¿Supermercado o almacén?: revelan dónde conviene comprar alimentos ahora
Por el shock inflacionario, los argentinos vienen modificando, una vez más, los hábitos de consumo. Así como durante la pandemia, los supermercados fueron los más elegidos porque allí se encontraban los productos a precios congelados, una costumbre que se mantuvo hasta este año, ahora el escenario parece cambiar.
La eliminación de programas de controles de precios -del estilo de "Precios Cuidados"- o de subsidios, como los fideicomisos de trigo y aceites, dejaron a las grandes cadenas sin uno de sus principales atractivos.
Disparidad de precios: ¿conviene comprar en almacen o supermercado?
Sin precios máximos en las góndolas de las grandes tiendas en gran parte de los productos de la canasta básica, los supermercados pasaron a vender esos productos al mismo precio -o incluso por encima- de los pequeños comercios de barrio.
En algunos casos, como en algunas marcas de fideos de primera línea o en arroz, las grandes cadenas mostraron subas en los precios de hasta cinco o seis veces desde mediados de noviembre hasta ahora.
Una explosión de los precios que en muchos casos ni siquiera llegó a los comercios tradicionales de barrio, que en muchos casos priorizan los mejores precios a las marcas. Se trata de un fenómeno que existió hace varios años, antes de la pandemia que cambió por completo el régimen de los precios.
Consumo en rojo: los supermercados, grandes derrotados
Los últimos datos del comportamiento del consumo dan una idea de la preferencia de los argentinos a la hora de hacer las compras.
Según la consultora Scentia, especializada en consumo masivo, las ventas de alimentos, bebidas, y productos de higiene y limpieza cayeron 4,1% (en volumen) durante febrero, en relación al mismo mes del año pasado.
De esta manera, el primer bimestre totaliza una baja del 4% versus enero-febrero de 2023.
Hay una particularidad en esta medición: mientras las ventas de los grandes supermercados cayeron 8,3% en febrero, contra febrero de 2023; en el caso de los comercios tradicionales (almacenes y autoservicios "chinos") mostró una mínima suba del 0,1%.
Algo similar ya había sucedido el primer mes del año.
¿Qué es lo que está sucediendo? ¿En medio de la alta inflación y la caída del consumo, conviene comprar en los pequeños comercios?
Inflación en alimentos: las razones detrás del fenómeno
Osvaldo del Río, ante la consulta de iProfesional, da algunas de los argumentos que explican esta "nueva" dinámica de los consumidores.
- Lo primero es que si bien los grandes supermercados siguen vendiendo más barato que los almacenes y los autoservicios, esa diferencia se achicó. Después de la pandemia llegó a ser del 49% en promedio, y ahora ronda el 30% a 35% según los rubros, a iguales productos.
- No obstante, sigue siendo una brecha amplia. Históricamente fue del 8% a 9%, dice Del Río.
- Los consumidores, a diferencia de los "buenos tiempos" económicos, ahora hace compras puntuales. Se dejó de lado las compras quincenales o las mensuales en las que se llenaban un par de changuitos. Ahora se compra lo justo y necesario, a medida que entra el dinero a los hogares.
- Las compras en los comercios tradicionales muestran un fuerte empuje en el AMBA. Ahí hay un crecimiento del 7,9% interanual, que se compara con una caída del 7% en las compras en los supermercados.
- En cambio, hay un retroceso del 3,6% en las ventas de los almacenes y autoservicios que están en el interior del país. ¿Por qué se da esa diferencia tan marcada? Básicamente, por la desaparición de los clientes de países vecinos que cruzaban la frontera para comprar en la Argentina a precios "regalados".
Objetivo: bajar la inflación en los alimentos
El Gobierno avanzó en los últimos días en algunas iniciativas para abaratar los precios de la comida.
Por un lado, Economía suspendió la percepción del IVA adicional y del impuesto a las Ganancias en las importaciones de 3.000 productos de la canasta básica. Además, se redujeron los plazos para que los importadores de esas mercaderías accedan a dólares oficiales para pagar.
La proyección de Luis Caputo es que la inflación de los alimentos sea inferior al 10% este mes, tras el 11,9% de febrero.
Las primeras mediciones de las consultoras privadas que semana tras semana monitorean los precios en las góndolas, dan cuenta de una incipiente desaceleración en los incrementos, pero que por ahora no reflejan las necesidades de la Casa Rosada.
En este contexto, desde los despachos oficiales dijeron a iProfesional que los supermercados tendrán total libertad para traer desde otro país los productos que a mejores precios consigan.
Además del mencionado café, la mira de un par de cadenas contactadas por este medio mencionaron la posibilidad de importar fideos, lácteos y carne de cerdo. En el caso de esta última opción, las compras en Brasil ya son algo que vienen haciendo.