Clave antes de emigrar: cuánto cuesta ahorrar en Argentina versus España, Italia y EE.UU.
El panorama económico ha dado un giro muy importante. El dólar, que alguna vez fue símbolo de inestabilidad y temor, comenzó a descender sostenidamente, reduciendo las brechas cambiarias a niveles históricamente bajos. Este cambio ha sido acompañado por una desaceleración significativa de la inflación, que ha regresado a cifras manejables, devolviendo la previsibilidad a las finanzas de los hogares y las empresas. El ingreso sigue siendo un problema pero la presivilidad le da un marco hacia adelante. Y esta estabilidad económica ha generado un impacto profundo en la vida cotidiana de los argentinos.
Los salarios han registrado una mejora muy lenta pero constante en términos reales, lo que permite a las familias recuperar su poder adquisitivo. Ahorrar ya no es una utopía, sino una opción concreta. Con tasas de interés positivas y un sistema financiero robusto, los bancos han retomado la oferta de créditos hipotecarios, facilitando el acceso a la vivienda y revitalizando el sueño de la casa propia y el acceso a bienes durables como auto, moto, artículos para el hogar, electrodomésticos, entre otros. La micro arranca por el incremento del consumo a crédito en estos bienes. Aún el consumo masivo está en pausa y con una muy lenta mejoría en la medición desestacionalizada frente al mes anterior.
El cambio de rumbo económico no solo se percibe a nivel doméstico sino que Argentina ha vuelto a capturar la atención internacional como una promesa emergente. Empresas que antes evaluaban abandonar el país ahora optan por quedarse e invertir. El plan de Gobierno arrancó por la desregulación y reformas estructurales, conocido como "el modelo de la motosierra". Por delante aún quedan grandes desafíos como reforma laboral, previsional, tributaria y un plan de mejora de la infraestructura donde la inversión privada debería aparecer pero la inversión pública debería estar presente por encima de la privada en la primera etapa de implementación.
Bajan las intenciones de emigrar
La percepción social también ha cambiado. Los que se fueron ven en algunos casos visos de regreso. Los que están en más de un 50% apoyan pero con dificultades económicas en el medio. Los argentinos, que en otro momento soñaban con emigrar para buscar mejores oportunidades, ahora evalúan si el futuro está en el país o en el exterior. Esto contrasta profundamente con la situación de años anteriores, cuando el 70% de los jóvenes manifestaba su intención de irse del país, según una encuesta realizada por la UBA en 2023.
En ese momento, 5 de cada 10 habitantes de los principales centros urbanos consideraban emigrar debido a la inflación, la inseguridad, la falta de oportunidades laborales y una sensación de hartazgo generalizado, alimentada por la creencia de que Argentina no podría salir de su decadencia en el corto plazo.
En 2024 se comenzaron a sentar otras bases para el cambio de esa percepción. Darle fortaleza económica para salir de la dependencia financiera en la macro es lo único que puede convertir la esperanza en realidad. La inflación ha sido controlada incentivando a las familias y a los jóvenes a pensar y soñar sus proyectos dentro del país. Aunque el Gobierno nacional estimó que 1.803.000 argentinos emigraron entre 2013 y 2023, esa tendencia parece haberse revertido. La estabilidad económica, junto con una renovada confianza en el futuro del país, ha reducido las intenciones de emigrar. El índice de confianza al consumidor medido por la Universidad Torcuato Di Tella mostró un crecimiento del 6,1% en noviembre reflejando una mejora de la expectativas presentes y futuras.
Salarios y costo de vida en Argentina, Italia, España y EE.UU.
Hoy, el salario promedio de un argentino alcanza los u$s1.223, tomando como referencia el valor de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores (RIPTE) y un valor del dólar MEP de $1.060 en diciembre 2024. Este nivel de ingreso para un joven en Argentina permite cubrir necesidades básicas y ahorrar u$s478 al mes según los siguientes gastos estimados:
En contraste, los argentinos que han emigrado a destinos como Italia o España en busca de oportunidades de ahorro y construir un futuro mejor el valor del alquiler le lleva una parte considerable del ingreso. Para el caso argentino, eliminada la Ley de Alquileres, se revitalizó la oferta en el mercado y los precios se estabilizaron a valor menor. Actualmente según los datos obtenidos a través de Preciosmundi, tenemos que el salario promedio en Italia ronda los u$s1.621. Con un costo de alquiler de u$s953,41, un 99% más caro que en Argentina. Un argentino que vive en Italia con un salario promedio puede ahorrar 109 dólares.
Similar ocurre con el destino España, donde también el costo de alquilar es muy superior al de Argentina; el costo de los servicios es menor que en Italia, al igual que el entretenimiento y el transporte. Así se ahorra una cantidad parecida en ambos países.
Sin embargo, el panorama salarial sigue mostrando una notable brecha respecto a países como Estados Unidos, donde el salario promedio supera en casi un 332% al de Argentina, y el ahorro anual asciende a u$s15.444. Este dato, sin embargo, no resulta sorprendente, dado que Estados Unidos es una de las economías más desarrolladas del mundo.
También es importante señalar que el salario promedio en Argentina crece en dólares pero también los precios locales han evolucionado en valor dólar. Quizás para un joven sostener su nivel de vida en Argentina ha mejorado respecto del año anterior. Sin embargo, para una familia de clase media que tiene que mantener su nivel de vida con esos ingresos e inflación en dólares la situación es más complicada.
El cambio económico que ha experimentado Argentina en el último año marca un cambio estructural en sus indicadores y en las expectativas y decisiones de su población. Lo que antes era un éxodo masivo en busca de estabilidad, ahorro y calidad de vida en el exterior, ahora se abre la esperanza de un cambio que permita anclar bases en el país. Aún falta que que esa expectativa se transforme en realidad en forma lenta pero progresiva.
El fortalecimiento del poder adquisitivo, la posibilidad de ahorro real, y un sistema financiero que recupera su dinamismo son señales positivas para los jóvenes que piensan emigrar al exterior.