• 5/11/2024

Por qué la ropa es tan cara en Argentina

Argentina es el país con la ropa más cara del mundo. ¿A qué se debe esta situación? Desde iProfesional te contamos lo que hay que saber
Por MD
01/06/2024 - 08:43hs
Por qué la ropa es tan cara en Argentina

Una vez más Argentina es el país más caro del mundo. Es esta ocasión se trata de la ropa la que llega a precios impensados. Más allá de la inflación, hay diversas razones por las que comprar ropa en cada vez más difícil. 

¿Por qué la ropa es tan cara en Argentina?

La ropa en Argentina es excesivamente cara, incluso mucho más que en países como Estados Unidos o Japón. El jean de la marca Levi’s, modelo 501, uno de los pantalones más clásicos y con mejor relación costo beneficio de la historia, tiene el precio más caro en el país.

El jean Levi’s 501 en Argentina cuesta 180 dólares, (teniendo en cuenta la cotización del dólar blue), lo que lo convierte en el jean Levi’s más caro del mundo

Hay diversas razones por las que la ropa es cara en Argentina comparado a otros países del mundo.

Una de las razones principales son la cantidad de impuestos que se deben pagar, pero esta no es la única. Otro motivo que más influye es el nivel de protección comercial ya que en esto se deben tener en cuenta los aranceles a la importación, las trabas burocráticas y los impuestos aduaneros.

En este sentido, Argentina es el tercer país más cerrado del mundo, y en particular, el sector textil es el segundo más protegido. Sin embargo, esta protección suponía ayudar y cuidar el empleo, pero en la diaria no vemos que esto ocurra.

De hecho, actualmente, el 75% de las personas que trabajan en el sector de confección se encuentran en situación de informalidad, ganando incluso salarios menores al mínimo.

Adicionalmente, por estos motivos, muchas grandes marcas no llegan al país y algunas de las que, si llegaron, eventualmente se fueron. Esto genera una enorme pérdida de empleo en el sector comercial.

Otra consecuencia de los factores mencionados es que los diseñadores argentinos no logran conseguir insumos de calidad que les permitan ser competitivos.

Mientras los trabajadores del sector textil luchan por condiciones dignas y un salario justo, la ropa se vuelve cada vez más inaccesible para la población. Esta situación, lejos de ser un problema aislado, refleja una profunda crisis en el sistema económico y político actual.

Como bien señala Jorge Bustamante en su obra "La república corporativa", escrita en 1988 y reeditada en 2023 bajo el subtítulo "Nada cambió", ciertos grupos de poder han logrado capturar las instituciones del Estado para favorecer sus intereses. En el caso del sector textil, estas prácticas se traducen en una maraña de regulaciones, aranceles y trabas burocráticas que dificultan, casi hasta el punto de la imposibilidad, la importación de ropa terminada.

Esta estrategia, implementada bajo la falsa bandera de "proteger la industria nacional", solo beneficia a las grandes empresas textiles, quienes disfrutan de un mercado cautivo y precios exorbitantes. Los consumidores, por su parte, se ven obligados a pagar precios desorbitantes por ropa de baja calidad, mientras que los trabajadores del sector textil se enfrentan a condiciones precarias y salarios miserables.

Estas cuestiones dejan en evidencia el sistema de privilegios, e invitan a poner en el centro de la discusión el bienestar de la población. La ropa, un derecho básico, no debería ser un lujo al alcance de unos pocos. Es necesario revisar las políticas públicas que favorecen a las grandes empresas en detrimento del pueblo, y abrir las puertas a la competencia para que los consumidores puedan elegir libremente qué ropa comprar y a qué precio.

Argentina es el país con ropa más cara
Argentina es el país con ropa más cara

De esta forma se podrá construir una sociedad más justa y equitativa, donde la democracia no sea solo un concepto abstracto, sino una realidad tangible que se refleje en la vida cotidiana de todos los ciudadanos.

Argentina: la más cara del mundo

Un estudio de la consultora Miglino y Asociados reveló que Argentina ostenta el triste récord de tener la ropa más cara del mundo. Para adquirir un conjunto básico de 12 prendas femeninas se necesitan en promedio USD 1.225, superando ampliamente a países como Estados Unidos (USD 880), Francia (USD 1.200) e incluso Italia (USD 1.180).

Esta situación se explica debido a la combinación de diversos factores:

  • Incertidumbre macroeconómica: La alta inflación y la volatilidad del tipo de cambio generan un clima de inestabilidad que impacta en los precios finales;
  • Carga impositiva: Los impuestos que recaen sobre la industria textil son considerables, lo que se traduce en un aumento significativo del costo de la ropa;
  • Baja capacidad productiva: La limitada producción local obliga a recurrir a la importación, incrementando los precios debido a aranceles y costos de transporte.

En comparación con los países vecinos, la diferencia es aún más pronunciada. Los precios de la indumentaria en Argentina son un 57% más elevados que en Brasil, Chile y Uruguay. Esta brecha se debe a una combinación de factores como mayores costos de producción, impuestos y aranceles, sumado a las asimetrías en la oferta y demanda en cada mercado.

La industria textil cuenta con una enorme cantidad de impuestos
La industria textil cuenta con una enorme cantidad de impuestos

Las consecuencias de esta situación son palpables:

  • Acceso limitado: El alto costo de la ropa restringe el acceso a bienes básicos de primera necesidad para un sector importante de la población;
  • Desigualdad: Se profundiza la brecha social, ya que los sectores más vulnerables son los más afectados por el elevado precio de la indumentaria;
  • Desventaja competitiva: La industria textil local se ve desfavorecida en el mercado internacional, dificultando las exportaciones y el crecimiento del sector.

Revertir esta situación requiere un abordaje integral y un compromiso sostenido por parte de las autoridades y los distintos actores del sector para enfrentar este desafío. En el que se incluyan medidas para estabilizar la economía, alivio fiscal y fomentar la producción local, para que Argentina deje de ser el país con la ropa más cara del mundo.

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