Cumbre: CGT presiona por la homologación de paritarias y el Gobierno promete reforma laboral "razonable"
A cuatro meses de que inició el mandato de Javier Milei, el Gobierno se reunió por primera vez con la conducción de la CGT para abrir un canal de diálogo con la central obrera, donde el punto más conflictivo fue el pedido de los sindicalistas para que el Ejecutivo homologue las paritarias, con un paro general que sigue en suspenso y la reforma laboral como telón de fondo.
"El Gobierno ya dijo que no va a homologar paritarias por arriba de la inflación y hoy se ratificó. Fue el punto más reñido, pero se trató de una conversación amigable donde siempre trataron de entenderse", se limitaron a indicar a iProfesional fuentes de la Casa Rosada tras el cónclave que comenzó minutos después de las 16:30 y se extendió por más de dos horas.
En medio de la presión sindical por ponerle fecha a un nuevo paro general, desde el Gobierno aseguran que "fue uno de los temas del encuentro pero no el principal" y plantearon que "no hubo amenazas ni mucho menos por parte de la CGT".
"Ellos plantearon que mañana tienen el plenario donde van a evaluar si convocan a un paro o no. Lo que hicieron fue preguntar sobre la postura del Gobierno en algunos temas para llevarlo mañana a la reunión", se limitaron a detallar desde uno de los despachos de Balcarce 50, quienes precisaron que se habló sobre la reforma laboral que será incorporada a la Ley Bases, cuyo texto está a cargo de la UCR, pero la CGT "no fijó postura".
En cuanto a la reforma laboral, desde la Casa de Gobierno detallaron que los sindicalistas solicitaron información, pero ellos se limitaron a responder que el proyecto lo está elaborando el radicalismo, aunque aclararon que van a "ser razonables" en las modificaciones.
Hermetismo y pocas definiciones: lo que dejó la reunión entre el Gobierno y la CGT
Si bien el encuentro fue pautado con "agenda abierta", hubo dos temas centrales en la discusión: el alcance de la reforma laboral que el Ejecutivo nacional pretende que convalide el Congreso de la Nación, luego de que la Justicia frenó el capítulo laboral incluido en el mega DNU, y la postura del Gobierno de imponer un techo a las paritarias para que los aumentos no superen a la inflación.
En medio de un gran hermetismo, dado que ninguno de los sindicalistas habló a la salida del encuentro, el Gobierno se limitó a enviar un comunicado en el que precisó que "los dirigentes gremiales presentes se interiorizaron sobre el proyecto de Ley Bases y la eventual propuesta de reforma laboral".
"A su vez, dialogaron sobre la homologación de convenios y las futuras negociaciones paritarias. Se trata de medidas que buscan impulsar la simplificación del régimen laboral, la regularización del empleo y la generación de puestos de trabajo de calidad en Argentina", detallaron desde el Ministerio del Interior.
En las horas previas al cónclave, la CGT dio a conocer un documento de 13 páginas, titulado "Agenda para un nuevo contrato social", en el que se detallan los cambios que estarían dispuestos a convalidar en materia de Trabajo, Educación, Salud, Política industrial y seguridad social, entre otros.
Una convocatoria de último momento para abrir el canal de diálogo
A 24 horas de la reunión que mantendrá el consejo directivo de la central obrera, en la que se analizará la posibilidad de definir un nuevo paro general con movilización para el 1 de Mayo cuando se conmemora el Día del Trabajador, el ministro del Interior, Guillermo Francos, fue el anfitrión del cónclave.
Según el comunicado oficial, el titular de la cartera del Interior sostuvo: "En línea con las reuniones mantenidas con legisladores, gobernadores y dirigentes, seguimos dialogando con todos los sectores y trabajando para la construcción de consensos que nos permitan llevar adelante las reformas que necesita la Argentina".
En representación del Gobierno también estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, junto a los secretarios Julio Cordero (Trabajo) y Lisandro Catalán (Interior). Por la CGT asistieron los cotitulares Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), quienes llegaron acompañados por el secretario general de FEDCAM, Hugo Moyano, quienes asistió de manera sorpresiva.
También estuvieron presentes los integrantes del consejo directivo nacional de la central obrera: Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Marina Jaureguiberry (SADOP), Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio), Susana Benítez (SATSAID), Jorge Sola (Seguros) y Oscar Rojas (Maestranza).
En tanto, el gran ausente de la tarde fue Pablo Moyano, uno de los gremialistas más críticos de la gestión libertaria. Fuentes cercanas al dirigente sindical anticiparon a iProfesional que "el paro de camioneros es una realidad", en medio del conflicto abierto por la no homologación de la paritaria del gremio, que acordó con el sector empresarial un aumento de 25% para marzo y otro 20% para abril.
La cúpula de la CGT, que desde el inicio de la gestión de Milei se plantó en la vereda de enfrente de la administración libertaria, deberá analizar este jueves si llamarán o no a una nueva medida de fuerza en rechazo a los despidos en el sector estatal, la demora en la homologación de las paritarias y la reforma laboral impulsada por el Gobierno.
"No creo que se baje el paro", indicó a este portal una fuente cercana al sector más duro de la CGT, encabezado por Pablo Moyano, quienes buscarán presionar para que "el sector dialoguista" no "ceda ante los cantos de sirena del Gobierno".
El inicio de una relación con turbulencias
En la cúpula de la CGT todavía recuerdan las conversaciones informales que habían iniciado con el ministro del Interior a los pocos días de que Javier Milei se impusiera en el balotaje frente a Sergio Massa, cuando aún Francos no había asumido al frente de la cartera ministerial. En aquella oportunidad, el funcionario nacional les había garantizado que el libertario impulsaría cambios laborales limitados, pero la reforma finalmente incluida en el DNU 70/23 avanzó con medidas que afectaban el poder y la caja de los gremios.
A fines del pasado mes de diciembre, la CGT llevó su reclamó a la Justicia y convocó al primer paro nacional contra la gestión libertaria para el 24 de enero, lo que terminó por romper todos los puentes de diálogo entre la central obrera y el Ejecutivo nacional.