EN OLIVOS

El dato clave que le dio Caputo a Milei en una cumbre en Olivos: aprovechar salida de fondos de Europa

Mientras el mercado palpita qué harán los bonistas con los fondos que recibieron de parte del Tesoro, el Gobierno sigue de cerca lo que pasa en Europa
ECONOMÍA - 11 de Enero, 2025

El Tesoro argentino acaba de volcar más de u$s4.300 millones en el mercado de deuda, al cumplir con el pago de vencimientos de capital e intereses, y el interrogante ahora es determinar qué harán los inversores con esos fondos.

El tema fue analizado en el almuerzo que compartieron este jueves el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, en Olivos, donde degustaron un sabroso plato de entraña.

Mientras las pantallas devolvían subas en acciones y bonos, Caputo comentó lo que está ocurriendo en el mercado de deuda europeo, y explicó por qué podría beneficiar a la Argentina.

Luis Caputo le comentó a Javier Milei lo que ocurre en el mercado de deuda en Europa

El creciente déficit de países como el Reino Unido y Francia estaría convenciendo a los inversores de la necesidad de mudar sus fondos a otras latitudes. Allí, parece potenciarse una oportunidad para una Argentina que ha pasado de ser "defaulteador serial" a país cumplidor con cuentas públicas que se van ordenando.

En las manos de los bonistas está la posibilidad de estirar la fiesta financiera, y hay indicios de que podrían volcar nuevamente sus inversiones a la Argentina.

Los operadores prevén que, con el pago que se hará efectivo a partir de este viernes tras el feriado en Estados Unidos, los tenedores de títulos Bonar y Global se inclinarán principalmente por reinvertir los fondos en los mismos activos.

Pero creen que también habrá inversores que buscarán alternativas en otros instrumentos por fuera de la renta fija.

Para Portfolio Personal Inversiones, el pago será reinvertido en la deuda soberana, tal como ocurrió en julio, y proyecta que el tramo largo de la curva de vencimientos superará al corto, una dinámica similar a la que se observó meses atrás.

Incluso, no descarta que los avances de los bonos de las últimas jornadas se expliquen por la presunción del mercado respecto de la reinversión del pago, además de otros drivers como los transcendidos sobre una pronta evaluación del Fondo Monetario Internacional al programa crediticio argentino, paso previo a la eventual firma de un nuevo acuerdo.

Financistas consideran que las tasas que ofrecen estos títulos para la reinversión de cupones continúan siendo atractivas.

Qué harán los inversiones tras el pago de deuda del Tesoro

Analistas financieros como Tomás Ambrosetti incluso señalan que una parte de los bonistas (sobre todo, los más conservadores) optaría por invertir el dinero en activos de menor volatilidad, como Bopreal u Obligaciones Negociables, o esperaría las licitaciones de deuda que próximamente lanzarán varias empresas que buscarán captar esos dólares.

"Reinvertir es una buena alternativa. Hoy tenemos el riesgo país en más o menos 600 puntos básicos. Para 2025, se proyecta que la tasa de interés Estados Unidos podría bajar 50 puntos básicos más, lo que va a generar que aumente el riesgo argentino, dando un premio mayor por tomar activos locales", proyectó Damián Palais, analista de Cocos Capital.

La cuenta que hacen en el mercado es que si durante la presidencia de Mauricio Macri el riesgo país bajó hasta 350 puntos básicos y la macroeconomía se encuentra en una situación mejor que la de ese momento, hay margen para que los títulos de deuda soberana en dólares continúen alcistas.

No obstante, Melina Di Napoli, de Balanz, explicó que la reinversión de los fondos dependerá del perfil de cada inversor, aunque últimamente viene observando un "creciente apetito" por los bonos corporativos de empresas locales, principalmente con vencimientos de entre 7 y 10 años.

En el caso de que los inversores opten por continuar bajo el crédito soberano, los asesores financieros destacan el Global 2038, por considerar que aún tiene potencial de apreciación.

