Video: fue al súper y te cuenta si es posible comer con $4.000 diarios, como dice el INDEC
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La periodista Brenda Caretto buscó comprobar qué se puede comer por $4.000 al día, en base a la canasta básica alimentaria que publicó recientemente el INDEC. Durante una semana, fue todos los días al supermercado y compró alimentos por ese importe.
La influencer se basó en el último dato del organismo oficial, que determinó que el valor de la canasta básica alimentaria para un adulto en junio alcanzó los $127.288, esto es unos $4.200 al mes.
Cabe destacar que el INDEC toma al adulto equivalente como la unidad sobre la que mide las necesidades de consumo del resto de los integrantes de la familia, considerando edad, sexo y actividad.
Inflación: demostró qué se puede comer por $4.000 por día
Desde su cuenta deTiktok, @brencaretto planteó el desafío: "Voy a vivir por u$s3 por día, o $4.000, que es lo que según el INDEC necesita un adulto para alimentarse bien. Vamos a ver para qué me alcanza".
Y, acto seguido, comienza a recorrer el supermercado y mostrar las compras del primer día para una persona:
- Unos fideos para guiso: $722
- Una salsa lista: $736
- 25 saquitos de té: $700
- Unas galletitas de agua: $510
- Un queso untable, por $1.200
"Día 1, con $4.000, fideos, salsa, galletitas, té y quesito. Hasta ahí llegamos", resume.
Luego, explicó cómo aumentó en los últimos meses la canasta que mide la indigencia: "Hace un año, en junio de 2023, necesitábamos $33.000 para no ser indigentes. Hoy necesitamos $125.000. Hubo un aumento interanual del 290%".
Y volvió a mostrar lo que se pueden comprar con $4.000 al día en un supermercado: "Segundo día y alcanzó solamente para arroz, atún (que va a ser para almuerzo y cena), galletitas dulces para desayunar y merendar. Todo esto, solamente $4.000".
"Tercer día: nos alcanzó para comprarnos una chuleta de paleta de cerdo a $1.500, una polenta con esta jardinera, galletitas, medio zapallo y tres mandarinas", señaló.
Y continuó con su experimento: "Día número cuatro: tenemos unas lentejas, hígado, unas papas, una mandarina, limoncitos y estas zanahorias".
"En el quinto día, alcanzó para cuatro hamburguesas, tiene que alcanzar para almuerzo y cena, con arroz y estas galletitas para desayuno y merienda", subrayó.
"Sexto día: alcanzó para unos ñoquis de almuerzo y cena, unos bizcochitos y galletitas como desayuno y merienda", remarcó.
Y agregó: "Último día de la semana, nos damos el lujo de llevarnos huevos, espaguettis (que se comen así solos), muchas verduras (zapallo y zanahoria), mandarinas y dos paquetes de galletitas para merienda y cena".
A modo de cierre, y luego de repasar las alternativas para comer durante una semana con el dinero que, según el INDEC, es necesario para no ser indigente, concluyó: "¿Podrías comer por $4.000 por día?".
Cuánto necesitó una familia para ser de clase media
La semana pasada, además del dato de inflación, el INDEC dio a conocer la evolución de las canastas básicas, que miden los niveles de pobreza e indigencia. Y, si bien crecieron por debajo del IPC, una familia necesitó ganar cerca de $900.000 para poder ser considerada de clase media.
Durante junio, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 1,6%, mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 2,6%. Ambas canastas, subieron por debajo de la inflación del periodo que fue de 4,6%.
En este escenario, una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó obtener ingresos por $873.169 en junio para alcanzar una Canasta Básica Total y no caer en la pobreza.
En cambio, para no caer bajo la situación de indigencia, fue necesario tener ingresos por $393.319, lo que equivale a una Canasta Básica Alimentaria.
Por el peso de los rubros de bienes, particularmente alimentos y bebidas que tienen ambas canastas y por la desaceleración de la inflación de aquellos rubros, el aumento de las canastas fue ostensiblemente menor que el de la inflación general.
La CBA y la CBT acumulan en el primer semestre del año incrementos del 63,4% y 76,1%, por debajo del 79,8% de inflación, de acuerdo con el menor impacto de la inflación en alimentos y bienes básicos que componen la canasta. Con la desaceleración de la inflación en el semestre, los primeros en sentir el menor agobio son los sectores más vulnerables.