Por qué la Argentina pasó de una economía con "anabólicos" a una con "sedantes"
Venimos de una "economía con anabólicos" sostenidos a lo largo de tiempo y cada vez con mayor dosis. El cuerpo económico no se recupera tan fácilmente de ese proceso. Veamoslo en el cuerpo humano. Muchos deportistas y atletas utilizan "esteroides anabólicos" para aumentar su musculatura y mejorar su rendimiento deportivo. En nuestra economía, esos anabólicos vinieron de la mano de expansión de la demanda a través de la emisión monetaria, servicios subsidiados, asistencialismo social, créditos subsidiado, deuda local y externa. Un cocktail que comienza a retirarse lentamente del cuerpo económico pero aún las dolencias y las secuelas existen y estarán presentes en el tiempo. Los deportistas consumen los anabólicos por tres vías: oral, inyectados en los músculos o aplicando un gel o crema en la piel. La economía con emisión monetaria, crédito y servicios subsidiados y asistencialismo social.
Todo tanto en el cuerpo como en la economía tiene un costo. Los "esteroides anabólicos" pueden traer problemas. Cuando se usan en dosis mayores y con uso prolongado a nivel corporal generan desde hipertensión a daño renal, incluyendo cardiopatías y retraso en el crecimiento de adolescentes, además de cambios de humor, porque la persona se vuelve agresiva.
A nivel económico, la expansión vía "anabólicos" incrementa el consumo temporal pero también la variación de precios y la inflación, incrementa el asistencialismo pero también los impuestos y deuda para financiarlo, incrementa la deuda pública pero también restringe el crédito al sector privado para hacer sostenible la producción y oferta de bienes y servicios frente a una demanda agregada sin respaldo. La inversión privada no responde por que el proceso es transparente. Nadie se suma a una carrera de 5 km. Las inversiones se realizan para correr una maratón de 40 Km. Los anabólicos nos mienten. Nos hacen creer que estaremos preparados para los 40 km pero terminamos corriendo 5 km.
Cuando se consumen "esteroides anábólicos" generan adicción y su ausencia un síndrome de abstinencia y depresión. A nivel de económico, la adicción es reemplazada por depresión económica y social. Ya no puede la demanda consumir lo mismo cuando le retiran la dosis y cuando encima es de shock y no gradual la abstinencia y depresión es mayor.
Al analizar las dinámicas de crecimiento económico durante el último trimestre de 2023 y el segundo trimestre de 2024, se evidencia el año pasado un entorno económico caracterizado por un notable impulso de una economía con anabólicos, donde los componentes de la demanda agregada, como el consumo público y la inversión, muestran un crecimiento acelerado. Este fenómeno también se refleja en el consumo en autoservicios mayoristas, centros de compras y supermercados, que experimentaron un incremento significativo.
En contraste, en el segundo trimestre de 2024, observamos una economía con somníferos, un enfriamiento de la economía, donde los componentes de la demanda agregada presentan un crecimiento más moderado. El consumo no avanza al mismo ritmo que en el periodo anterior, lo que sugiere una desaceleración en la actividad económica.
Qué pasó con el consumo público
Al analizar el consumo público en el cuarto trimestre de 2023, este alcanzó un total de $99.789 millones. Sin embargo, en el segundo trimestre de 2024, este indicador se redujo a $96.670 millones, lo que representa una disminución del 3,1 por ciento.
Cómo se comportó la inversión
Al evaluar el comportamiento de la inversión en el mismo período, se observa una disminución significativa, pasando de $139.180 millones en el cuarto trimestre de 2023 a $112.373 millones en el segundo trimestre de 2024. Esta reducción del 19,3% indica una notable contracción en la actividad. Tanto el comportamiento del consumo público como de la inversión evidencian el paso de una economía con anabólicos a una economía con somníferos.
Consumo masivo: la variación de los precios
Los componentes de la demanda agregada no son los únicos que se vieron inyectados por somníferos hacia el 2024. Los precios de varios productos experimentaron un aumento por debajo de la inflación de 209% desde septiembre 2023 a septiembre 2024.
Entre estos productos podemos mencionar pan francés tipo flauta con un aumento del 198%, asado con un aumento del 146%, carne picada común con un aumento del 150%, azúcar con un aumento de apenas el 27%, naranja con un aumento del 81%, entre otros. Con una economía que necesariamente tiene que cambiar los motores de crecimiento en el mismo mes de septiembre 2024 el consumo masivo presenta una caída del 22,3% de acuerdo a Scentia. Menos pesos, menos consumo más corrección de precios relativos le ponen un techo a la variación de precios de los bienes en la economía.
En octubre de 2023, cuando la economía se encontraba inyectada por anabólicos, el consumo en autoservicios mayoristas alcanzó los $5.179 millones, mientras que en centros de compras fue de $7.882 millones y en supermercados, $26.779 millones.
Sin embargo, hacia julio de 2024, se evidencian disminuciones en el consumo en las tres categorías: autoservicios mayoristas descendieron a $3.763 millones, centros de compras a $7.643 millones y supermercados a $22.313 millones. Estas reducciones reflejan un cambio en las dinámicas de consumo que podría impactan en las ventas del sector mayorista y minorista en la economía.
La economía, luego del proceso de "esteroides anabólicos", pasa a la necesidad de "somniferos" o "sedantes". Los "sedantes" ralentizan el sistema nervioso central en el cuerpo humano. En la economía los mismos se aplican vía reducción de la emisión monetaria, asistencialismo y deuda intentando salir de los excesos o adicciones previas.
Respecto de la ansiedad, los "sedantes" alivian pero no pueden sustituir rápidamente la euforia del consumo sin evitar la depresión. La situación es tal que octubre de 2023 para misma fecha de hoy la euforia era tan ilusoria que los argentinos dejaron vacías a las cadenas de electrodomésticos adelantando compras a crédito de bienes durables y desprendiéndose de los pesos para evitar que sigan perdiendo poder adquisitivo en sus manos, porque no había dólares disponibles para importar los bienes que se consumían en góndola y por qué se esperaba una devaluación del peso frente al dólar posterior a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
La economía había pasado de los "esteroides anabólicos" a las "estupefacientes" con sobreexitación de consumo obligado. Adelantar la compra de un paquete de yerba mate, aceite o arroz rendía más que el plazo fijo, acciones, billeteras digitales, oro, dólar, etc. El peso sería lo que más valor perdería frente a los bienes y ningún activo financiero podía crecer por encima de ese proceso distorsivo.
Estamos parados ahora en la "economía sedante". No se puede omitir esta situación sin entender el daño de los "anabólicos" y su necesidad de tratamiento lento pero de mejora constante en el tiempo para restablecer el cuerpo económico y social en procesos de mejora y crecimiento genuinos y más transparentes. La economía argentina está internada en un centro médico de alta complejidad hace meses. El querer adelantar la curva del paciente implica no entender la enfermedad de base y el tratamiento adecuado.