• 18/11/2024

Otro mes de superávit por ingreso extraordinario: ¿se terminan los festejos para Luis Caputo?

El resultado fiscal de mayo dejó superávit holgado, pero fue generado por factores que no se repetirán. El ministro de Economía dejó un mensaje optimista
18/06/2024 - 19:51hs
Otro mes de superávit por ingreso extraordinario: ¿se terminan los festejos para Luis Caputo?

Luis Caputo se dio el gusto de anunciar su mayor superávit fiscal desde que está a cargo de la economía argentina: los $2,3 billones que quedaron en la caja estatal como resultado primario de mayo rompe con la tendencia decreciente que venían mostrando las cuentas y, además, le sirven como respuesta a los descreídos de su plan -incluyendo al propio Fondo Monetario Internacional-.

Sin embargo, otra vez hay un lado oscuro detrás de la buena noticia. Otra vez el superávit se logró sobre la base de situaciones extraordinarias, que no se repetirán a futuro. Más bien, al contrario, lo que se viene es una tendencia a un adelgazamiento del ingreso y un aumento del gasto.

En parte, esto es producto del propio éxito en la reducción de la inflación, en parte es consecuencia del cambio de fórmula indexatoria para las jubilaciones, que hasta ahora habían sido la gran variable de ajuste. En suma, que ya se está palpando el final de la fase "licuadora" del plan y empieza a ponerse a prueba la capacidad del gobierno para recortar el gasto estructural y, además, sostener la recaudación de impuestos.

Lo cierto es que, a pesar del holgado superávit, en el mercado ya se sospecha que el resultado de mayo podría ser el último con motivos para el festejo en el palacio de Hacienda.

Superávit en mayo: ¿el último festejo de Luis Caputo?

Cuando se pone la lupa sobre la variación en los rubros del gasto, la situación se hace más clara. El gasto en el rubro jubilatorio -por lejos, el de mayor peso en el presupuesto, con un 35% del total- volvió a caer en términos reales, pero ya es evidente que está alcanzo su piso.

La disminución en la masa de haberes jubilatorios fue de 16%, un número relativamente pequeño si se considera que en febrero el recorte había llegado a un 38%. Pero tras la presión política para un cambio en la fórmula de actualización, ahora se está empezando a constatar una recuperación de las jubilaciones contra la inflación, lo cual pronto pondrá fin a ese efecto de licuación.

En mayo volvió a constatarse un recorte del gasto jubilatorio, pero se hace evidente el final del efecto licuación
En mayo volvió a constatarse un recorte del gasto jubilatorio, pero se hace evidente el final del efecto licuación

Ante ese panorama, el gobierno intenta poner foco en el recorte de otros rubros que se llevan buena parte del presupuesto. En mayo, fueron destacados los casos de los subsidios -que representan un 17% del gasto corriente total-, y que registraron una caída interanual de 31%.

También fue importante la merma en el presupuesto destinado a los salarios de empleados estatales, que llegó al 14% real interanual.

Hubo otros rubros con grandes porcentajes de recortes -como las transferencias corrientes a las provincias- pero que tienen una menor incidencia dentro del gasto total.

Caputo se preocupó por destacar en su mensaje en las redes sociales que el nuevo superávit había sido logrado sin que se recortara el monto destinado a la ayuda social. Es un tema recurrente en cada intervención del ministro sobre la cuestión fiscal, y el tema no solo parece destinado a responderle a sus críticos de la oposición peronista, sino también al propio FMI, que suele enfatizar sobre la necesidad de que el ajuste fiscal sea socialmente y políticamente viable.

"Los recursos destinados a la Asignación Universal para la Protección Social se incrementaron 11,5% i.a. en términos reales entre enero y mayo, reflejando, junto a la Tarjeta Alimentar y el programa Primeros 1.000 días, el refuerzo en los programas sociales que llegan a la población más vulnerable sin intermediarios", dijo Caputo.

En todo caso, lo que resulta claro es que, para sostener la reducción del gasto en los próximos meses, cuando ya el factor jubilatorio se diluya, tendrá que dirigir la tijera a rubros donde puede haber nuevas complicaciones políticas. Por caso, nuevas reducciones en la nómina de empleados estatales, una situación que podría enrarecer más el clima con nuevos focos de conflicto.

Por otra parte, ya aparecieron las primeras señales sobre agotamiento en la parálisis de la obra pública, por ejemplo, a partir de las complicaciones en el suministro de gas a la industria ante los retrasos en las obras de las plantas regasificadoras.

Todo indica que el renglón de los subsidios energéticos será llamado a ser el protagonista del ajuste en el corto plazo, dado que el gobierno retomará su hoja de ruta de aumentos en las tarifas de servicios públicos, que pospuso momentáneamente para asegurarse un buen resultado del IPC en mayo.

