Como cerró la inflación de los alimentos en septiembre: ¿el Gobierno puede festejar?
Por primera vez en 90 días, la inflación de los alimentos terminó septiembre con un descenso respecto del mes anterior. Para las principales consultoras económicas, los precios de la canasta básica cerraron por debajo el 4%, e incluso pudieron acercarse al piso del 3% mensual.
La consultora Eco Go -dirigida por Marina Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi- reveló en su último informe a clientes que la inflación de los alimentos fue del 3,4%, contra 4,2% de agosto.
¿Qué fue lo determinante para el descenso de la inflación en septiembre?
Carnes y algo más
Las carnes volvieron a jugar a favor de las expectativas oficiales. Registraron un alza del 3,4%, en línea con la suba promedio de los alimentos.
"El cerdo continuó mostrando una leve recuperación, en particular en las primeras dos semanas del mes, y cerró septiembre con un incremento del 8,1%", suscribió el informe de Eco Go.
En el caso del pollo, los aumentos fueron moderados, con la primera y tercera semana elevadas (1,3% y 4,2%), registrando la categoría una suba del 4,8%. La carne vacuna, traccionada por los cortes traseros (7,1%) subió 3%. Es decir, la carne vacuna, la preferida por los argentinos, se encarece por debajo del resto.
En septiembre, las frutas se ubicaron con signo negativo y marcaron un descenso del 1,9%, impulsadas por la caída del precio de las frutas cítricas (5,9%).
El monje negro
Como viene sucediendo desde el año pasado, el rubro de los lácteos rompe el esquema de una inflación a la baja.
"La categoría lácteos registró en septiembre un aumento del 7,6%, impulsado por las subas registradas en huevos (15,5%) y leche (10,6%). Los quesos por su parte se ubicaron algo por debajo con un aumento del 4,1%", dice el informe de Eco Go.
Tarifas en la mira
Si hay algo que el Gobierno tiene entre manos para ayudar a una desaceleración inflacionaria son los precios de los servicios "regulados".
Dar "buenas noticias" en el tema de la inflación podría venir por ese lado. Y, de hecho, el Gobierno empezó a dar señales en ese sentido.
La rebaja del precio de la nafta aplica al concepto de las "buenas noticias". La decisión, emparentada con la caída del precio del petróleo en los mercados internacionales, también significa una apuesta: el Gobierno dejaría de actualizar el retraso impositivo en el valor de los combustibles.
¿Qué hará el Gobierno con las tarifas de luz y gas?
En el caso del fluido, la decisión pasa por aplicar la estacionalidad el verano, en donde se reduce el consumo y también se ajustarían las tarifas.
De todas formas, este cambio tendrá impacto en el índice de precios, pero no tanto en los presupuestos de las familias: las boletas suelen llegar con montos manejables durante la época estival.
En el caso de la luz, la decisión llegará más cerca del verano. Con problemas -ya anunciados- en el abastecimiento, se limitarían los aumentos en las tarifas. Desde el equipo económico no quieren que el enojo por la posibilidad de cortes en el suministro conviva con la posibilidad de boletas más abultadas.