Relanzan complejo Al Río en Vicente López para saldar deuda y restaurar proyecto estratégico
Un nuevo grupo de inversores conformado por Walter Román, César Escandarani y Maja Desarrollos concretó la adquisición del principal activo del complejo Al Río en Vicente López, con el objetivo de revitalizar el proyecto.
Esta compra fue autorizada por el Juzgado Comercial 12 en el marco del concurso preventivo de Ribera Desarrollos S.A., empresa liderada por Carlos De Narváez que acumuló una deuda cercana a los u$s 200 millones debido a incumplimientos y fracasos en las obras de acuerdo a como lo informó Iprofesional en 2020.
La deuda, una de las mayores en el mercado inmobiliario argentino, afecta a varios acreedores relevantes, como Edenor y los bancos Patagonia, HSBC e Hipotecario, que ya habían adelantado pagos en dólares para asegurar oficinas y espacios en el complejo.
El proyecto de Al Río, iniciado en 2010, prometía la construcción de un gran desarrollo de uso mixto en 16 hectáreas en la intersección de las avenidas Libertador y General Paz. La visión incluía edificios de oficinas, residencias de lujo, un centro comercial, espacios para pequeñas empresas, y un hotel cinco estrellas.
Sin embargo, sólo se completaron la Torre Sur, algunos locales comerciales, y las oficinas para empresas como La Nación y Carrefour, mientras que unos 80.000 m2 de desarrollo quedaron sin iniciar, afectando a cientos de compradores. Esto generó una crisis de deuda que obligó a Ribera Desarrollos a solicitar el concurso preventivo en 2022 y entrar en una prolongada negociación con acreedores para evitar la quiebra.
Apuesta al futuro
Con la adquisición de los principales activos del proyecto, los nuevos dueños planean una inversión que incluye la reactivación de la construcción en el complejo. Entre los planes figuran la finalización de los locales comerciales y la integración de nuevas marcas gastronómicas, junto con la renovación de espacios y áreas comunes.
Uno de los puntos más destacados será el relanzamiento de "El Cubo", un salón de eventos de gran capacidad que se posicionará como uno de los espacios más versátiles y de mayor tamaño en el país, ideal para eventos sociales y corporativos.
Según Escandarani, la intención es impulsar un nuevo perfil para Al Río que aporte un impacto positivo al área urbana y transforme el espacio en un centro de experiencias de alta calidad para residentes y visitantes. "Vemos en este proyecto una oportunidad de renovación y de integrar opciones comerciales, de entretenimiento y servicios que cumplan con las expectativas de la zona y potencien su atractivo," explicó.
Actualmente allí y en la zona, los valores de alquileres de locales comerciales superan los USD 800 por mes. Hay distintos rubros que se suman a la tienda de materiales de construcción y el supermercado ya existentes. Como también Al Río la completan viviendas de lujo que están a pasos de la Avenida General Paz.
La compleja adquisición de Al Río fue posible tras negociaciones en las que el grupo comprador necesitó acuerdos personalizados con varios acreedores. Esta estrategia, gestionada bajo la Ley de Concursos y Quiebras, permitió avanzar sin violar la igualdad entre los acreedores y logró el respaldo judicial del proceso.
Los nuevos propietarios, con la asesoría del Estudio Lorente & López a cargo de Ariel Di Bártolo y Martín Rozental, se enfocan en una fase de relanzamiento para recuperar y potenciar el valor estratégico de Al Río, un desarrollo que, aunque incompleto, mantiene un gran potencial inmobiliario en Vicente López.
"Actualmente, en el complejo Al Río operan locales como Kansas, Johnny B Good y Open25, además de Starbucks, Fabric y Mooi en la planta baja de la Torre Sur. El objetivo es completar el desarrollo comercial mediante la ocupación de los locales disponibles, ampliando así la variedad de opciones para los visitantes. También se planea mejorar los espacios comunes y el área de estacionamiento para optimizar la experiencia de los clientes", concluyó Escandarani.