Caputo reiteró que no devaluará y prometió a empresarios más medidas para bajar la inflación
"Nosotros los vamos a ayudar a bajar los costos, pero ustedes no suban los precios. Acá no habrá devaluación. Métanselo en la cabeza, porque será así. No hay ninguna chance de cambiar. Acá la prioridad es bajar la inflación".
El mensaje, bien concreto, lineal, sin doble sentido, lo escucharon gerentes de algunas de las empresas líderes de la alimentación en la última semana. Funcionarios del Ministerio de Economía fueron los encargados de hacer llegar esa idea, que hoy está en la cabeza tanto de Luis Caputo como de Javier Milei.
Javier Milei prometió a empresas quitar regulaciones
La orden de Economía a esas compañías es que los empresarios les acerquen a los funcionarios todas las regulaciones que creen, les inflan los costos. La promesa del equipo económico es que revisarán cada una de esas medidas.
Uno de los costos que están bajo la lupa impacta en la industria alimenticia: se trata de un certificado que deben tener los operarios que manipulan productos. Por ese carnet se abonan entre $20.000 y $25.000 mensuales por trabajador.
En las empresas aseguran que, como esas, hay decenas de regulaciones que podrían eliminarse. Habrá que ver.
Inflación: la obsesión de Luis Caputo
El ministro pretende que la inflación núcleo de septiembre muestre una clara tendencia bajista. El objetivo es que la comida no tenga un alza superior al 2% este mes.
¿Podrá lograrse? Según la última medición de la consultora LCG, y a falta de los últimos días, los alimentos se encarecieron en torno al 2,5% en agosto.
Durante julio, los alimentos subieron 3,2%. Apenas por detrás del IPC núcleo. Y más abajo del 4% de la inflación promedio.
Según el Gobierno, la clave está en el índice núcleo, ya que será difícil mostrar una desinflación mientras continúen los ajustes en las tarifas.
¿Cómo llegan los nuevos precios a supermercados?
De acuerdo a las listas de precios que empezaron a llegar, antes del fin de semana, a las grandes cadenas de supermercados y a los mayoristas, los productos de la canasta básica tienen aumentos por debajo de los meses anteriores.
Con la excepción de los aceites -que arrancan septiembre con un alza promedio del 5%- en el resto de los alimentos hay pocos movimientos.
Es más: habría que ir a buscar los archivos para detectar cuándo fue la última vez que la mayoría de los alimentos pasan de un mes a otro sin ningún ajuste.
Es lo que sucede con ítems como las yerbas, el arroz y las harinas.
En otros productos esenciales, las subas van del 1% a 2%. Movimientos que no existieron en la Argentina de los últimos años.
¿La baja del impuesto PAIS impacta en los alimentos?
En el sector alimenticio, la rebaja de diez puntos en el impuesto PAIS no tendrá un impacto notorio.
Fuentes del sector dijeron a iProfesional que podría darse una rebaja en los costos de algunos insumos, ligados por ejemplo al packaging (envases) de los productos. Pero nada que vaya a mover la aguja.
Por eso mismo, la lupa está puesta en las regulaciones que afectan al rubro, como los mencionados más arriba.
"Dentro de este sector, el impacto solo se verá en el café, que se importa en un ciento por ciento. También en algunos tés saborizados, que llevan insumos importados. Por ejemplo, la menta, que viene de Egipto", evalúa, en diálogo con iProfesional, el director de una multinacional.
"Para nosotros, el mensaje es que el Gobierno privilegia la rebaja de los precios. Para confirmarlo, tenemos que ver si el dólar se mueve o se mantiene en este crawl del 2%. Ellos (los funcionarios) nos aseguran que de acá no se mueven", asegura otro directivo.
El dólar ayuda
El dólar CCL cerró la semana pasada al menor valor "real" de los últimos cinco años. Desde la época de Mauricio Macri, previo a las elecciones PASO cuyo resultado provocó una avalancha de ventas de activos financieros, y una disparada del dólar, que no se veía un precio tan bajo.
Ayer, el CCL cerró en $1290, que es similar a los $45 que valía en agosto 2019, antes de las PASO que ganó la fórmula de Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
Deflactado por la inflación desde aquel momento, el valor de aquel momento resulta similar a los $1.290 de ahora, según calculó el economista Salvador Vitelli.
Durante la última gestión peronista, la volatilidad del mercado cambiario atravesó momentos extremos. Como a mediados del año 2020, cuando la brecha cambiaria se exacerbó, el "contado con liqui" llegó a valer prácticamente $3.000 a precio de hoy.
Hoy, la historia parece ser otra. Al menos por ahora.