Pese al freno de la Justicia, prepagas y Swiss Medical van a la vanguardia de los aumentos descontrolados
Si bien el decreto desregulador de la economía firmado por el presidente Javier Milei terminará trayendo más beneficios que perjuicios al país, en el rubro de la medicina prepaga se aprovechó de manera imperturbable, fría y especulativa.
Se trata de un duro golpe a la salud de miles de argentinos, que cobran sueldos y jubilaciones pre devaluación monetaria del ministro de economía, Luis Caputo, y que deben afrontar gastos de empresas de salud que, en la actualidad, no poseen ningún freno para actualizar el valor de los servicios que ofrecen.
Swiss Medical y prepagas no ceden en sus aumentos
En el caso específico de Swiss Medical de Claudio Belocopitt, a la sazón titular de la UAS y su máximo vocero, la empresa que conduce está determinada a quedarse con la porción de mercado ABC 1, con capacidad de pagar las cuentas, que no dejan de llegar con aumentos.
Un derrotero similar a otras empresas de medicina prepaga que en promedio aumentaron desde el año 2024, más del doble de lo que se abonó en diciembre de 2023. Hubo ajustes promedios del orden del 40% en enero, del 29% en febrero, y del 20% en marzo, al cual habrá que sumar, otro 16,9% que, por ejemplo, anunció Swiss Medical para abril.
Un sistema que expulsa del sistema de medicina privada a clientes de mayor edad o ingresos congelados en medio de una corrida inflacionaria.
Mientras que, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA, su titular Gabriela Russo, continúa avalando los aumentos despiadados de Belocopitt a sus colegas de profesión, los contadores, el profesional Martín Ariel Sanisky denuncia que "...aumentaron los recargos administrativos por pagos fuera de término del 5% al 10%".
En las oficinas administrativas de Servicios Consejo Salud (Simeco) del Consejo de la calle Viamonte y Paraná, no dan ninguna respuesta y sólo cobran a favor de Swiss Medical, que es la empresa elegida para tercerizar las prestaciones que ofrecen a la matricula porteña.
Belocopitt juzga con varas distintas
Hace unos días se quejó públicamente por el aporte del 20% que deben realizar las empresas de medicina prepaga al Fondo Solidario de Redistribución.
Se trata de un fondo cuyo objetivo principal es el reintegro de dinero a las obras sociales por tratamientos complejos y costosos a través del Sistema Único de Reembolsos (SUR). Además, se encarga de subsidiar a las obras sociales más pobres para que puedan cumplir con el Programa Médico Obligatorio (PMO), que establece el Ministerio de Salud de la Nación.
El Fondo se creó en 1980, está a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y se financia con un porcentaje, entre el 15% y el 20%, del aporte de los trabajadores en blanco, debidamente registrados, en relación de dependencia, que realizan a las obras sociales con el 3% de su sueldo y el 6% que efectúan sus empleadores.
Según la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), en 2023, se repartió una cifra superior, contabilizada en dólares, a los u$s5.472 millones que se repartieron entre 291 obras sociales sindicales. Osecac del sindicato de comercio que conduce Armando Cavalieri desde el año 1986 es la que más aportes recibió.
Sin embargo, las prepagas también recibieron dinero del Fondo. Y Belocopitt lo sabe, a pesar de despotricar contra la medida de Javier Milei.
El dueño de Swiss Medical, uno de los dueños del canal América TV y con amplia llegada a varios periodistas, afirmó, "...el fondo no funciona y ahora lo van a hacer mucho más grande. No es que nos quejamos, pero hablamos de un fondo de muchísima plata. En el sistema de derivación o triangulación de aportes está el 70% de los afiliados de la medicina prepaga. Son muy pocos los directos. Por lo tanto, ya veníamos aportando al Fondo Solidario de Redistribución".
Y, opinó, "...es una barbaridad que el 20% de las cuotas de los afiliados se deriven al mismo. Va a contramano de lo que el Gobierno viene explicando todos los días de desarmar las cajas negras, de no querer que la política intervenga en la economía de los privados. En los papeles, el fondo sería fantástico, pero no funciona. Vamos a un fondo más grande que no funciona".
A pesar de su denuncia de mal funcionamiento del Fondo, Swiss Medical habría recibido durante meses recientes un promedio de 1.540 millones de pesos del instrumento financiero que está en cuestión.
Las imposturas de Swiss Medical no se detienen porque a pesar de ser una de las compañías que lideran los aumentos de precios desde la publicación del DNU 70/24 de desregulación de la economía, suelen cobrar copagos en materias medicinales como la psiquiatría.
La contadora Nancy Domínguez explicó que SIMECO y Swiss Medical "...aumentan los copagos todos los meses. Hay colegas que, si necesitan utilizar la parte psicológica de Swiss Medical, no lo tienen cubierto. Por ejemplo, Galeno lo tiene cubierto, tengas el plan que tengas. O sea, si tenes un plan muy bajo, no sé, pero lo tiene todo cubierto. Swiss Medical, no, por más que tengas el plan más alto".
Persisten los aumentos en prepagas, pese a los frenos de la Justicia
Del lado de los usuarios sólo hay indignación, en algunos casos, y resignación en otros.
En el primer caso, la indignación se transforma en reclamos judiciales individuales, a título personal, que provocaron una lluvia de amparos en tribunales de diferentes jurisdicciones.
O sea, los fallos en contra de algunas prepagas, como el caso de SIMECO, no fueron para todos los afiliados, sino para expedientes particulares donde se da a lugar los amparos presentados y se determinó retrotraer los aumentos que las entidades aplican desde enero de 2024.
Existe una excepción, la causa contra el Hospital Italiano, donde hubo un amparo colectivo por el cual la sociedad italiana de beneficencia en Buenos Aires deberá retrotraer los aumentos en las cuotas a 120 afiliados, que aumentaron al mismo ritmo que el resto de las prepagas que integran la UAS.
Los contadores matriculados en la CABA con planes de SIMECO y atendidos por Swiss Medical, planean presentaciones individuales y colectivas para que la dirección del Consejo Profesional tome conciencia del malestar de los profesionales.
A pesar de estos movimientos de lucha, hay algunos contadores que arrojaron la toalla.
Edgardo Sapo Ré escribió, "...cuando logren algo me avisan. Yo me quedé sin obra social después de 50 años de matriculado y habiendo pagado toda la vida. Después de mis 60 años empezaron a subir la cuota a un nivel difícil de pagar. A los 66 me jubilé y la cuota era mayor a mi jubilación. Lo único que conseguí reclamando fue que una empleada joven y bien vestida me trajera el formulario para solicitar la baja. Desde ahora me arregló con PAMI".
Un caso que demuestra el verdadero objetivo de prepagas como SIMECO o Swiss Medical. La primera busca ser cerrada en el corto plazo, como denunció el contador y profesor de la UBA, Alejandro González Escudero, "El Consejo debería cambiar su decisión de no recibir nuevos afiliados. Así, va a la desaparición. Si cambia, podría ser una alternativa para jóvenes profesionales frente a la desregulación de las obras sociales", la segunda sólo quiere quedarse con un público joven, sano y adinerado.