• 19/11/2024

Efecto DNU: Caputo se apura por mostrar superávit fiscal tras el duro revés en el Senado

Caputo se adelantó a la publicación oficial del dato fiscal, para dar un mensaje al mercado. Busca reforzar el mensaje de compromiso con el déficit cero
16/03/2024 - 08:18hs
Efecto DNU: Caputo se apura por mostrar superávit fiscal tras el duro revés en el Senado

Otra vez, Toto Caputo salió a hacer control de daños. Tal como había pasado después del fracaso de la ley bases, cuando salió rápidamente a tranquilizar al mercado -avisando que él ya tenía plan B para garantizar el superávit fiscal y que no dependía de los recursos tributarios contenidos en el proyecto-, volvió a hacer algo similar tras el rechazo del Senado al DNU.

El calendario de publicaciones oficiales marcaba que recién se iba a conocer el resultado fiscal de febrero el miércoles 20. Sin embargo, repitiendo su gesto del mes pasado, el ministro se adelantó cinco días a la difusión del dato, y dio a conocer, a través de las redes sociales, un nuevo superávit.

Más que el resultado en sí, lo primero que llamó la atención fue el "timing" de Caputo: justo en un momento en el que todo el ámbito político se preguntaba qué tan golpeado habría quedado el gobierno de Javier Milei después de este nuevo revés en el Congreso, y cuando hasta se ponía en duda la convocatoria al Pacto de Mayo.

La queja del propio presidente, que en el comunicado oficial insinuó un boicot opositor, había dejado preocupación. Ante la nueva tensión política, quedó instalada la duda sobre si la mesa de diálogo con los gobernadores provinciales continuaría su curso, o si Milei consideraría el rechazo al DNU como una modalidad de "apriete" de las provincias para obtener mayores recursos fiscales por parte del gobierno nacional.

Y no resulta casual que, en semejante clima de incertidumbre, Caputo haya salido a mostrar un dato que, entrelíneas, tiene un contundente mensaje político: que el pilar de la política económica -es decir, el compromiso con el lema del "déficit cero"- no estaba en duda.

De hecho, ese mismo mensaje había sido transmitido expresamente por el ministro en sus reuniones con las empresas fabricantes de productos de consumo masivo, así como con las cadenas supermercadistas, y también en la conferencia anual de la American Chamber.

El tuit de Caputo anunciando el superávit financiero de febrero
El tuit de Caputo anunciando el superávit financiero de febrero

En el gobierno están convencidos de que la credibilidad de su vocación fiscalista es lo que ha permitido la calma en el mercado cambiario de las últimas semanas y el camino descendiente de la inflación.

Es más, fue sobre la base de ese drástico ajuste fiscal que Caputo se animó a ir en contra de la opinión de la mayoría de los economistas y recortar las tasas de interés, una movida que le permitirá profundizar el efecto de "licuación" sobre los pasivos del Banco Central. Para sorpresa del mercado, hasta ahora ese recorte no impactó sobre el tipo de cambio ni afectó la capacidad de compra de divisas por parte del BCRA, que ya superó la barrera psicológica de los u$s10.000 millones.

El agotamiento del efecto licuadora

Caputo adelantó que en febrero se registró un superávit primario de $1,2 billón, mientras que el resultado financiero -es decir, el que se obtiene luego de contabilizar los pagos de intereses de la deuda- también fue positivo, en $338.000 millones.

De esa manera, el superávit primario acumulado en el primer bimestre del año equivale a un 0,5% del PBI

Son números que mejoran las previsiones que había realizado la Oficina del Presupuesto del Congreso algunos días atrás. En ese caso, también se había informado un superávit primario pero un déficit en el resultado financiero.

Sin embargo, esa diferencia entre los datos de la OPC y los de la Secretaría de Hacienda no resulta extraña, dado que el primero se hace sobre la "base devengado" y no "base caja" -es decir, sobre los gastos hechos pero no necesariamente ya pagados-, lo que implica que en la versión final podría haber cambios.

