Empleadas domésticas: cuánto cobran por hora y por mes en mayo de 2024
El empleo doméstico desempeña un papel crucial en la sociedad, aportando significativamente tanto al bienestar de los hogares como al funcionamiento de la economía en general.
Este sector no solo facilita la gestión cotidiana del hogar y el cuidado de personas dependientes, permitiendo a muchas familias equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares, sino que también fomenta una inclusión laboral esencial para sectores tradicionalmente marginados.
A partir de mayo de 2024, los empleados domésticos en Argentina recibirán un aumento salarial del 7% sobre las cifras de abril.
Los salarios por hora se ubican entre $2321,95 y $3067,83, dependiendo de las tareas realizadas y las condiciones de retiro.
Aumento Salarial para Empleados Domésticos en Argentina en 2024
El aumento salarial se distribuye de la siguiente manera en las diferentes categorías de empleo doméstico, considerando una jornada laboral de 8 horas diarias y 5 días a la semana:
Supervisores
- Con retiro: La tarifa por hora para los supervisores con retiro es de $2800,60, resultando en un salario mensual de $448.096.
- Sin retiro: Los supervisores sin retiro ganan $3067,83 por hora, lo que equivale a $490.853 al mes.
Personal para Tareas Específicas
- Con retiro: Este personal recibe $2651,54 por hora, sumando un salario mensual de $424.246.
- Sin retiro: Para aquellos sin retiro, la tarifa es de $2906,90 por hora, alcanzando un salario mensual de $465.104.
Caseros
Los caseros tienen una tarifa por hora de $2504,86, lo que se traduce en un salario mensual de $400.778.
Asistencia y Cuidado de Personas
- Con retiro: La remuneración es de $2504,86 por hora, resultando en $400.778 al mes.
- Sin retiro: La tarifa es de $2800,60 por hora, con un salario mensual de $448.096.
Personal para Tareas Generales
- Con retiro: El personal dedicado a tareas generales con retiro gana $2321,95 por hora, acumulando un salario mensual de $371.512.
- Sin retiro: Para aquellos sin retiro, la tarifa es de $2504,86 por hora, resultando en un salario mensual de $400.778.
Importancia económica y social del empleo doméstico
El empleo doméstico es fundamental para muchas familias en Argentina, facilitando el equilibrio entre las responsabilidades laborales y familiares. Las tareas que realizan estos trabajadores son variadas e incluyen limpieza, cocina, cuidado de niños y adultos mayores, y mantenimiento del hogar, entre otras.
Además, este sector promueve la inclusión laboral, ofreciendo oportunidades de empleo a personas que a menudo enfrentan barreras en el mercado laboral formal. Muchas de estas oportunidades benefician a mujeres y personas de bajos ingresos, proporcionando un medio de sustento vital para sus familias.
Condiciones de trabajo y regulaciones
En Argentina, el empleo doméstico está regulado por la Ley 26.844, conocida como el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares. Esta legislación establece derechos y obligaciones tanto para los empleados como para los empleadores, incluyendo aspectos como salarios mínimos, horas de trabajo, descansos, vacaciones pagadas, y contribuciones a la seguridad social.
El aumento salarial reciente refleja los esfuerzos continuos por mejorar las condiciones laborales de este sector y asegurar que los empleados domésticos reciban una compensación justa por su trabajo. Estos incrementos salariales no solo mejoran la calidad de vida de los trabajadores, sino que también tienen un impacto positivo en la economía, ya que incrementan el poder adquisitivo de un sector significativo de la población.
A pesar de los avances en la regulación y los aumentos salariales, el empleo doméstico en Argentina enfrenta varios desafíos. Entre ellos se encuentran la informalidad laboral, la falta de acceso a beneficios completos de seguridad social, y las dificultades para la organización y representación sindical.
El sector informal es particularmente prevalente en el empleo doméstico, con muchos trabajadores sin un contrato formal o sin registrar. Esto limita su acceso a beneficios laborales y de seguridad social, y puede resultar en condiciones de trabajo precarias.
Las perspectivas futuras para el empleo doméstico en Argentina dependerán de la capacidad de las autoridades para seguir mejorando las regulaciones laborales y asegurando su cumplimiento. Esto incluye esfuerzos para reducir la informalidad y garantizar que todos los trabajadores domésticos tengan acceso a derechos laborales completos y protección social.