• 26/12/2024

Las variables clave del 2025: qué se espera para dólar, inflación, tasas y crecimiento de la economía

Una proyección del 2025 retrocediendo en el SXXI para evaluar en qué período, aunque con circunstancias disimiles, podríamos hallar una situación similar
26/12/2024 - 06:57hs
Las variables clave del 2025: qué se espera para dólar, inflación, tasas y crecimiento de la economía

De cara al año que está por comenzar, en esta nota, intentaremos proyectarlo en materia económica retrocediendo en el siglo XXI en nuestro país para evaluar en qué período, aunque con circunstancias disimiles, podríamos encontrar una situación similar.

Dólar

Para 2025, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (REM) se espera que el tipo de cambio llegue a $1.249,5 por dólar. Esta cifra es comparable al tipo de cambio real observado durante el gobierno de Mauricio Macri en febrero de 2016, cuando alcanzó los $1.303 (ajustado por inflación), y en diciembre de 2017, con $1.107.

En términos relativos, el tipo de cambio proyectado para 2025 sería un 24,95% superior al dólar de la predevaluación de diciembre de 2023, estimado hoy en $1.040. Si esta proyección se materializa, la devaluación en 2025 sería aproximadamente del 20%, menor a las devaluaciones del gobierno de Macri, que oscilaron entre el 36% y el 42%.

En términos históricos, esta magnitud de devaluación se asemeja a las registradas en enero de 2014 (12,4%) durante el gobierno de CFK o en agosto de 2018 (21%). Al cierre de diciembre de 2024, el tipo de cambio oficial se ubica en $1.042, mientras que el dólar MEP cotiza a 1.098,30 pesos.

Para 2025, se espera que el tipo de cambio llegue a $1.249,5 por dólar
Para 2025, se espera que el tipo de cambio llegue a $1.249,5 por dólar

En 2024, el peso argentino lideró el fortalecimiento monetario global, con una apreciación real del 40%. Este desempeño superó ampliamente al de otras monedas, como la lira turca (16,5%) y el ringgit malasio (8,5%). La estrategia del Gobierno incluyó una devaluación inicial del 54% en diciembre de 2023, seguida por ajustes mensuales del 2% en el tipo de cambio oficial mayorista durante 12 meses consecutivos. Actualmente, el tipo de cambio oficial mayorista cotiza 25,2% más que a finales de diciembre de 2023. Este nivel se sitúa en valores similares a los de diciembre de 2015 y apenas un 5% por encima del registrado en 2001.

Históricamente, las devaluaciones en Argentina se han asociado a crisis comerciales (1955-1975) o financieras (1976-2002), generando efectos recurrentes como caída del salario real, contracción del PIB y aumento del desempleo. Ejemplos notables incluyen el "Rodrigazo" de 1975, la crisis hiperinflacionaria de 1989, y el colapso de la convertibilidad en 2002.

Inflación

En términos de inflación, si la misma alcanzará el 18,7% en 2025, se trataría de un nivel similar al registrado en 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner. Este escenario representaría una reducción significativa de más de 211 puntos porcentuales en comparación con la tasa interanual actual, que es de 254,2%. Si la inflación proyectada fuera del 28%, se asemejaría a la registrada en 2006, también bajo el gobierno de Kirchner, cuando la inflación rondó el 27%. Este nivel de inflación representaría una disminución de aproximadamente 226 puntos porcentuales respecto a los niveles actuales.

A continuación, se presenta una tabla del ranking de países con mayor inflación en 2024 y en qué puesto se situaría Argentina con las tasas mencionadas. Con una inflación oficial proyectada de 18,7% para 2025, se ubicaría en el noveno lugar y con una inflación del 28%, ascendería al cuarto puesto, mejorando su posición en comparación con países con inflaciones elevadas como Venezuela, Turquía o Irán.

Con una inflación oficial proyectada de 18,7% para 2025, Argentina estaría en el noveno lugar
Con una inflación oficial proyectada de 18,7% para 2025, Argentina estaría en el noveno lugar

Superávit fiscal y comercial

En lo que respecta a los superávits gemelos, si Argentina logra mantener lo proyectado, sería necesario retroceder a los años 2003-2008, cuando, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, el país experimentó una fuerte expansión económica, impulsada por un contexto internacional favorable y una política económica que permitió mantener superávits fiscales y comerciales sostenidos.

A su vez, durante la implementación de la convertibilidad (1991-1993), se registraron superávits fiscales primarios, pero no incluían el servicio de la deuda. En octubre de 2024, Argentina alcanzó un superávit fiscal de 0,5% del PBI, logrando su décimo mes consecutivo de superávit fiscal y comercial, impulsado por un fuerte aumento en las exportaciones, que crecieron un 30% respecto al año anterior.

Si Argentina logra mantener lo proyectado, sería necesario retroceder a los años 2003-2008
Si Argentina logra mantener lo proyectado, sería necesario retroceder a los años 2003-2008

Tasa de interés

En cuanto a la tasa de interés proyectada para 2025, el REM estima que alcanzará el 25%, un valor similar al de abril y mayo de 2020, cuando la tasa fue ajustada agresivamente por el Banco Central para enfrentar presiones inflacionarias y contener la fuga de capitales.

