• 23/11/2024

La Hidrovía languidece por la sequía que golpea al río Paraguay: embarcaciones pueden quedar varadas

La sequía que se registra en Brasil produce mínimos históricos en los ríos de Sudamérica y afecta a la autopista fluvial que languidece por las bajantes.
20/09/2024 - 11:35hs
La Hidrovía languidece por la sequía que golpea al río Paraguay: embarcaciones pueden quedar varadas

Mientras que la situación de la hidrovía empeora a diario en la Argentina por la bajante del río Paraná, la situación al norte del país sólo trae más malas noticias para el corto plazo, porque la sequía que afecta a Brasil, con epicentro en Manaos en el corazón del Amazonas, está produciendo mínimos históricos en todos los ríos de la región y produce una crisis de magnitud en Paraguay, el país con la tercera mayor flota fluvial del mundo, que observa impotente como se reduce el volumen de carga a través de la autopista fluvial. 

En Argentina, la Prefectura Naval Argentina estableció un calado máximo de navegación de 8,88 metros, como una medida crítica ante la situación hidrológica del Río Paraná. Hay al menos cinco embarcaciones con un calado de 10 metros que se encuentran detenidas, incapaces de navegar debido a la pronunciada bajante del río. 

La bajante del río Paraná preocupa a las autoridades, que afirmaron que "hay varios barcos que no salen de los puertos porque el río sigue bajando y, sencillamente, no se puede navegar con el riesgo de quedar varado". Hay buques fondeados en redas de San Nicolás, Villa Constitución y Rosario. 

Hay barcos que prefieren evitar la navegación por la hidrovía por la carencia de agua en el río Paraná y otros que deciden cargar menos toneladas para no quedar varados.  

Es lo que sucede aguas arriba del Paraná, en el río Paraguay, que llevó a que las autoridades locales a advertir que el caudal en Asunción, donde se erige el mayor puerto del país guaraní, ha ido decreciendo hasta marcar 1,02 metros por debajo del cero hidrométrico, un dato alcanzado por primera vez desde que se tiene registros, según la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH). 

Y, los registros no son de ayer nomás. Se toma nota desde hace "120 años", según especificó Benjamín Martínez, del departamento de dragado de la administración de puertos de Paraguay.

"Estamos teniendo un evento extraordinario.La medición se mantuvo negativa este domingo, con otro récord de -1,06 metros, y este lunes pasado se situó en -1,09 metros" 

En Bolivia, las navieras suspendieron el transporte de carga de mercancías de ese país por la hidrovía y se encarecieron los valores de los fletes en el país andino que necesita exportar su producción, al tiempo que importa desde sus países limítrofes. 

Reportes indican que en el puerto de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, comienzan a trabajar mucho más desde que comenzó esta crisis hídrica, porque las terminales tienen salida directa al océano Atlántico. Pero para alcanzar la ciudad del sur de la Argentina se deben utilizar una gran cantidad de camiones. 

En Paraguay y en la Argentina, los círculos empresariales coinciden en señalar que han comenzado a bajar las toneladas de cargamento que transportan los buques por la hidrovía para que las embarcaciones no se queden varadas. 

Las cifras del centro de armadores fluviales y marítimos de Paraguay son elocuentes, "...de los más de 25 millones de toneladas de carga que se transportaron por la hidrovía el año pasado, un 60 % corresponde a cargamentos desde y hacia Brasil. En este tramo sur, los buques, están prácticamente yendo al 70 % de su carga", precisaron.

La Hidrovía, con menos embarcaciones por la sequía

En Argentina, el estado del río Paraná, obliga a embarcar menos toneladas de cereales y desde la dragadora Jan de Nul se hace lo imposible para mantener navegable el canal.  

En ese sentido, explicaron que la empresa multinacional de dragado de origen belga, debe obedecer los mandatos de la Autoridad General Portuaria (AGP) que toma las decisiones teniendo en cuenta que cuando la bajante del río Paraná es muy pronunciada no se puede dragar más allá de la profundidad de diseño que es lo máximo permitido y establece el límite en épocas de bajante. 

Estos puntos fueron analizados por los integrantes de la Bolsa de Comercio de Rosario que, a través de documentos, señalaron que la carga promedio de los buques se ubicó "un 6% por debajo del mismo mes del año pasado"..  

Esa pérdida se compensa con la utilización de camiones. Se estima que se producirá durante los próximos treinta días un ingreso a las terminales portuarias de Bahía Blanca de cerca de 20.000 camiones que transportarán cereales y permitirán que los buques cargueros eleven hasta 8.000 toneladas por granelero antes de hacerse a la mar. 

Según algunos expertos en clima, el alivio podría comenzar a producirse en octubre, cuando las lluvias caigan en Brasil y alimenten los raquíticos ríos sudamericanos. 

Sin embargo, no hay consenso entre los especialistas. Jorge Sánchez es jefe de Hidrología de la Dirección de Meteorología de Paraguay, dijo que "las previsiones de lluvias no son buenas, incluso para la temporada estacional de precipitaciones de octubre. Aliviarían el nivel del río, pero no se espera que sean suficientes", afirmó a Reuters. 

Se esperan menos precipitaciones en la segunda mitad del año debido al fenómeno meteorológico de La Niña, que trae condiciones más secas y frías en Paraguay y Argentina, aunque suele anunciar un tiempo más húmedo más al norte, en Brasil. 

La bajante del río Paraguay se siente en la ciudad de Formosa, en Argentina. Según los lancheros y las personas que circulan por las cercanías del Puerto Formosa, no hay perspectiva de mejoras de acá a corto plazo, y se estima que recién para fines de octubre o comienzos de noviembre, podría haber lluvias que mejorarán la situación. 

El río Paraguay baña las costas formoseñas 208 kilómetros antes de la confluencia con el río Paraná. El Paraguay termina desaguando en la margen derecha del río Paraná, frente a la localidad argentina de Paso de la Patria y en las márgenes de la isla argentina del Cerrito, poco antes de la ciudad de Corrientes. 

El murmullo incesante del agua, con el que se han acostumbrado a vivir los pobladores de esas provincias, apenas se escucha y los barcos cargueros que generan un usual tráfico constante por la hidrovía Paraguay-Paraná comienzan a ser echados de menos a medida que la bajante del río se intensifica. 

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