Las negociaciones que acaban de retomar el gobierno nacional y su par de China por el refinanciamiento de una parte del swap de monedas es monitoreado minuto a minuto por el Fondo Monetario Internacional. También por bancos de inversión extranjeros.

En julio, vencen el equivalente a u$s5.000 millones, que fueron activados por Sergio Massa hace un año, y que ahora deberían abonarse. O refinanciarse, en caso de que el gobierno de Xi Jinping lo acepte.

Para lograr una refinanciación, Javier Milei envió tres emisarios a Beijing: Santiago Bausili, presidente del BCRA, la canciller Diana Mondino y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quienes se reunieron ayer durante la madrugada argentina con el titular del Banco Popular de China, Pan Gongsheng.

Milei negocia con China y preocupa al FMI

"Mondino y Bausili dialogaron sobre la relación histórica entre ambos Bancos Centrales, iniciada con la firma del primer swap hace 25 años; ⁠el compromiso de la Argentina en la internacionalización del RMB como moneda para la liquidación del comercio; la identificación de áreas técnicas para completar las revisiones contempladas bajo el acuerdo del swap; y los acuerdos de cooperación e intercambio", resaltó Cancillería a través de un comunicado oficial.

En total, el swap de monedas con China involucra el equivalente a u$s18.000 millones, que están computados en las reservas del BCRA.

De ese monto, Sergio Massa activó unos u$s5.000 millones el año pasado, en la previa a la campaña electoral y cuando una fuerte sequía impactó en la acumulación de reservas en el Banco Central.

Diana Mondino y Santiago Bausili viajaron a China para retomar las negociaciones por el swap.

El Gobierno anterior utilizó ese dinero para pagar importaciones desde la potencia asiática y así evitar un colapso de la actividad económica.

Pero ahora ese préstamo hay que pagarlo, a menos que el gobierno de Xi Xinping apruebe una refinanciación.

Eso es lo que se discute ahora.

El FMI, en alerta por el swap con China

Durante la última asamblea anual del FMI que se llevó a cabo en Washington, la relación de Milei con China, en vísperas del vencimiento de parte del swap, fue parte del debate en los pasillos.

Incluso, la cuestión fue abordada durante distintos encuentros que bancos y fondos de inversión de Wall Street mantuvieron con funcionarios del organismo.

A los financistas les quedó en claro que para el Fondo, la relación de Argentina con China, uno de los socios clave del organismo, tiene una relevancia que no debe perderse de vista.

El organismo que lidera Kristalina Georgieva entró en alerta por el acercamiento de Javier Milei con China.

Hoy en día, la Argentina no dispone de las reservas suficientes para pagar el vencimiento en cash. Y el país se encuentra a las puertas de una nueva negociación con el organismo, que le reclama una acumulación neta de reservas en el Banco Central para avanzar en las conversaciones.

Héctor Torres, ex representante argentino en el directorio del Fondo, cree que la negociación que ahora encara el Gobierno no será fácil. "Mis excolegas del FMI con los que hablo se muestran poco optimistas respecto a la voluntad de China de renovar el financiamiento provisto por el banco central chino. Igualmente, la política exterior China se caracteriza por una 'paciencia estratégica'. Tal vez Mondino y Bausili encuentren la forma de explicar que nuestro presidente tiene incontinencia verbal", afirma, en diálogo con iProfesional.

¿Milei viaja a China?

En aquellas conversaciones de pasillo en Washington, en una reunión entre banqueros recordaron que la última activación del swap, hace un año, requirió de la presencia en Beijing tanto de Alberto Fernández como de Massa, ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo.

Milei, en cambio, mantiene una confrontación dialéctica con el gobierno chino desde la campaña electoral, que se agravó en las últimas semanas ya como jefe de Estado cuando refrendó su alineamiento total con los Estados Unidos, mientras abría las puertas a una inspección a una base china en la provincia de Neuquén.

El año pasado, China se convirtió en el tercer destino de las exportaciones argentinas, por algo más de u$s5.000 millones. A pesar de eso, mantiene un rojo comercial cada vez más fuerte. En 2023 trepó a los u$s9.225 millones.

Mondino ya dijo que pretende equilibrar esa ecuación lo más pronto posible. Antes, sin embargo, la urgencia es otra: que el gobierno chino dé el visto bueno y apruebe una refinanciación del vencimiento que se avecina.

¿Lo logrará? ¿O antes tendrá que viajar Milei a Beijing?