Si la tasa de interés en 2025 se mantiene en torno al 25%, el contexto económico será similar al de principios de la pandemia de COVID-19, cuando se adoptaron medidas extraordinarias para asegurar la estabilidad financiera.

Superávit energético

Otro factor a analizar es la cuestión energética. Hace 24 años que Argentina no alcanza un superávit energético. La proyección es que en 2025 el país logrará un superávit de más de u$s5.000 millones en este sector. Las exportaciones de hidrocarburos comenzaron a repuntar, impulsadas por la mayor producción interna y el aprovechamiento de infraestructuras clave como el gasoducto "Néstor Kirchner", actualmente denominado "Perito Francisco Pascasio Moreno". Este gasoducto permitirá aumentar la capacidad de transporte de gas natural y reducir la dependencia de importaciones, contribuyendo a mejorar la balanza energética.

Se espera que, con la ampliación de la capacidad de producción de hidrocarburos, Argentina podría alcanzar un superávit energético de hasta u$s25.000 millones anuales para 2030. Este objetivo está basado en un plan de expansión que incluye un aumento significativo en la producción de petróleo y gas, así como mejoras en las capacidades logísticas, como el gasoducto que conecta la cuenca neuquina con el resto del país. Las exportaciones de petróleo alcanzarán su nivel más alto en dos décadas en 2024 y podrían duplicarse en los próximos años, con exportaciones de hasta 710.000 barriles diarios hacia 2030.

El superávit energético también está relacionado con las exportaciones de gas, que se incrementarán sustancialmente gracias a la instalación de nuevas terminales licuefactoras. Se espera que la construcción de terminales de GNL agregue hasta u$s6.000 millones anuales en exportaciones de gas natural, mejorando aún más el saldo comercial energético. Según la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos, las exportaciones energéticas podrían alcanzar u$s22.426 millones para 2030, representando un tercio de las exportaciones totales de Argentina.

Crecimiento económico

Sobre crecimiento económico, si bien en 2024 se espera un cierre en alrededor del -3%, para 2025 hay perspectivas optimistas de un crecimiento del 4 al 5%. El antecedente más cercano fue en 2021, cuando la economía creció un 10,4% como parte de la recuperación posterior a la contracción del 9,9% en 2020 debido a la pandemia de COVID-19.

Este crecimiento estuvo impulsado por la reapertura económica, la recuperación de exportaciones y el aumento del consumo privado, aunque también estuvo marcado por altos niveles de inflación y desafíos estructurales que dificultaron la sostenibilidad a largo plazo.

Para 2025 hay perspectivas optimistas de un crecimiento económico del 4 al 5%
Para 2025 hay perspectivas optimistas de un crecimiento económico del 4 al 5%

Otro período de crecimiento significativo fue 2010, con un aumento del 9% en el PBI, impulsado por la recuperación de las exportaciones agrícolas, los altos precios internacionales de los commodities y estímulos fiscales y monetarios. Este crecimiento ocurrió tras la crisis global de 2008-2009. El mayor crecimiento de los últimos 20 años se dio entre 2003 y 2007, cuando Argentina experimentó una expansión económica sostenida, con crecimientos anuales superiores al 8%, debido a la devaluación del peso y a los superávits fiscales y comerciales.

Se destacan que sectores como Vaca Muerta, la minería y el mercado inmobiliario serían clave para esta recuperación económica. La reactivación del mercado inmobiliario y la valorización de propiedades podrían tener un impacto positivo, aunque otros sectores como la construcción y el turismo enfrentarán desafíos importantes.

Las proyecciones económicas para la Argentina en 2025 sugieren un panorama mixto, donde la posibilidad de crecimiento y estabilidad fiscal depende en gran medida de la gestión de políticas clave, como la devaluación controlada, la inflación y el manejo del superávit fiscal y energético. A pesar de los desafíos estructurales, el país podría enfrentar un rebote económico significativo si se implementan reformas adecuadas y se mantienen las condiciones favorables, especialmente en sectores estratégicos como la energía y la minería.

El camino hacia una estabilización definitiva aún es incierto, el cumplimiento de los objetivos fiscales y comerciales podría sentar las bases para una recuperación más sostenida a largo plazo. Los próximos años serán determinantes para consolidar las políticas que permitan reducir la inflación y garantizar un crecimiento económico sostenido, sin los desequilibrios que históricamente han afectado a la economía argentina.

El resultado del oficialismo en las próximas elecciones legislativas determinará la suerte sobre el avance de reformas estructurales del Plan de Gobierno. La salida a los mercados internacionales de deuda permitiría cumplir con los compromisos de pago en 2025 y generar las condiciones para el levantamiento del cepo. El 2024 encontró a un gobierno con falta de experiencia en la gestión y equipo político y técnico en formación. 2025 deberá fortalecer en el frente interno la gestión y en el externo buscar el apoyo social para lograr un resultado positivo en las urnas.

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