La clase media encontró su "rebusque" para ahorrar en el súper y hacer rendir el sueldo
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Las ventas de supermercados habrían caído en torno del 16% o 17%, según el último relevamiento en el sector. Se trata de un desplome histórico, considerando las habituales mediciones de la consultora Scentia, especializada en consumo masivo.
Sin embargo, hay un dato que -a pesar de la sorprendente contracción interanual- despertó interés entre supermercadistas: algunos rubros que se ofrecen en las góndolas mostraron una leve recuperación respecto de junio. Algo que sucede recién ahora.
La pregunta entre los empresarios refiere a si, en verdad, se trata de un piso que tocó el nivel de consumo o si ya puede hablarse de un incipiente cambio de tendencia.
Qué pasa con las ventas en el supermercado
La fuerte caída en el consumo obligó a los supermercados a aplicar distintas estrategias comerciales. Algunos acuerdos directos con fabricantes y otras acciones con bancos.
Una manera de promover las ventas fue la ampliación de la canasta de productos con "marca propia".
Son productos que se venden entre 20% y 30% más baratos y, en general, producidos por las mismas fábricas que elaboran productos de marcas líderes. Otros fabricantes, en cambio, sólo producen "a fason", a pedido de las grandes cadenas. Abastecen a varias de ellas, pero con las marcas de cada supermercado.
Para los fabricantes, la incipiente mejora en las compras de la canasta básica tiene que ver con la estabilidad de los precios, con ingresos que empezaron a reaccionar. Aunque todavía se encuentran, en promedio, por debajo del nivel de fin de año pasado.
Luis Caputo adelantó que la inflación de julio fue "la más baja del año", con lo que debería situarse debajo del 4,2% de mayo.
Las consultoras económicas midieron que en el caso de los alimentos, la inflación quedó incluso por detrás del 4%. Y que debería empezar con "3" en el caso de ese rubro, el más sensible social y políticamente.
La clase media elige más las marcas propias de supermercados
La compra de "marcas propias" fue en aumento a medida que avanzó la crisis.
En el último año, el avance de esos productos en la preferencia de la gente fue notable: la participación de las "marcas propias" en las ventas totales creció 23%.
En 2023 significaban el 12,4% de las ventas de los súper; y ahora ya llegaron al 15,3% del total.
Lo dicho más arriba: esos productos cuestan hasta un 30% más baratos que los similares de marcas reconocidas.
El fenómeno de las "marcas propias" llegó incluso a los mayoristas: se expandieron 32% en el último año en ese canal, aunque tienen un menor peso que en las cadenas minoristas. Llegan al 8,1% del total.
Lo mismo sucede en las ventas "online", donde avanzaron 56% en un año (9,1% del total).
Por la crisis y para ahorrar sueldo, grandes cadenas lanzan descuentos
En medio de la crisis del consumo, por la caída en el poder adquisitivo de la población, las fábricas y las grandes cadenas se vieron presionadas. "Desde abril para acá, reaparecieron las promociones e incluso la baja de los precios por unidad en todos los rubros. El más notorio fue en las golosinas, pero ahora ya hay ofertas muy importantes en los lácteos, uno de los nichos más golpeados por la crisis", revela a iProfesional el gerente de una cadena.
Hay más: las negociaciones para ofrecer buenos precios se extendieron a los bancos. Se pusieron distintas promociones con el pago de determinadas tarjetas.
Un fenómeno que no es novedoso, pero que incluso se amplió a los comercios minoristas. Bancos públicos, como el Provincia y el Nación, están dando descuentos de hasta 35% en las ventas de los pequeños comercios barriales.
¿La primera reacción?
En las grandes cadenas admiten que la fuerte caída respecto de julio del año pasado tiene que ver con que en julio de 2023 el consumo venía mejorando en medio de la campaña electoral.
En aquel momento, el entonces ministro Sergio Massa había puesto medidas popularmente conocidas como el "plan platita" (rebaja de IVA y acuerdos de precios), que tuvieron buen impacto en el nivel de consumo.
La comparación ahora, en plena crisis, se hace contra un nivel elevado de aquella época.
La mejora, incipiente, respecto de junio, se estaría dando en algunos segmentos como algunos productos de almacén de primera línea, productos de cuidados personales, que se habían quitado de la lista de compras. Y también en bebidas gaseosas y en algunas alcohólicas, como las cervezas.
En estos últimos dos casos fue decisiva la política de rebajas de precios, que llegó al 30% en las gaseosas y al 50% en las cervezas, ante la sensible contracción del consumo.