Y, precisamente, un punto que marcan los críticos de Caputo es que el ministro tiende a postergar pagos con el objetivo de que las cuentas den resultados positivos, pero que no podrá evitar que esos gastos aparezcan más temprano que tarde, lo cual impactará sobre el resultado fiscal de los próximos meses.

Gita Gopinath, la subdirectora del FMI, le advirtió a Caputo sobre la imposibilidad de mantener el superávit sobre la base de licuar jubilaciones
Gita Gopinath, la subdirectora del FMI, le advirtió a Caputo sobre la imposibilidad de mantener el superávit sobre la base de licuar jubilaciones

Pero, más allá de su festejo y del intento por transmitir tranquilidad, el ministro no pudo impedir que quedara en evidencia el talón de Aquiles de su plan: el superávit no se logró sobre la base de una mejora en los ingresos, sino por un recorte de 36,4% en el gasto.

Y ese es el punto que está en el centro de las objeciones: el efecto de licuación sobre el gasto jubilatorio -que es, por lejos, el principal renglón del gasto público- ya no tiene margen político ni social para extenderse en los próximos meses.

El propio Fondo Monetario Internacional había reiterado hace pocos días, por intermedio de la vocera Julie Kozack, su desagrado con la situación. La funcionaria reiteró lo que antes Gita Gopinath les había planteado a Milei y a Caputo: que no hay equilibrio fiscal que sea políticamente sostenible si se lo consigue sobre la base de la licuación de las jubilaciones.

De la misma manera, hay una serie de gastos operativos que el gobierno simplemente "pisó" y que no pueden mantenerse en esa situación, bajo el riesgo de que se produzcan problemas en la provisión de servicios esenciales. Uno de esos "ahorros" poco sostenibles fue en concepto de subsidios al sector eléctrico.

Casualmente la semana pasada las asociaciones empresariales de las generadoras y transportadoras de energía emitieron un comunicado en el que se muestran preocupadas por el retraso en el envío de fondos del gobierno, que ya desde enero está acumulando una deuda. Y advirtieron que, si esto no se corrige, puede haber problemas a corto plazo en el suministro de electricidad.

El superávit, ¿un arma de doble filo?

Entre los números que adelantó Caputo, figura una caída real de 6,5% en los ingresos totales durante febrero. Una gran diferencia respecto de lo ocurrido en enero, cuando se había registrado una leve variación interanual de 0,7%.

Lo que se insinúa es, tal como había previsto los economistas, que incluso en un escenario inflacionario que agranda en términos nominales la recaudación de impuestos, hay un descenso real en los ingresos. La causa es la recesión, de una magnitud a la que todo el mercado había previsto.

Los últimos datos al respecto marcan caídas reales en los impuestos más directamente vinculados a la actividad comercial, como el IVA, mientras que el tributo que mejora su aporte y equilibra a los demás es el impuesto PAIS. No es de extrañar, con esos números, que los gobernadores provinciales hayan pedido la coparticipación de ese impuesto.

Domingo Cavallo le aconsejó a Caputo no obsesionarse con el superávit financiero, para no forzar una profundización de la recesión
Domingo Cavallo le aconsejó a Caputo no obsesionarse con el superávit financiero, para no forzar una profundización de la recesión

En todo caso, lo que varios economistas están planteando en público es si la obsesión de Caputo por mostrar un superávit a como dé lugar podría, eventualmente, transformarse en un boomerang. El argumento es que si se prioriza un superávit que implique mayores recortes en los ingresos, el resultado inevitable será una agudización de la recesión por una caída del consumo, lo cual a su vez impactará en la recaudación impositiva, en una espiral descendente.

Es un punto sobre el que han alertado incluso los economistas cercano al gobierno. Por caso, Domingo Cavallo, una de las personas más escuchadas por Milei y Caputo, ha insistido en que con mantener un equilibrio fiscal primario ya estaría bien, y que no hay necesidad de buscar el superávit financiero si eso es deriva en una profundización de la crisis.

"Me parece que el plantearse un déficit financiero cero y tener que recurrir a mantener impuestos muy altos o incluso subirlos, no es recomendable, porque se acentúa la recesión y puede caer la recaudación de los impuestos que son normales como el IVA", dijo Cavallo en una entrevista televisiva.