"Economía a full": el mensaje de Luis Caputo

Caputo se fue muy optimista tras el encuentro con Milei: "Súper jornada de trabajo con el presidente Javier Milei en Olivos! Economía a full, análisis de las medidas a futuro, y entrañas de almuerzo. ¿Qué más? Este regalazo dedicado!", escribió en su cuenta de X, y adjuntó tres fotos: una selfie con el jefe de Estado y dos del libro Monopolio y competencia, del economista Murray Rothbard, uno de los referentes principales de Milei y que hasta dio nombre a uno de sus perros mastines que viven en la quinta presidencial.

El mensaje de Luis Caputo tras reunirse con Javier Milei

Antes, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, había confirmado el cumplimiento de los pagos: "Dicen que lo prometido es deuda… En este caso, pagada!", posteó.

El equipo económico supervisó la respuesta de los mercados al pago de los títulos públicos por algo más de u$s4.300 millones a tenedores locales y del exterior.

Tras el almuerzo en Olivos, el presidente Milei ratificó que el Gobierno está a las puertas de un cambio central en el esquema cambiario. "Si el martes el IPC sale en la zona del 2,5 % el Gobierno adelantó que bajará el crawl a 1% mensual", posteó el banquero Juan Nápoli, ex candidato de La Libertad Avanza en 2023. "Yes", replicó Milei.

La inflación minorista será la primera variable clave a monitorear en el principio del segundo año de mandato libertario.

Será importante observar si el IPC de diciembre, que se publicará el 14 de enero, mantiene un comportamiento similar al de noviembre. De confirmarse, el aumento de precios habría acumulado tres meses en niveles compatibles con el crawling peg vigente (2% mensual desde hace un año), lo que podría permitir un reajuste en el esquema. El IPC podría ubicarse en una zona cercana al 3%, si se tiene en cuenta que la inflación porteña arrojó 3,3% y suele anticipar el comportamiento de los precios a nivel nacional.

La idea es que, tras publicarse el dato de inflación de diciembre el martes próximo, o bien a partir de febrero, el dólar oficial comience a moverse a un ritmo de 1% mensual.

Pero analistas creen que el Gobierno podría optar por esperar un trimestre para que los precios de los bienes, que representan cerca del 70% de la canasta del IPC, se ajusten a esa tasa antes de eliminar el crawling peg y fijar el tipo de cambio.

El dólar blend, en particular, es uno de los elementos del esquema cambiario que, según economistas, desaparecería primero.

Otras cuestiones del plan económico también estuvieron en la mesa de análisis en Olivos. Uno de los más esperados por el mercado es el sendero de baja de impuestos.

Para que la Casa Rosada avance en una reducción significativa de la presión tributaria, deberían cumplirse varias condiciones previamente.

Una estimación oficial preliminar indica que el Poder Ejecutivo podría obtener un incremento en la recaudación tributaria equivalente a más de 1 punto del PBI este año si el repunte de la actividad económica se alinea con las proyecciones del equipo económico. Por ahora se mantienen en el 5%, aunque algunos más optimistas creen que se puede crecer un 6%.

Según sus estimaciones oficiales, 2024 habría cerrado con un resultado fiscal mejor al previsto, lo que ofrecería un punto de partida más sólido para 2025.

Por ejemplo, Economía ya adelantó que el superávit financiero -que incluye intereses de deuda- sería de 0,3% del PBI cuando se publiquen los datos finales.

Las señales que llegan desde Europa y entusiasman a Caputo

Los mercados de renta fija ingresaron en una nueva era de antagonismo con los gobiernos, según los gestores de fondos, a medida que los inversores venden deuda soberana de grandes economías como Reino Unido, Francia y Estados Unidos en medio de un aluvión de endeudamiento.

De acuerdo con un reporte del Financial Times, el fuerte endeudamiento presupuestario del Reino Unido en octubre ha provocado ventas masivas en el mercado de bonos británicos (gilt), elevando la rentabilidad a 10 años a su nivel más alto desde 2008 y el costo de los intereses a 30 años al máximo de este siglo.

En tanto, la crisis política de Francia ha elevado sus costos de endeudamiento por encima de los de Grecia, mientras lucha por aprobar un presupuesto de medidas de ajuste.

En Estados Unidos, el mercado del Tesoro se ha visto afectado por la preocupación de que el presidente electo, Donald Trump, pida prestado libremente y recorte los impuestos.