En el mercado se planteó la incógnita respecto de qué tan fuerte será el compromiso con ese recorte de subsidios si se constata -como los primeros indicios ya están sugiriendo- presiones para un repunte inflacionario en junio y julio.

Un ingreso extraordinario por el impuesto a las Ganancias posibilitó que en mayo se agrandara el superávit fiscal
Un ingreso extraordinario por el impuesto a las Ganancias posibilitó que en mayo se agrandara el superávit fiscal

Superávit: una recaudación irrepetible

Pero si del lado del recorte del gasto se visualizan problemas para el futuro cercano, la situación no es mucho mejor en el caso de los ingresos. En la medida en que la economía no reacciona y sigue sumida en una recesión, los impuestos vinculados a la actividad comercial -el caso típico del IVA, que representa más del 30% en la caja fiscal- seguirán deteriorándose.

En mayo, esa situación quedó disimulada por el ingreso extraordinario del impuesto a las Ganancias, debido al vencimiento de los saldos de las declaraciones juradas de las sociedades con cierre de ejercicio en diciembre 2023. Fue así que, en el caso de este impuesto, hubo un aumento interanual real de 92%.

Se ve más claro cuando se compara la recaudación de ganancias de mayo contra la de abril pasado: una multiplicación por 4,4 en apenas un mes.

Está claro que se trata de una situación irrepetible que oxigenó las cuentas fiscales por única vez. Claro, ahora está pendiente la concreción, si no hay sorpresas en el Congreso, de la reinstauración de Ganancias para la cuarta categoría -es decir, un 10% de los asalariados con mejores sueldos del país-, pero todavía flotan dudas sobre la viabilidad política de esa reforma en el debate legislativo.

Y, aun cuando la reforma en Ganancias fuera aprobada tal como el gobierno espera, debe considerarse que esto implicará la disminución en la recaudación de otro tributo polémico: el impuesto PAIS. El propio Caputo prometió que, una vez aprobadas las reformas, reducirá la alícuota -llevándola del actual 17,5% a un 7,5%- y que a partir del año próximo se podría eliminar.

El impuesto PAIS fue, hasta ahora, la gran tabla de salvación de Caputo, al extremo en que hubo meses en que la recaudación de ese impuesto duplicó el resultado fiscal primario. En lo que va del año, este impuesto ha representado un 6,3% en la caja de la AFIP.

Luis Caputo, optimista a contramano

Lo que está claro es que, sea cual sea la circunstancia extraordinaria que permitió el nuevo resultado superavitario, Caputo no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de pasar su mensaje político.

Ya varias veces, ante los reveses del gobierno en el Congreso, se había preocupado por destacar que el objetivo del superávit fiscal no dependía de una ley y que él ya contaba con un "plan B" por si la oposición se negara a darle nuevos recursos fiscales. Era un mensaje destinado, sobre todo, a eliminar motivos de inquietud en el mercado financiero, que podría interpretar que una dificultad fiscal sería la señal para abandonar los activos de deuda soberana.

Ahora, con la posibilidad de mostrar números holgados, Caputo fue más lejos y se jactó de haber logrado el período superavitario más largo en 16 años, con una racha de cinco meses consecutivos de números en azul.

"El ancla fiscal se afianza mes a mes y consolida el proceso de desinflación", escribió Toto, justo cuando la mayoría de las consultoras de la city porteña están alertando sobre un posible repunte de los precios en junio.

Toto Caputo aprovechó el dato del superávit fiscal para enviar un mensaje tranquilizador al mercado financiero
Toto Caputo aprovechó el dato del superávit fiscal para enviar un mensaje tranquilizador al mercado financiero

Pero, lo más relevante de su mensaje, destacó que el resultado "se logró sin haberse aprobado en el período considerado el capítulo fiscal de la Ley de Bases, y reafirma el compromiso del Gobierno con el equilibrio financiero en 2024".

En otras palabras, que pase lo que pase a nivel político en el Congreso y en el relacionamiento con las gobernaciones provinciales, el objetivo del superávit fiscal seguirá siendo una bandera "innegociable".

Caputo sabe que este tipo de mensajes son recibidos con escepticismo en el mercado, sobre todo después del reporte del FMI, que reclamó que empiece una segunda etapa de la gestión en la cual el plan económico se asiente sobre componentes más clásicos, como las reformas estructurales, las tasas de interés positivas y la liberación del tipo de cambio.

Es por eso que el ministro se aferra a los números fiscales de mayo como respuesta a cualquier crítica. Para él no hay duda sobre cómo deben interpretarse: como dijo en un reciente tuit, "la mejor noticia es que la gente decidió que este es el único camino para ser un país mejor".

En otras palabras, el gobierno está transmitiendo que se considera con "mandato social" para mantener el ajuste, aun cuando pueda tener menos herramientas a su alcance.

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