El riesgo país está en el menor nivel desde fines del 2020: qué significa para la Argentina
Las acciones y los bonos en dólares se dispararon este lunes, a la espera de la cadena nacional de Javier Milei. En ese escenario, el riesgo país volvió a ceder y se ubicó por debajo de los 1.200 puntos básicos, su menor nivel desde septiembre del 2020.
Se trata de una buena noticia para Argentina, que de hecho semanas atrás ya fue destacada por el propio Presidente en una entrevista, en la que destacó que justamente el índice había perforado esa barrera.
Por qué es importante para Argentina la baja del riesgo país
Sólo en marzo, de la mano de una fuerte suba de los bonos en dólares, el riesgo país cayó casi 300 puntos básicos en el promedio del mes. Y acumula una baja de casi 1.300 puntos desde el balotaje que de noviembre del año pasado.
"Son los niveles más bajos desde la reestructuración de 2020. Creemos que puede perforar los 1.000 puntos antes de fin de año", indicó un informe elaborado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) junto con la consultora Macroviews.
Entre los factores que influyen en el riesgo país, se encuentran el nivel de déficit fiscal, el crecimiento económico, la situación política y la relación ingresos-deuda. Considerando algunas de las políticas llevadas a cabo por el Gobierno, sobre todo en materia fiscal y en acumulación de reservas, podría explicarse la baja que registró el riesgo país en los últimos meses.
Pero, en concreto, ¿por qué es importante para Argentina que baje el riesgo país? El riesgo país constituye un indicador de gran utilidad para evaluar la situación financiera de una economía. Según explica la consultora Creebba, "permite valorar aspectos como la sostenibilidad de la deuda soberana, la capacidad de obtener recursos en el mercado voluntario de crédito y, en ciertas ocasiones, refleja las expectativas en torno al sendero macroeconómico al tiempo que constituye un termómetro para la realización de inversiones en la economía".
"El riesgo país permite sintetizar, en un indicador, una gran cantidad de información sobre la situación financiera de una economía. A través de su análisis se pueden conocer los escenarios que puede tomar la deuda soberana de un país", resaltó.
Y, explicaron, que "cuando el indicador es alto, se incrementa la probabilidad de que los compromisos asumidos no puedan ser afrontados y, por lo tanto, las probabilidades de incurrir en cesación de pagos crece". Lógicamente, cuando baja, el escenario es el contrario.
Dado que el riesgo de un instrumento es la contracara de su rentabilidad, "cuanto más alta sea ésta, mayores serán las dificultades para contar con los fondos requeridos al momento de maduración del contrato". Esta dificultad se ve reflejada en el indicador de riesgo país.
Cómo se mide el riesgo país
Distintas organizaciones miden el riesgo de invertir en los países, pero el índice más conocido es el que hace JP Morgan, un reconocido banco estadounidense.
El índice mide el riesgo que representa un país para los inversores. En concreto, calcula la diferencia entre el interés que paga un país por su deuda en comparación al interés que pagan los bonos de los Estados Unidos. Estos bonos estadounidenses son considerados un punto de referencia por representar el menor riesgo.
"A medida que la confianza en la sustentabilidad de la deuda disminuye y los distintos indicadores macroeconómicos se deterioran, el riesgo de invertir allí crece, disparando el riesgo país ante un posible no cumplimiento de las obligaciones contraídas", explicaron desde Creebba.
Y concluyeron: "Dada la relación inversa entre precio de los bonos y tasa de interés, toda vez que estos activos caigan de precio, ya sea por un deterioro de la macroeconomía del país en cuestión; un shock externo que derive en una salida masiva de capitales; una mejora en las condiciones crediticias en mercados más atractivos, etcétera, el efecto inmediato es una variación al alza en el indicador de riesgo país".
Por este motivo, para enfrentar menores primas de riesgo soberanos en mercados internacionales de crédito, los países se esmeran para mantener las variables macroeconómicas en senderos estables o al menos previsibles a largo plazo, además de garantizar ciertas condiciones de seguridad jurídica, entre otras.