Revuelo en Aerolíneas Argentinas por el uso de dedos de goma para fichar y el descontrol de empleados
En un contexto de creciente hostilidad gremial entre los sindicatos aeronáuticos con la dirección de la compañía y con los integrantes del Gobierno Nacional que no abandonan la idea de privatizar Aerolíneas Argentinas, la revelación de iProfesional acerca del insólito truco de algunos empleados de la empresa aeronáutica para no ir a trabajar, que mereció una investigación de la Justicia federal a cargo del juez Julián Ercolini, y cuyo expediente permaneció latente durante la adminstración de Alberto Fernández y está a punto de tomar nueva vida con la declaración de un nuevo testigo que fue despedido por los mismos gerentes que habrían mirado al costado, para no controlar absolutamente nada, provocó enormes internas gremiales, preocupación en la conducción por el involucramiento de personal de dirección de la empresa y la necesidad de aclaraciones para que no se confundan hechos similares ocurridos en la línea aérea Austral en 2019 de las cuestiones que están bajo investigación que ocurrieron en Aerolíneas Argentinas, después que se despidieran a seis empleados calfiicados de Austral.
Se trata de la instrucción de la causa Nª 3072, caratulada NN sobre averiguación de delito que pertenece a la secretaría Nª 20 de Fernando Pascual del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 10 de Julián Ercolini. Según documentación firmada por el, entonces, subinspector, Mariano Stábile Villanustre de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que, a mediados de 2019 como ahora, conduce políticamente Patricia Bullrich, se le había pedido al juez la posibilidad de allanar los módulos de los técnicos mecánicos de línea de la Empresa Aerocomercial Aerolíneas Argentinas con asiento en el aeropuerto internacional, Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires.
Finalmente, el allanamiento a los lockers de los trabajadores apuntados en el expediente, no se produjo y no se realizó hasta el momento en el que la causa está a punto de despertar con nuevas declaraciones de ex trabajadores que tienen mucho para contar y con el aporte decidido de un testigo de identidad reservada que podría hechar luz sobre un accionar fraudulento de enormes magnitudes.
Hay que anotar que en la actualidad los trabajadores de la línea Aeroparque de Aerolíneas Argentinas cobran un salario en promedio 1,5 millón de pesos. Sobre 200 trabajadores se trata de una masa salarial de 300 millones de pesos. La sospecha que existe entre funcionarios de la Casa Rosada indica que "el fraude labora podría haber excedido a la línea de mantenimiento y, a pesar de la causa abierta, podría haber continuado durante toda la gestión del gobierno de Alberto Fernández donde los gremios condujeron como quisieron a la compañía".
Es por ello que se afirmó en voz baja que se "...podría haber descubierto a más miembros de la estafa si el juez federal, Julián Ercolini, hubiera aceptado las sugerencias del subinspector Mariano Stábile de la Policía Aeroportuaria que en ese entonces dependía políticamente, de la actual ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, para profundizar la investigación".
Estafa original: por qué se pone en duda el sistema biométrico de fichaje
Sucede que el sistema para fichar en Aerolíneas Argentinas está expuesto y es controversial que no se haya tomado prácticamente ninguna medida al respecto.
En los últimos días surgieron más revelaciones acerca de la mecánica, descubierta en el caso de Austral informado por Infobae en el año 2019 cuando Guillermo Dietrich era ministro de transporte nacional, y actualizado en la investigación de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas.
El sistema biómetrico para ingresar a trabajar es promocionado por las empresas de seguridad como inviolable. Pero, en la práctica, y como demuestra la banda de los dedos de goma de Aerolíneas no lo es, en absoluto.
Dicen en las cartillas publicitarias para vender el sistema que "previenen el fraude porque las características biométricas son únicas y hacen imposible que se suplante la identidad de un trabajador".
Pues bien, en Aerolíneas, desde antes del 2019 a la actualidad saben que no es así. El fraude consistió en que durante la semana sólo uno de ellos iba a trabajar y los cinco restantes, no concurrían. La asistencia al trabajo del resto era acreditada por el único que iba usando los dedos de siliconas con la huella digital de los demás. Durante la gestión de Guillermo Dietrich en el ministerio de Transporte, un asesor del ex ministro confió a iProfesional "que el fraude no lo hicieron durante los fines de semana, porque esos días se pagan horas extra y ahí asistían todos".
La investigación que Julián Ercolini tiene en su juzgado
Los investigadores de la PSA habían concluido que el ingenio argentino no conoce de límites "...Los dedos de goma se producían con un dispositivo de silicona. El dispositivo de huellas de silicona estaría compuesto por diferentes materiales de goma o plásticos como el silastique, que es un sellador de goma de uso aeronáutico similar al fastix, los cuales estarían ocultos en diversos lugares del sector denominado vestuario, como ser dentro de cofres de resguardo de pertenencias personales generalmente ocultos en desodorantes, calzados, protectores auditivos, pomadas de zapatos, bolsillos de diferentes vestimentas, recipientes varios de higiene como shampoo, jabón líquido, crema de afeitar, etc., detrás de fotos adosadas a dichos lockers o bien en sus divisiones y pliegues o percheros internos, ductos de ventilación dentro del referido sector, como así también en el interior de cajones de ciertos escritorios y armarios empotrados en las paredes de las oficinas de la jefatura y coordinación, como así también en el nombrado pañuel de herramientas, en cuya sección también se hallan cofres disponibles para el resguardo de pertenencias personales".
Además, el informe que se encuentra en análisis desde hace cuatro años, explicaba que "Las huellas de siliconas se hallan dotadas de un registro dactilar de cada individuo, las cuales poseen inscrito el nombre y el legajo de sus respectivos dueños, a los efectos de ejecutar el mecanismo de forma correcta, debiendo cada empleado colocar el mismo en el lector de la máquina biométrica, consignando además el número 1100 seguido del legajo del trabajador para el efectivo fichaje del ingreso y del egreso del sector".
Mientras se aguardan definiciones por la reactivación de la investigación que habría interesado al secretario de Trabajo, Julio Cordero, en la dirigencia de Aerolíneas Argentinas se cuestionan si no es hora de revisar la manera de fichar de los trabajadores en un momento en el que Javier Milei mantiene encendida la motosierra para pasar por sobre la administración pública.