo país era el mismo que convalidó el Gobierno en esta operación, del 15%. "Esto desubicó a las empresas y a las provincias que no podían conseguir financiamiento y generó incertidumbre", dijo.
En este sentido, Mario Brodershon en su último informe señaló que "es inexplicable un riesgo país tan elevado, cuando los indicadores de crecimiento, nivel de reservas internacionales y superávit fiscal y externo de este año son superiores a cualquier otro período histórico". El economista, subrayó que la combinación de una inflación del 24% anual y creciente junto con la debilidad política que muestran los bajos índices de aceptación de los Kirchner lleva a los operadores económicos a la lamentable conclusión que esos indicadores no son sustentables en el tiempo".
No obstante, Mondino encendió una luz de esperanza: "El Gobierno no ha hecho una oferta pública de esos títulos en el mercado local por lo que las empresas argentinas que lo hicieran no están sufriendo el crowding-out. Soy optimista en suponer que obtendría un costo menor dada las colocaciones existentes".
Por otra parte, Castelli subrayó que la situación es distinta a la del 2001: "la calidad de crediticia es mucho mejor, el sector corporativo está más sólido y el endeudamiento esta mas controlado".
Lo cierto es que en el momento en que la Argentina necesita de mayor inversión para que su economía crezca y genere empleo, las posibilidades de inversión se ven limitadas por el alto costo de financiamiento. El mercado le pide a gritos al Gobierno que reconozca los niveles de inflación, el dibujo de los índices que la miden y que aplique una política antiinflacionaria, pero las señales muestran la persistencia sobre el camino tomado.
Verónica Dalto©iprofesional.com