PROGRAMA ECONÓMICO

Milei y Caputo ceden ante el FMI y no levantarán el cepo este año: por qué es funcional al Gobierno

El Fondo Monetario fue contundente: no habrá desembolsos para liberar restricciones. Sin embargo, para el ministro surgen ciertas ventajas
ECONOMÍA - 13 de Mayo, 2024

El Fondo Monetario Internacional coincide con el rumbo económico de la Argentina, y en especial con la decisión del ministro de Economía, Luis Caputo, de poner como prioridad uno el mantenimiento de un ancla fiscal que permitió alcanzar superávit de las cuentas públicas en el primer trimestre.

Pero el organismo volvió a advertir sobre la necesidad de "mejorar la calidad del ajuste", sin profundizar sobre esa cuestión, que viene siendo reiterada por sus principales directivos.

En el Gobierno consideran que ese semáforo amarillo, encendido por el FMI en cada oportunidad que tiene, refleja más una estrategia para cubrirse ante la eventualidad de conflictos sociales, de los muchos que hubo en la Argentina en los últimos años.

El comunicado del Fondo refleja además que aún se está muy lejos de comenzar a discutir sobre una eventual asistencia financiera adicional que permita levantar el cepo cambiario.

Milei y Caputo no levantarán el cepo cambiario este año

Sobre este tema, el ministro Caputo ha decidido hacer de la necesidad, una virtud. Junto al presidente Milei coinciden en que este año no habrá un levantamiento de las restricciones cambiarias.

La novedad, que es negativa para el escenario de inversiones externas, representa sin embargo un espaldarazo para el eje del programa económico: Caputo se garantiza un enorme volumen de ingresos fiscales para seguir sosteniendo el superávit que, según entiende el jefe de Economía, explica el alza que vienen mostrando los bonos de la deuda.

El FMI le comunicó a Luis Caputo que no habrá desembolsos para liberar el cepo cambiario en el corto plazo.

Con títulos que ya cotizan por encima del 50% la PAR, cuando estaban en niveles del 25% cuando asumió Milei, la Argentina se garantiza una fuerte caída del riesgo país.

Toda esa lógica se completa con la decisión inminente de aplicar una nueva baja de tasas de interés por parte del Banco Central, a niveles inferiores al 50%.

Pero en medio de tanto elogio, el Fondo advirtió que "es necesario que continúen realizándose esfuerzos para mejorar la calidad y la equidad de la consolidación fiscal, afinar los marcos de política monetaria y cambiaria, así como atender los cuellos de botella para el crecimiento".

La frase parece destinada a remarcar la necesidad de que avancen en el Senado los proyectos de paquete fiscal y Ley Bases.

La confirmación de que por ahora no habrá plata adicional del Fondo Monetario termina siendo funcional a uno de los objetivos centrales del programa económico: garantizar la sustentabilidad fiscal para dar una señal a los acreedores de que habrá plata para pagar los vencimientos de deuda.

¿Por qué mantener el cepo es una ventaja para Caputo?

El mantenimiento del cepo cambiario le permite a Caputo contar -por un lado- con el multimillonario ingresos de recursos fiscales por el estratégico Impuesto País y, por el otro, impedir que las reservas del Banco Central sufran más de lo debido.

Mantener el cepo le permitirá al Gobierno seguir recaudando fondos vía Impuesto Pais y no arriesgar las reservas.

En abril, el impuesto País recaudó más de medio billón de pesos y se proyecta a representar ingresos por unos 6,5 billones cuando concluya el año. Demasiado tentador para que el Gobierno termine complicando su estrategia de ancla fiscal apurándose a salir del cepo cambiario, cuando no tiene cerrado el financiamiento. En abril, los ingresos por el impuesto País subieron más de 1.100% interanual, un récord absoluto.

"Sobre la base de unos resultados mejores de lo esperado -todos los criterios de desempeño del primer trimestre se sobrecumplieron- el personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegaron a un entendimiento sobre las políticas para seguir afianzando el proceso de desinflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado", destacó el Fondo Monetario.

Igual, el mercado sigue expectante a supuestos contactos iniciados en su momento por el ministro de Economía con bancos de primera línea para ayudar a financiar la salida de las restricciones cambiarias.

Esos bancos, la mayoría de los Estados Unidos, también tienen sus frentes abiertos, ante las elecciones presidenciales que habrá en noviembre próximo, en las cuales podría volver a girar el color del gobierno para ubicar a Donald Trump otra vez en la Presidencia de la primera economía del mundo.

Caputo parece dispuesto a hacer valer en el frente internacional el hecho de haber logrado el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, y que la inflación se encamine a arrojar un dígito en abril, luego de haber superado el 25% en diciembre.

No son sus únicos argumentos. El ministro de Economía viene destacando ante sus interlocutores un dato que el Fondo ponderó en su comunicado. La Argentina viene mostrando una fuerte reducción del riesgo soberano. Es decir, una caída del riesgo país, que está en la zona de los 1.250 puntos.

Caputo se muestra confiado en mantener el superávit, mientras desacelera la inflación y baja el riesgo país.

La gran duda que deja la visión de los organismos multilaterales sobre la Argentina, es cómo hará el gobierno libertario para pasar de un programa de ajuste al estilo "licuadora y motosierra", a otro donde se aplique sintonía fina para mejorar la calidad del ajuste.

Es lo que reclama el organismo de Kristalina Georgieva, que sin embargo no brinda demasiadas precisiones sobre cómo podría aplicarse esa mejora cualitativa sobre la caída del gasto público.

La discusión legislativa en el Senado arrojará algunos indicios sobre hacia dónde marchará el recorte de gastos cuando faltan apenas diez días para que el Gobierno intente firmar el "Pacto de Mayo" con la mayor cantidad posible de gobernadores.

Es una carrera contra el tiempo que lleva adelante el Gobierno de Milei, un presidente que, para sorpresa de sus adversarios, mantiene una imagen positiva en torno del 48% a pesar de estar aplicando el ajuste más severo de este siglo.

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