El Gobierno le puso precio al dólar: con qué valor Caputo quiere llegar a fin de año
El persistente salto en la cotización del dólar desde fines de mayo empieza a convencer a los operadores y empresas de que se terminó el veranito cambiario que mostró la divisa, y que deberá prestarse más atención a las señales que dé el Gobierno para verificar si es factible una nueva devaluación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, negó en diversas oportunidades que pueda producirse otra depreciación fuerte del peso como la de a mediados de diciembre, e incluso así se lo hizo llegar a las cámaras de bancos y grandes corporaciones empresariales. El Presidente Javier Milei habló en el mismo sentido que su funcionario, a quien acaba de salir a respaldar por enésima vez este año.
El Gobierno descarta otra devaluación del dólar: junio, mes clave
Pero la volatilidad en el mercado es evidente: hay mayor demanda de divisas y las empresas incrementaron su tendencia a dolarizarse vía dólar CCL.
Con un dólar blue en $1.265 y las divisas en el circuito financiero por encima de los $1.300, la brecha cambiaria vuelve a rondar el 50%.
En el Gobierno creen que se trata de un último intento dolarizador antes de que el sector privado deba hacer un gran esfuerzo para pagar el aguinaldo y obligaciones que vencen a fin de mes. Allí habrá venta de divisas, creen en la Casa Rosada.
Más allá de esa lectura, es evidente que la volatilidad en los mercados aleja cada vez más la perspectiva tranquilizadora que busca transmitir la administración libertaria.
Consultoras privadas confirman la oferta reducida por parte de exportadores no agropecuarios y una demanda por importaciones que se mantiene a buen ritmo.
Qué precio tendrá el dólar en diciembre, según el Gobierno
En su pulseada con el mercado, la nueva gestión buscará mantener hasta último momento su proyección de que el dólar oficial se ubique en $1.020 hacia fines de año, con una inflación del 140%, en franca desaceleración, y un Producto Bruto en caída del 3,5%.
El 13 de junio, el INDEC difundirá el dato de costo de vida de mayo: en el Gobierno lo estiman en un 5%. Consultoras privadas incluso señalan que podría ubicarse por debajo de ese nivel.
El problema es que la mayoría de los especialistas coinciden en que la desaceleración está marcada por una realidad que golpea fuerte: aumenta el desempleo y la pobreza ya se ubica en zona del 55%, algo inconcebible para un país con las riquezas que tiene la Argentina.
Milei, entre los dólares del campo, el acuerdo con el FMI y el swap con China
Los inversores no dejan de tener en cuenta la posibilidad cada vez más firme de que las reservas del Banco Central se resientan, si el Gobierno debe pagar a fin de mes parte del swap de monedas con China.
Este entramado prácticamente elimina la posibilidad de que se levante este año el cepo cambiario. Para los operadores, Milei buscará eliminar las restricciones recién hacia el primer trimestre del 2025, con el fin de llegar bien posicionado a las elecciones de medio término.
Lo que genera más ruido es que la tensión cambiaria es acompañada por una caída en el mercado de bonos y una consecuente disparada del riesgo país a la zona de los 1.500 puntos. Esto le causa poca gracia a las compañías de energía, que aceptaron a regañadientes el pago de deudas con bonos de la deuda, que ya habrían provocado pérdidas por unos u$s100 millones a las generadoras.
En el mercado también señalan como improbable que llegue una ayuda con fondos frescos por parte del FMI, porque el principal socio del organismo, los Estados Unidos, estará cada vez más enfrascado en una elección presidencial que puede terminar cambiando el color político en la principal economía mundial.
En este escenario, el Gobierno dice tener la pelota dominada y empieza a hacer cuentas sobre hasta dónde puede subir el dólar, sobre la base de las perspectivas de finalización de la cosecha de soja.
Entre los números que se barajan a nivel oficial, estiman que finalmente el complejo agroindustrial terminará aportando unos u$s30.000 millones. Esto indicaría que el Banco Central estaría en condiciones de comprar otros u$s13.000 millones antes de que concluya la cosecha.
La suba en el precio de las cotizaciones internacionales de la oleaginosa permite este optimismo oficial.
En el Gobierno destacan que los precios de la soja y el maíz retornaron al nivel que tenían al comenzar el año. Esto tiene dos consecuencias: acelera el ritmo de liquidaciones de divisas y sube los volúmenes de compra por parte del Banco Central.
En el área de agricultura subrayan que la comercialización de granos se aceleró en mayo, y que este fenómeno alcanza no sólo a los porotos de soja, sino también al maíz.
Con las reservas en u$s29.300 millones, las proyecciones oficiales apuntan a cerrar el 2024 en los u$s35.000 millones. Si se logra renegociar el swap con China incluso se podría alcanzar un nivel más elevado.
Además, existe confianza en aprobar la Ley de Bases y el paquete de reforma tributaria, lo que redundaría en un mayor optimismo del mercado con la Argentina, y hasta podría derivar en la llegada de inversiones en rubros claves como la energía, hacia el último trimestre del año.