Acuerdo con FMI para el segundo trimestre y dudas por el fin del cepo: plan 2025 de Caputo y Milei
Javier Milei y su ministro Luis Caputo se jugarán un pleno para que el proceso de desaceleración inflacionaria se profundice en el comienzo de 2025. En el Palacio de Hacienda ya nadie discute que los precios más calmados son la base del repunte del Presidente en las encuestas.
Para lograr el objetivo, el equipo económico viene trabajando en un escenario con un crawling peg que deberá bajar a la mitad -del 2% al 1%- en el comienzo del nuevo año. Será la forma elegida para forzar una desaceleración inflacionaria.
Cerca de Caputo sostienen que la eliminación del Impuesto PAIS -en dos tramos- sirvió para descomprimir los precios de los productos importados; y también de los insumos para la fabricación local.
La apuesta, ahora, es que la esperada rebaja de la devaluación mensual del tipo de cambio oficial también cumpla con aquel objetivo.
Entusiasmo no falta: el equipo económico está convencido de este paso a paso, que debería desembocar en algún momento en la eliminación del cepo cambiario. Aunque nadie se atreve a poner fechas, todo hace suponer que no habrá un "Día D" en el que se levanten todas las restricciones sino, más bien, un desarme paulatino. Casi silencioso, pero lo más eficaz posible.
Javier Milei espera bajar más el ritmo de la inflación
En uno de los tantos reportajes concedidos por Milei durante su primer año de mandato, el Presidente reveló que esperaba al verano para aplicar algunas de las medidas de ajuste para evitar que la gente se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
¿Volverá a pasar esta vez? Nadie lo sabe. El timing político lo decido el "círculo de hierro" presidencial. Nadie más.
Lo que está claro -y esto sí es manejado al dedillo en el elenco oficial- es que la obsesión presidencial pasa por bajar más el ritmo de la inflación.
La idea de que los próximos meses empiecen con "1" forma parte del planteo oficial.
Caputo ya señaló que imagina un acuerdo con el FMI para el inicio del segundo trimestre. Recién ahí habrá una definición sobre el régimen cambiario que tendrá la Argentina para enfrentar la salida definitiva de la crisis.
Los riesgos que enfrenta el Gobierno: Brasil y Donald Trump en la agenda
El dólar en Brasil subió 25%. Más de la mitad sucedió en los últimos 100 días. El dólar en el país vecino llegó a los R$6,20.
La pregunta que se hacen en el mercado financiero es si esta dinámica se puede salir de cauce, como sucedió en la Argentina durante 2018, cuando las sucesivas intervenciones del BCRA empeoraban las cosas -por un efecto desconfianza- antes que mejorar el escenario.
El "cisne negro" se puede trasladar a los Estados Unidos en caso de que Donald Trump cumpla con lo prometido, y ponga en práctica aranceles a sus importaciones, que modifiquen el escenario económico global.
Por ahora, los mercados prevén modificaciones graduales. Aun así, los precios de las materias primas que exporta la Argentina ya están sufriendo.
La expansión de la economía no irá al mismo ritmo
Si se cumple el objetivo del Gobierno de bajar la inflación -obviamente sin que haya ninguna devaluación-, la economía 2025 debería recuperar lo perdido durante 2024 e ir por más.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la expansión no será uniforme.
Los sectores más dinámicos de la actualidad -ligados a la energía y el campo- tendrán ventaja sobre el resto.
Para el bolsillo de los consumidores tampoco será lo mismo.
El mayor dinamismo se debería notar en los bienes durables, muy ayudados por la explosión del crédito.
Por el contrario, lo más lento vendrá por el lado de los servicios y los consumos "al contado", que dependen más del bolsillo. O sea, del ingreso real de los consumidores.
Los créditos bancarios crecen por encima de la inflación
De acuerdo a los últimos registros del BCRA, en un solo mes, el volumen de créditos bancarios creció en $4 billones, equivalente a unos u$s3.400 millones. En septiembre se cumplió el sexto mes consecutivo de expansión del financiamiento al sector privado. Empresas e individuos que toman préstamos, ya sea para financiar el corto plazo o bien para el consumo.
Según la estadística oficial, los créditos destinados a compañías y familias crecieron nada menos que un 60% en lo que va del año. El mes pasado, la expansión fue del 7,7% por encima de la inflación.
En términos relativos, los préstamos al consumo se convirtieron en la vedette del mercado. Aumentaron 13,8% entre agosto y septiembre, descontada la inflación. Contra septiembre del año pasado ya están un 38% por arriba.