Mientras Milei define el futuro del swap, provincias K se alinean con China y buscan inversiones
Mientras el Gobierno de Javier Milei se encamina a tener que pagar con reservas fuertes vencimientos del swap firmado con China, las provincias alineadas con el kirchnerismo abrieron una vía de relaciones diplomáticas propias con el gigante asiático, que derivará, esperan, en inversiones en obras de infraestructura.
La Argentina debe pagar este mes un vencimiento con China por u$s2.900 millones, y en julio otro por u$s1.900 millones. Hasta ahora no hay señales de que ese acuerdo para financiar el pago de importaciones chinas vaya camino de renovarse. Menos aún si se tiene en cuenta la distancia ideológica cada vez más pronunciada que Milei marca con los postulados del gobierno chino.
El alineamiento total del presidente libertario con los Estados Unidos y sus aliados aleja la posibilidad de que China renueve el swap, al menos no en lo inmediato.
Javier Milei y el swap con China: qué pasará con el acuerdo
Observadores señalan que, en el mejor de los casos, lo que la administración de Milei podría conseguir es que China acepte renovar una parte del acuerdo alcanzado en su momento con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Fuentes diplomáticas le dan crédito a la versión de que para renovar el swap, China está pidiendo al gobierno argentino reactivar las obras de las represas Cepernik y Kirchner.
También se habla de que el gobierno chino pretende poner un pie en el sistema ferroviario argentino.
En el Gobierno sostienen que el Banco Central tiene reservas necesarias en caso de tener que devolver parte del swap, pero admiten que para los mercados sería una señal de debilidad que podría derivar en una nueva escalada del dólar. Es que las divisas atesoradas en el Banco Central no crecieron al ritmo esperado en mayo, cuando se esperaba un mayor ingreso de divisas por parte de la agroindustria.
En este escenario exigido, el Gobierno cree que el FMI desembolsará sin postergaciones los u$s900 millones correspondientes a la aprobación de las metas del primer trimestre, que la Argentina sobrecumplió.
Sin embargo, analistas coinciden en que la Argentina deberá prestar atención a los reclamos del FMI para que las políticas de ajuste se muestren "sustentables", algo que las autoridades del organismo multilateral han repetido en sus últimas intervenciones públicas.
Las provincias K juegan su partido
En este escenario, la oposición kirchnerista también juega su partido. Cristina Kirchner priorizó la relación con China durante sus gobiernos, un camino que continuó Alberto Fernández.
Para el kirchnerismo, China es clave para garantizar el equilibrio entre las potencias mundiales, y un inversor clave para las obras de infraestructura energética que el país necesita.
Con ese objetivo, tres provincias gobernadas por el peronismo/kirchnerismo picaron en punta: Buenos Aires, La Rioja y La Pampa. Las tres aspiran a concretar desembolsos de capitales chinos para obras en el segundo semestre del año.
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, recibió a una misión de empresarios de ese país en Santa Rosa, la capital provincial, encabezada por el embajador de la República Popular China en Argentina, Wang Wei.
Las compañías que visitaron ese provincia fueron Shangai Electric Power, dedicada a la construcción de plantas energéticas, líneas de transmisión de alta tensión, gasoductos y acueductos; Goldwind, que opera con energías limpias en seis continentes y más de 40 países; ICBC, una institución bancaria con más de cien años operando en el mundo y desde 2012 en Argentina; LiuGong, dedicada al desarrollo de maquinaria de construcción profesional, maquinaria industrial y maquinaria de infraestructura hace más de 65 años; y Huawei, la tecnológica de celulares.
"Compartimos el firme compromiso de consolidar la amistad y colaboración entre nuestras comunidades", declaró entonces Ziliotto, para diferenciarse de los gestos de la administración nacional hacia Taiwán, tras desistir públicamente de la incorporación de Argentina a los BRICS. Como se ve, la estrategia excede lo comercial y apunta a lo geopolítico.
Los empresarios manifestaron especial interés en la zona franca aledaña a General Pico, como lugar para emplazar inversiones vinculadas a granos y carnes, y en el oeste de la provincia, por su potencial energético. Hubo, además, otra coincidencia: el gobernador habló de soberanía energética, concepto que para China es clave.
Inversiones chinas en la provincia de Buenos Aires
Pero el ojo de las inversiones chinas está puesto sobre todo en la estratégica provincia de Buenos Aires, donde habita la mitad de la Argentina. Hace dos semanas, el jefe de gabinete, Carlos Bianco, se reunió con el vicegobernador de la provincia china de Hebei, Shi Qingshuang. En febrero último, el gobernador Axel Kicillof festejó el año nuevo chino en La Plata con el embajador Wang Wei. Y en noviembre habían anunciado juntos la construcción de una planta de fertilizantes en Bahía Blanca, una inversión de US$ 1.250 millones.
Como se ve, la relación entre la administración Kicillof y China avanza a buen ritmo, para beneplácito de Cristina Kirchner, quien piensa en el gobernador bonaerense como candidato presidencial para en el 2027.
En la misma línea se anota otra de las provincias kirchneristas: La Rioja. Hace un mes, el gobernador Ricardo Quintela visitó al embajador en su residencia, con la expectativa de recibir una misión similar a la que concluyó recientemente en La Pampa. Especialistas en política internacional confirman que la diplomacia de los gobiernos subnacionales parece haberse intensificado con el recambio de gobierno de diciembre.
El exdiputado nacional Guillermo Carmona, que representó durante dos períodos a la provincia de Mendoza, es experto en geopolítica y se desempeñó hasta el 10 de diciembre pasado como secretario de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur, dependiente de la Cancillería, lamentó que el presidente Javier Milei "esté ejecutando una sistemática demolición de los vínculos con países de la región y con importantes potencias económicas globales".
Carmona destacó que "frente a la nada que representa la política económica internacional del Gobierno, los gobernadores asumen un papel protagónico. Intentan evitar para sus provincias, con gestiones concretas, los efectos del aislamiento creciente provocado por los desmanes y la impericia del mileísmo y por el entreguismo que caracteriza al macrismo residual que controla la Cancillería".