El motor de estos movimientos son los inversores en deuda pública, que vuelven a asumir el papel de garantes de la disciplina fiscal, exigiendo mayores rendimientos cuando las finanzas públicas se deterioran.

El elevado endeudamiento provocado por la pandemia de Covid elevó la carga de la deuda en grandes economías como Reino Unido, Francia y EE.UU. La deuda pública neta superará el 100% del PBI en EE.UU. y Francia este año, y se acercará a ese nivel en el Reino Unido, según las previsiones del FMI.

Allí podría surgir una oportunidad para la Argentina, que podría captar parte de los fondos que saldrían de Europa, esperan en el gobierno.

A contramano de la Argentina, los déficits anuales han aumentado en el primer mundo y superarán el 7% del PBI en EE.UU. en 2025. Por su parte, el gobierno francés se fija como objetivo un déficit del 5-5,5% del PBI para 2025.

En el Reino Unido, la decisión adoptada en octubre por el Gobierno laborista de relajar la política económica respecto a planes anteriores aumentó la inquietud de los inversores. El endeudamiento público será del 4,5% del PBI en el ejercicio en curso, según las previsiones oficiales, y descenderá al 3,6% el año próximo.

En este escenario, el rendimiento adicional exigido por los inversores en deuda británica en comparación con los bonos alemanes a 10 años superó los 2,3 puntos porcentuales el mes pasado, la mayor prima desde 1990 y por encima incluso del nivel alcanzado tras el malogrado 'mini presupuesto' de la ex primera ministra Liz Truss en 2022.

El spread de Francia con Alemania ha subido a su nivel más alto desde la crisis de la deuda de la eurozona, alcanzando los 0,9 puntos porcentuales en noviembre. Los rendimientos del Tesoro estadounidense a diez años han saltado del 3,6% en septiembre a casi el 4,7%.

Estos movimientos se han producido incluso cuando los bancos centrales han empezado a bajar las tasas de interés -que suelen ser el principal motor de los rendimientos de los bonos- al desvanecerse el repunte post-pandemia de la inflación. Las ventas se han concentrado en la deuda a más largo plazo, que es la más sensible a la escala de emisión.

Las ventas han dado lugar a comparaciones con los llamados "vigilantes de los bonos", un grupo de inversores que impulsó cambios en la política fiscal estadounidense en los '90 forzando al alza los rendimientos, pero que más recientemente ha estado inactivo.

Los gestores de fondos afirman que se ha producido un cambio decisivo con respecto a la época de tasas bajas y expansión cuantitativa que siguió a la crisis financiera mundial, cuando las compras de los bancos centrales eran la fuerza dominante en los mercados de renta fija.

Los "altísimos niveles de deuda" de países como el Reino Unido y Francia han animado a los inversores a retomar su antiguo papel de "policía para desencadenar una política fiscal responsable", indicó Peder Beck-Friis, economista de la firma de fondos Pimco, que gestiona u$s2 billones.

Varios gobiernos se están endeudando fuertemente para tratar de impulsar el crecimiento, y no consiguen tranquilizar a los mercados con sus planes para frenar los d déficits fiscales.

El Banco de Pagos Internacionales advirtió en diciembre que el aumento de los niveles de deuda era "una de las mayores amenazas, si no la mayor, de cara al futuro para la economía mundial", y el aumento de los costos de los préstamos era una señal de que los mercados se daban cuenta de que tendrían que absorber más deuda.

En el Reino Unido, los inversores han advertido de que el aumento de los costos de endeudamiento hace cada vez más probable que la ministra de Finanzas británica, Rachel Reeves, incumpla sus nuevas normas fiscales cuando se publiquen las previsiones oficiales en marzo. Y Moody's rebajó la calificación crediticia de Francia en diciembre, advirtiendo de un "bucle de retroalimentación negativa entre mayores d déficits, mayor carga de deuda y mayores costos de financiación".

A contramano, Moody’s subió la nota de la deuda argentina y elogió la marcha del plan económico de Milei. Allí, Caputo y su equipo ven una oportunidad y prometen que no se desaprovechará.

En el Gobierno creen que un buen resultado en las elecciones de medio término de octubre podría terminar de configurar un panorama alentador para poner a la Argentina definitivamente en el radar de los inversores de primera línea a nivel mundial.

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