Luis Caputo da un giro riesgoso que sorprende a empresarios y desconcierta a Wall Street
Las últimas decisiones del Gobierno causaron sorpresa. Sobre todo en bancos de inversión locales y extranjeros. Hubo desconcierto en Wall Street. Los operadores vienen apostando por la administración Milei, que obtuvo resultados positivos -para muchos inimaginables- en esta primera parte del año.
Sin embargo, los pasos recientes destaparon un pragmatismo que, hasta ahora, no estaba sobre la mesa.
Caputo posterga subas en tarifas y genera desconcierto
En concreto, la suspensión de los reacomodamientos tarifarios, que estaban previstos en función del camino encarado por Javier Milei desde el primer minuto de su gestión en la Casa Rosada.
El propio ministro de Economía, Luis Caputo, admitió, en un reciente encuentro con inversores locales, que este Gobierno está forzado a mostrar resultados concretos todo el tiempo, como la única manera de convencer y generar expectativas positivas.
Así como el Gobierno se encontró con un límite al ajuste en las calles, con la enorme movilización popular en contra del achicamiento presupuestario para las universidades públicas, ahora la Casa Rosada pisó el freno del ajuste antes de sumar más problemas.
Los operadores del mercado están avisados: en ese camino, la posibilidad de levantar las restricciones impuestas por el cepo llevará más tiempo del estimado hasta hace algunas semanas. Ni junio ni julio. Ahora el mercado parece conformarse con que esa salida sea postergada hasta fin de año.
"Abrir el cepo de manera prematura podría ser ‘game over’ para el plan económico", analiza Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa.
El modelo Milei, bajo la lupa de empresarios y Wall Street
Fernando Marull afirma algo cierto: "El 'modelo Milei' es sin cepo. No vamos a solucionar los problemas de la economía mientras tengamos restricciones".
El economista advierte que esa dinámica, sin embargo, es "paso a paso, marcando cuál es el horizonte", ya que -reconoce- el Gobierno no puede apurarse a levantar el cepo. Marull, como varios de sus colegas, piensan que si Caputo se apresura podría perjudicar la dinámica inflacionaria, que en las últimas semanas viene marcando una sensible desaceleración.
Sin embargo, la idea de la Casa Rosada de poner límites a la actualización tarifaria provoca resistencias. Por ahora mudas. Pero el malestar entre sectores empresarios afectados existe, mientras se expande un interrogante en los demás rubros.
El "modelo Milei", que requiere de fuertes inversiones en la economía real, que ayuden a levantar el ciclo económico, entra en colisión frente a las últimas decisiones, más tendientes a pinchar la inflación de cortísimo plazo que a sostener un proceso de largo alcance.
Baja la inflación: ¿y el crecimiento?
Detrás de las decisiones de postergar las medidas de ajuste coexisten dos miradas:
- Profundizar la desinflación: Milei-Caputo creen que el IPC podría bajar al 5,8% este mismo mes, según lo publicado por el Banco Central.
- Evitar una caída adicional de la actividad económica: la consultora de Orlando Ferreres publicó que el desplome fue del 9,7% en marzo, contra el mismo mes del año pasado. Una caída pandémica.
La recaudación impositiva de abril volvió a dejar explícito que el impacto de la actividad es grave. La caída del 13% real -a pesar de que el impuesto PAIS recauda 12 veces más que hace un año y se recompone la tributación del campo tras la sequía histórica- da cuenta de una contracción muy fuerte.
La idea del oficialismo es que si, efectivamente, la inflación se desmorona, como viene sucediendo, entonces habrá datos contundentes para mostrarle a la sociedad. El ministro de Economía está convencido de que necesita enviar señales de que el plan funciona. Aun cuando eso implique barrer algo de "basura bajo la alfombra".
A diferencia de meses anteriores, ahora Economía pretende dar señales positivas para mejorar las expectativas de la población.
En los bancos internacionales siguen con atención la dinámica. El tipo de cambio cada vez más apreciado y la postergación de medidas ya anunciadas podrían poner en crisis el ordenamiento de las cuentas públicas.
La agresiva baja de las tasas de interés podrían ayudar a limpiar el balance del Banco Central. ¿Acaso también persigue el secreto objetivo de que se mueva la brecha cambiaria, y así tentar a las cerealeras para que liquiden sus divisas a buen ritmo durante la cosecha gruesa?
Teorías como estas -que mejorarían el tipo de cambio "blend"- empiezan a escucharse en la City