La Argentina tiene el costo de vida más alto de la región
Hoy, el flamante ministro de Economía, Miguel Peirano, tendrá su debut inflacionario. Se espera que el Gobierno informe que el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de julio último tuvo un aumento que girará en torno al 0,6 por ciento.
Las proyecciones muestran una inflación para este año en orden al 10% para el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Sin embargo, y en base a estimaciones que surgen sobre la recaudación de IVA doméstico (ver abajo), economistas estiman una inflación anual cercana al 20 por ciento.
Con esos números, la Argentina se ubica como el país con mayor inflación de la región para el 2007. El más cercano es Venezuela, que tendría un nivel cercano al 15%, según datos de la consultora de Carlos Melconian, MyS Consultores.
Les siguen Paraguay (con 7,5% de inflación anual estimada), Uruguay (5,5%), Bolivia (4,5%), Brasil y Colombia (ambos con 4%), Chile y Ecuador (3%), y Perú (2,5%). Por otro lado aparecen México (3,3%), los Estados Unidos (2,5%) y la Eurozona (1,8%).
La recaudación desnuda la inflación real
De un análisis minucioso de los últimos datos de recaudación difundidos por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), se desprende que el cobro de IVA aumentó un 42% con respecto al año pasado. Hay varios efectos que se enumeran entre las posibles causas: expansión de actividad productiva y del consumo, o mayor cumplimiento de los contribuyentes. Sin embargo, la razón principal por excelencia es la inflación.
Así, el crecimiento de la recaudación del impuesto, que fue ampliamente festejado por el Gobierno, se convirtió en una espada de doble filo, ya que se está confesando "la otra" inflación.
De este modo, quedó al desnudo que por noveno mes consecutivo la tasa real de inflación se mantiene en torno a 20%, con lo que se consolida en un ritmo que duplica a la que informa habitualmente el INDEC a través del índice de Precios al Consumidor (IPC) en el Gran Buenos Aires.
Sucede que el IPC y la recaudación de IVA, hasta antes de la instalación de los controles de precios iniciados por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, tenían una curva que evolucionaba de manera absolutamente pareja.
Sin embargo, con el mercado intervenido, sumado a los supuestos "retoques" del INDEC, las curvas comenzaron a separarse, y mientras la variable correspondiente a la inflación crece de manera tímida, la del IVA se separa y muestra una evolución preocupantemente ascendente.
Semejante desfase entre la inflación real y la "oficial", estimada en más de diez puntos porcentuales en los últimos doce meses, no hace más que desnudar los desequilibrios que aquejan a la actividad económica, pese a que varios indicadores macroeconómicos dan cuenta de que se está en vías de superar las mejores marcas de los años noventa, como la capacidad de ahorro del conjunto de los residentes, la venta de celulares, equipos electrónicos y automotores, por citar algunos ejemplos.
De ahí que muchos economistas, como analistas de evaluadoras de riesgo crediticio, como Moody's, sostienen que será inexorable que en el corto o mediano plazo se espere un "ajuste" en la economía, que derivará en menores tasas de crecimiento y consecuentemente de ahorro del sector público y del superávit de la balanza comercial.
La visión empresarial
En este contexto, los empresarios se mostraron absolutamente concientes de las diferencias entre las dos inflaciones. Tal es así que un sondeo privado de SEL consultores arrojó que el 84% de los empresarios no cree en el índice que del INDEC.
Al respecto, en una escala de uno a cinco, donde uno es "nada creíble" y cinco es "muy creíble", el Indice de Precios al Consumidor (IPC) oficial obtuvo un puntaje de tan sólo 1,7 en promedio. Es decir, los empresarios encuestados manifestaron mayoritariamente que la estadística que releva el INDEC es poco o nada confiable.
A esto se suma que las firmas se muestran cada vez más pesimistas respecto de la estabilidad de la evolución del nivel de precios. Desde fines del año pasado, trimestre tras trimestre, esperan tasas más altas.
Datos duros del primer semestre
En la misma sintonía, distintas consultoras económicas tomaron nota de las diferencias y salieron a hacer sus propios cálculos. En el primer semestre del año, el Indec informó que el alza de precios fue del 3,9 por ciento.
La consultora Finsoport se tomó el trabajo de estimar el IPC con un modelo econométrico propio y asegura que la inflación fue del 10,9% en el último año.
En tanto, especialistas del banco Santander Río declararon que si se aplicara la metodología utilizada hasta fines del 2006, el IPC del área metropolitana implicaría un salto de la tasa de inflación de no menos de 3,5 puntos porcentuales respecto del resultado reflejado por el Indec.
Por otra parte, cuando se mide el IPC tomando en cuenta el interior del país, según Econométrica, el valor anualizado es del 14,8%; si se considerara el promedio de los índices del interior y del Gran Buenos Aires, llega al 11 por ciento.
Proyecciones el resto del año En lo que respecta a los valores estimados para todo 2007, el Gobierno calculó un índice inferior o igual al 9%.
Como contrapartida, desde el sector privado hubo todo tipo de especulaciones, algunas más benevolentes y sumamente preocupantes. Aún así, comparten un punto en común: cualquier valor está totalmente alejado de las proyecciones oficiales.
En este contexto, la consultora Monteverde y Massot, por ejemplo, anticipó que este año la inflación real será del 25 por ciento.
En tanto, la consultora Macroeconomía MVAS dijo que la inflación del interior (más real que la de Capital Federal y el Gran Buenos Aires) rondaría el 14% este año.
Opinión calificada
Al respecto, el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, sostuvo días atrás que "el número que se espera para fin de año depende de lo que quiera el Gobierno y, como está manipulado, calculo que terminará entre el 8 y 9% anual. En cuanto al índice real, probablemente una estimación razonable estará en torno al 14 o 15%, por lo que es evidente que hay una diferencia importante entre la realidad y lo que registra el índice oficial".
Consultado sobre cómo continuaría el sistema de control de precios, que ya parece agotado, Artana opinó que "si bien hasta las elecciones presidenciales el Gobierno continuará con los controles de precios, lo que se ve claramente es un agotamiento de esta estrategia. El Gobierno ha relajado algunos controles porque no le quedó mas remedio, ya que todos estos instrumentos heterodoxos, que a mi en particular no me gustan, tienen una lógica por un tiempo limitado. En este caso fue tratar de controlar las expectativas de que no se genere un espiral salario precio, como se llamaba en la década del 80".
El economista Miguel Angel Broda coincidió en parte con Artana y pronosticó hace poco una inflación real para este año de entre el 12 y el 15 por ciento. Además, alertó que uno de los peores efectos que esto genera es la gran cantidad de fondos destinados a subsidiar el alza de precios, que alcanzará en 2007 la suma de $10.350 M. Este valor, equivale prácticamente a la mitad del superávit primario.
"í‰ste es el único país del mundo que, con tasas de inflación crecientes, tiene también tasas expansivas del gasto crecientes. Los argentinos vamos a tener que acostumbrarnos a altas tasas de inflación por mucho tiempo", se lamentó Broda.
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